Consejos para un 'brunch' casero
¿Quieres sorprender a tus amigos con algo diferente? ¡Invítales a un brunch en casa! Apúntate nuestras recomendaciones y ¡triunfa!
Seguro que ya has oído hablar de esta tendencia gastronómica de origen anglosajón. La palabra brunch es una combinación de breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo), es decir, una comida que se sitúa entre ambas mezclando alimentos dulces y salados. Perfecto para esas mañanas de fin de semana en las que nos levantamos demasiado tarde para desayunar, sirve como excusa para una reunión con amigos o familiares. Si quieres sorprenderlos, organiza tu propio brunch. Aquí te damos todas las claves para que triunfes.
Lo primero: la presentación
Antes de comenzar a preparar la comida, tienes que tener claro cómo vas a presentarla. La más común es en forma de buffet. En general se toma de pie o de manera más informal. Lo mejor es que dispongas una mesa alargada y la decores de forma original, incorporando flores o tarros de cristal decorativos. Además debes presentar los alimentos de manera especial: fruta en brochetas, yogur en vasitos...
Hay ciertos platos que no pueden faltar en un brunch:
- Huevos Benedictine: puedes presentar los huevos de muchas formas, pero esta es la más característica de esta comida. Un muffin (bollo de pan inglés) relleno de una loncha de jamón o bacon (puedes probar también con pastrami) y un huevo escalfado, todo cubierto de una deliciosa salsa holandesa. ¡Irresistible!
- Pan: pon una gran variedad de panes en la mesa: 5 cereales, de maíz, de calabaza, con pasas y nueces, con olivas...También puedes incluir distintas texturas: tostado, en picatostes o en forma de colines.
- Fruta: preséntala cortada en dados o en rodajas, para que tus invitados puedan incorporarla al yogur o a un plato salado. También puedes optar por las brochetas, con un bol de chocolate fundido cerca. ¡Delicioso!
Puedes incorporar un montón de elaboraciones distintas. Cualquier tipo de canapé será perfecto. También puedes optar por las quiches, empanadas, tostas... Te recomendamos presentar distintos tipos de embutidos como jamón, pavo o pastrami y una selección de quesos para que cada uno pueda comerlo en tostadas o acompañado de fruta. Prueba a presentar el jamón rodeando palitos de pan.
Para los más golosos también hay muchas opciones. La estrella de este apartado es el croissant, pero puedes añadir cupcakes o bizcochos. Los pancakes o tortitas americanas también son un clásico. Incluso puedes preparar unos crepes que combinan tanto con dulce como con salado. Pon una variedad de mermeladas y mantequilla, además de yogur y granola o avena para aquellos que quieran algo más ligero.
Como el brunch incorpora tanto alimentos dulces como salados, cualquier bebida es bienvenida. El café y el té son necesarios, pero también los zumos, los refrescos o la cerveza. Una muy buena opción para esta comida es la limonada (con un toque de hierbabuena) y algún cóctel suave. Y si quieres sacar tu lado más chic, incluye un par de botellas de champagne. ¡Triunfarás!
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