Kim Kardashian. 32 Kilos menos en bikini y sin retoques
Kim Kardashian ha perdido 32 kilos o al menos eso dice ella. La socialite se ha ido de vacaciones y hemos podido ver su nueva silueta sin filtros. ¿Es tan perfecta como la vemos en su Instagram?
Aunque no la pudimos ver con su marido Kanye West, Kim Kardashian ha disfrutado de unas relajantes y 'mediáticas' vacaciones que, aunque han pasado varias semanas desde que las disfrutara, aún siguen dando la vuelta al mundo.
En el paraíso
Como era de esperar Kim no ha elegido cualquier lugar. La socialite se ha marchado a las playas mexicanas de Punta Mita para relajarse del ruído mediático y disfrutar de sus hijos y su nueva figura tras perder más de 30 kilos.
Una nueva vida
O éso al menos ha dicho ella. Kim Kardashian aseguró, tras tener a su segundo hijo, que volvería a la silueta que todos concimos antes de que se convirtiera en mamá por primera vez. Un reto que todavía sigue llevando a cabo y que, al parecer, está a punto de finalizar.
Madre entregada
Lejos de mostrarse frívola durante sus días de asueto, Kim Kardashian pasó la mayor parte del tiempo que bajó a la piscina entregada a sus dos hijos North West y Kanye.
Un minúsculo bikini
Sin embargo, estas imágenes se han convertido en noticia por otro motivo y es la estricta dieta que ha mantenido en las últimas semanas para recuperar su figura en tiempo record. Su minúsculo bikini y su sugerente color (nude) han convertido su verano en un fenómeno viral.
32 Kilos
En las imágenes se puede percibir que la empresaria ha perdido parte de las curvas que lucía, solo parece mantener intacto la curva de su derriere que tanto ha dado que hablar.
Una mujer real
Precisamente en estas fotografías en las que no existe retoque, Kim Kardashian aparece ante nuestros ojos como una mujer real que también tiene sus imperfecciones (estrías, piel de naranja) y que dista mucho de la imagen que ella proyecta en su perfil de Instagram o Snapchat
La nueva Kim
Vemos así a una nueva ">Kim Kardashian que sigue generando controversia al elegir métodos estéticos de dudosa salubridad para ponerse a punto y lucir una figura perfecta... o no tanto.