Lo que nunca debes darle a tu perro
Hay alimentos y sustancias que a ti no te hacen daño, pero que son altamente tóxicos para los perros. ¡No se los des a tu mascota!
Hay alimentos y sustancias que a ti no te hacen daño, pero que son altamente tóxicos para los perros. ¡No se los des a tu mascota!
A los perros les gusta llevarse a la boca casi absolutamente de todo; si por ellos fuera, se alimentarían a base de sobras o de cualquier cosa que encontrasen por la calle. Por eso, es responsabilidad tuya elegir los alimentos que le das a tu mascota para que formen una dieta saludable y no le provoquen enfermedades.
Y es que hay una serie de alimentos –y no sólo estos– que son dañinos para los perros. Si los consumen con frecuencia (o algunos hasta ocasionalmente) pueden llegar a ser muy tóxicos para ellos, causándoles alergias y molestias digestivas que pueden derivar en enfermedades más graves o, incluso, la muerte. Así que ya sabes: no se los des a tu mejor amigo.
Alimentos peligrosos para ellos:
Cebollas y ajos. Muy tóxicos. Pueden provocarles anemia e insuficiencia renal.
Aguacate. Contiene una toxina que puede dañarles el corazón y los pulmones. Además, su alto contenido en grasas les causa trastornos digestivos.
Chocolate. Tiene teobromina: su consumo excesivo presenta posibles efectos adversos en los perros como aceleración del ritmo cardíaco, vómitos, diarrea...
Patatas. Contienen oxalatos, que alteran su sistema digestivo y su tracto urinario.
Setas y hongos. Pueden contener toxinas que afectan a su sistema nervioso provocándoles vómitos, diarrea y, en casos extremos, estado de shock. ¡Ojo con las setas silvestres si paseas con tu perro por el campo!
Uvas y pasas. De nuevo, las toxinas presentes en estos frutos son susceptibles de producirles lesiones graves en el riñón y el hígado.
Huevos crudos. En este caso, el riesgo es menor: se les pueden dar de vez en cuando pero, por el peligro de contagio de salmonela y por cierta enzima que no metabolizan bien, es mejor prescindir de ellos en la dieta canina.
Pescado crudo. En grandes cantidades puede producirles déficit de tiamina, que se traduce en pérdida del apetito y convulsiones.
Leche. ¿Sabías que los canes son intolerantes a la lactosa? No poseen las enzimas necesarias para procesarla, por lo que les puede causar trastornos estomacales.
Y además…
Café y té. La cafeína y la teína afectan a su sistema nervioso y a su corazón, por lo que no resultan bebidas nada convenientes para ellos.
Alcohol. Extremadamente tóxico para los perros, incluso en dosis muy bajas.
Paracetamol. Es un veneno para ellos, que puede producirles la muerte por necrosis hepática sólo con que tomen dos comprimidos. ¡Aléjalo de tu perro!