Revista Mía

¡Que el súper no te engañe!

Si quieres, puedes ahorrar cuando vas a la compra, o, al menos, no gastar más cayendo en las ‘trampas’ de marketing que utilizan los comercios.

Si quieres, puedes ahorrar cuando vas a la compra, o, al menos, no gastar más cayendo en las ‘trampas’ de márketing que utilizan los comercios. La música, los colores, la posición de los productos... Todo está diseñado para que consumas. ¿La mejor manera de evitarlas? Conociéndolas.

Haz una lista

Si apuntas lo que de verdad necesitas antes de salir de casa, evitarás los “productos locomotora”, explican desde la organización de consumidores (CEACCU); es decir, los que encadenas tras ver uno de primera necesidad. “Aunque parezca que no hay razón aparente para situar unos productos con otros, sí la hay. Todo está estudiado”, dice Pere Navalles, profesor de Neuromárketing en la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta técnica se llama big data, y consiste en estudiar el comportamiento de los clientes para saber qué combinaciones de productos adquieren, y así, poder situarlos más próximos. Pero volviendo a la lista: parece una obviedad, pero haciéndola podrías ahorrar un 40 %, dice CEACCU.

En las estanterías de en medio, el súper suele situar lo que le interesa vender. “La técnica se llama eye track, es decir, hacer un seguimiento de dónde miras”, explica el profesor. Pueden ser los productos de su propia marca (con los que tienen más margen de beneficio) pero también los más caros. Mira siempre en los estantes de más abajo y en los superiores: encontrarás mejores precios.

Hacer una lista te servirá también para evitar la “compra por impulso”, es decir, la de aquellos productos que llaman tu atención mientras esperas en la cola. Excato, hablamos de esos paquetitos baratos de chucherías, chicles o pilas. “No es que no necesites pilas, pero nunca vas a ir específicamente a comprar pilas al supermercado”, explica Navalles. Por eso, cuando estás allí, esperando sin otra cosa que hacer, lo ves y te lo llevas. Según Navalles, “no son engaños, son comportamientos que el supermercado ha estudiado y aprovecha en su favor. El comprador inteligente podría evitarlo; es aquel que hace un presupuesto y se rige por él, pero claro, esto requiere tiempo”. ¡Dedícaselo!

“Por lo general, no se suele rebajar el precio de un producto, ya que el consumidor asimila el bajo precio a una mala calidad”, dice Navalles. Por eso se hacen promociones (normalmente de productos no perecederos) de 2x1, 3x2... Nunca pienses en el “por si acaso”, sino en si lo vas a utilizar, si tienes hueco en la despensa...”. Y no te olvides: nunca mires solo el precio final, sino el precio por unidad o kilo.

CEACCU recomienda comparar entre establecimientos (se puede ahorrar entre un 20 y un 30 %) y sumar la cuenta antes de llegar a caja: si sobrepasas la cantidad que pensabas o que habías presupuestado, “que no te avergüence dejar algún producto”. ¡Y repasa el ticket de compra! Según un estudio de la federación de consumidores y usuarios FUCI, solo el 10 % de nosotros lo hace aunque... ¡el 15 % de las tiendas no refleja bien las ofertas! Además, otros trucos que pueden ayudarte son:

- Comprar productos de temporada (las frutas y verduras triplican su precio fuera de ella).

- Coger siempre una cesta en lugar de un carro.

- Salir de casa con el dinero justo que has presupuestado para la compra, en efectivo.

- Si tu horario te lo permite, ¡ve después de comer! O al menos, no vayas con hambre.

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