Revista Mía

¿Por qué los gatos pierden pelo?

Al margen de las mudas estacionales, que se producen en primavera y en otoño, el gato puede perder el pelo por diversas razones. ¿Hay que preocuparse?

Al margen de las mudas estacionales, que se producen en primavera y en otoño, el gato puede perder el pelo por diversas razones. ¿Hay que preocuparse?

- Es muy corriente que los gatos pasen gran parte del invierno tumbados, o incluso encima de los radiadores. Muy pocos amos se atreven a desalojarlos de estos lugares. Y, sin embargo, les harían un gran favor.
Como consecuencia de estas prolongadas sesiones al calor, los pelos se resecan, se rompen y se caen.

- El gato de apartamento, que no necesita un pelaje protector para luchar contra las inclemencias del tiempo, conserva el pelo fino durante todo el año, y está expuesto a pillar un resfriado a la primera corriente de aire. Para prevenir esta posibilidad, debemos impedirle el acceso a los radiadores, ofreciéndoles un cojín confortable.

Puede ocurrir que el pelo se vuelva ralo, por todo el cuerpo, o en placas sobre los costados, en la región lumbar o en el interior de los muslos.

- ¿Tu gato está siendo atacado por las pulgas y es alérgico a la saliva que depositan al picar? Esta irritación se manifiesta mediante picor y pérdida de pelo. Aunque esta afección parezca trivial, es aconsejable visitar al veterinario quien tomará las medidas necesarias.

- Ciertos desequilibrios hormonales y carencias alimentarias (falta de ácidos grasos esenciales y vitaminas) pueden también provocarle alopecia (caída del cabello).

- Una deficiencia nutricional se puede manifestar mediante un erizamiento del pelaje, que se hace menos denso y luminoso, y una disminución del tiempo que el gato dedica al aseo diario.

- Otra causa de la caída del pelo puede ser el estrés.

Algunos gatos temerosos expresan su ansiedad aseándose de forma exagerada y compulsiva, insistiendo sobre ciertos lugares preferentemente, y arrancándose mechones de pelo.

Este comportamiento puede provocarle pérdida de pelo e incluso dermatitis. Los tratamientos locales son difíciles, pues el gato lame el producto al mismo tiempo que su pelo.

Puede que el veterinario recomiende un tranquilizante suave para calmar la angustia.

Ayúdale en su limpieza diaria

– Utiliza un peine de dientes metálicos, retira todos los pelos muertos y masajea su pelaje.

– Si tu gato detesta que le peinen, dale un masaje vigoroso con los dedos en sentido contrario al pelo.

– Péinale suavemente siguiendo la dirección del pelo y aplícale una loción antiparasitaria.

¡Cuidado! En su empeño por retirar los pelos muertos, el gato puede ingerir bolas de pelo, que son muy peligrosas.

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