Cómo lograr una casa ecológica
Para conseguirla, no hace falta construir una vivienda de corcho y cartón: los materiales que te rodean pueden favorecer mucho al planeta y a tu bolsillo.
Para conseguirla, no hace falta construir una vivienda de corcho y cartón: los materiales que te rodean (y la manera en que los cuidas y los mantienes) pueden favorecer mucho al planeta y a tu bolsillo. Estos son algunos gestos que van a hacer de tu casa un hogar eco green.
Rodéate de tejidos naturales
Intenta que todos los textiles que decoran tu hogar sean naturales como el lino, algodón, lana, seda… y mucho mejor, ecológicos: que no contengan sustancias nocivas.
El reciclaje es la clave para ser una auténtica ecofriendly. Recicla y reutiliza todo aquello que sirva para amueblar tu casa: cajas de madera, palés, cestos… Además, están a la última.
Al cocinar, cuando laves las verduras y las hortalizas, hazlo en un cubo en lugar de hacerlo bajo el grifo abierto. Podrás utilizar esa agua para regar las plantas.
A la hora de poner la lavadora añade la cantidad necesaria de detergente. Echar más de la cuenta no ayudará a que la ropa quede más limpia y estarás contribuyendo a que aumente la cantidad de residuos que se vierten al alcantarillado.
Es el electrodoméstico que más energía consume (nada menos que el 19 % de lo que pagas de luz ). Para que no gaste de más, procura mantener limpia de polvo la resistencia, revisa las gomas para comprobar que cierra correctamente y ajusta la temperatura: 7º para la parte de la nevera y -18º para el congelador. ¡Ah! Y procura que no se quede muy vacío porque en ese caso consume más.
Es mejor proteger los suelos con alfombras de yute, que resultan cálidas, de bambú cuando llega el verano, porque refresca el ambiente e incluso las hay hechas de algas que son impermeables. Todos son materiales naturales sostenibles que protegen la salud.
Por ejemplo, para recuperar la suavidad de las toallas y acabar con las bacterias que proliferan en ellas debido a la humedad, utiliza una taza de vinagre blanco en lugar de suavizante cuando las laves.
No tires todo aquello que puedas aprovechar. Las cáscaras de huevo son un excelente aporte extra de calcio para tus plantas (échalas sobre la tierra); con la cáscara de naranjas y limones puedes obtener una exquisita mermelada; con las verduras cocidas para hacer caldo se consiguen unas deliciosas croquetas; puedes hacer un abono natural con las pieles de las patatas y otros restos vegetales…
Si eliges colores claros para las cortinas y para pintar las paredes de tu casa lograrás multiplicar la luminosidad de la estancia. Si además añades espejos, la reflejas y la diriges allá donde haga falta. Al aprovechar la luz natural, ahorras energía eléctrica ¡y algo de dinero!
Nos referimos a las servilletas. Piensa que cada vez que utilizamos papel de cocina y servilletas de celulosa estamos contribuyendo a la deforestación de los bosques.