Basset hound, un perro muy cazador
A pesar de su aspecto melancólico, es una mascota tierna y alegre, perfecta para convivir con el hombre.
A pesar de su aspecto melancólico, es una mascota tierna y alegre, perfecta para convivir con el hombre.
Descendiente del basset de Artois, una raza francesa muy antigua y hoy extinguida, el basset hound fue seleccionado por los británicos y adoptado por los americanos.
Con el tiempo y gracias a sucesivos cruces, el basset hound adquiere sus características actuales: cara arrugada, cráneo abombado, piel suelta y mirada melancólica y tierna.
Esta raza llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX, donde se convirtió en la estrella de todos los criadores, que lo hicieron aumentar de tamaño.
Ojos tristes, corazón contento
El basset hound es el rey de los contrastes: posee una mirada melancólica y dulce, y un carácter optimista y seguro, además de un modo de andar ‘desmadejado’, que no impide a este infatigable rastreador deslizarse ágilmente entre la espesura en persecución de una presa.
Porque el basset hound es, ante todo, un perro de caza, y tiene un olfato excepcional.
De carácter decidido, procura hacer siempre su voluntad y no escucha a nadie cuando está concentrado siguiendo una pista.
No resulta, por lo tanto, sorprendente, que este fino cazador tenga fama de ser un testarudo.
Para ser feliz, el basset hound necesita dar largos paseos por el campo, ya que le encanta estar al aire libre.
Su aspecto descuidado ofrece una imagen falsamente torpe. En realidad, es un perro encantador y no existe una mascota más paciente con los niños que él. Podría decirse que es un canguro ideal.
Peso. Unos 30 kg. Hay que tener cuidado con su tendencia a engordar.
Promedio de vida. Doce años.
Cabeza. De anchura mediana en la frente, se estrecha ligeramente hacia el hocico. En ella destacan sus largas y flexibles orejas de tacto aterciopelado.
Cuerpo. Es largo y de pequeña estatura. Su pelo liso, corto y bien apretado presenta normalmente los tres colores reconocidos en los perros sabuesos: negro, fuego y blanco.
Patas. Sus extremidades están provistas de buenas articulaciones y almohadillas. Los pies delanteros suelen estar ligeramente girados hacia el exterior.
Cola. Bien implantada, bastante larga y fuerte. En movimiento, la cola se mueve hacia arriba formando una curva suave como si fuera un sable.