¡Mi cachorro no para de llorar!
Está en una casa extraña, con gente desconocida... ¡Y encima de noche! Pues claro que tiene miedo... ¡Son como bebés! Pero, como ellos, también logran acostumbrarse.
Es normal que tu cachorro llore: le han separado de su madre, sus hermanos o sus compañeros, está en un lugar que no reconoce y todo eso se sufre más por la noche…
Lo primero, debes dejarle su espacio y tiempo para que se acomode. ¡Paciencia! No le regañes los primeros días o le llenes la cabeza de órdenes. Pon su cunita en un lugar cálido (al principio no le dejes en el jardín) pero déjale husmear y reconocer el lugar a su gusto, que se familiarice con su nueva casa.
Trucos a la hora de dormir
- Cuando llegue la hora de dormir, si empieza a llorar, "hay que hacer como con los niños pequeños" dice José Luis Blazquez, veterinario de Openvet, "debes acostumbrar a tu cachorrito a dormir solo poco a poco". Es decir, dejarle solo por periodos de tiempo cortos al principio e irlos alargando según se vaya acostumbrando.
- "Cuando llore debes entrar para comprobar que todo está bien, que no se ha hecho pis o caca o si tiene ganas de hacerlo y salir fuera para no ensuciar su zona de descanso. También que no tiene hambre, sed o frío", dice Blánquez. Pero si compruebas que todo está bien, "vuelve a dejarle solo y espera a que vuelva a llorar de manera insistente para volver a entrar".
- Para ayudar a calmarlo puedes usar varios trucos: ponerle un peluche a su lado para que duerma con él o una bolsa de agua tibia que le recuerde el calor de su madre.
- Ponerle cerca una radio con una emisora en la que estén personas hablando ó un reloj, "de los que hacen tic-tac", debajo de la mantita o cuna donde duerme.