Revista Mía

Muere Bill Cunningham, una leyenda de la fotografía de moda

Su bicicleta, él y su cámara, recordados para siempre.

Quizás no sea uno de los grandes nombres que resuenan en tu cabeza cuando piensas en grandes fotógrafos de moda, sin embargo, Bill Cunningham ha dejado un gran vacío en este mundo en el que 'un disparo' puede esconder la esencia de la persona y no solo la visión externa.
Definido por muchos como un gran cronista visual. Provenía de una "familia católica y trabajadora", se pasaba el día pedaleando sobre su bicicleta por las calles de la gran manzana, y tenía ya su propio y reconocido espacio en el conocido New York Times. Esta acreditación le ha abierto las puertas de varios y diversos lares, no obstante, su carisma y profesionalidad le abrieron el corazón de las personas con las que se ha ido cruzando a lo largo de estas últimas cuatro décadas.

Fue el precursor del ahora llamado street style, disfrutaba retratando con su objetivo a las mujeres de Manhattan y como escenario, su favorita era la 'ciudad que nunca duerme'.
Su pasión por la fotografía nació en él cuando tan solo era un niño y perdurará en la historia gracias a su magnífica obra. Y es que las fotografías son una de esas cosas que no se pierden en el tiempo y eso es algo que Cunnugham sabía. Por eso, no sólo buscaba la belleza exterior, sino también ese ápice interior, algo que llamara la atención a su singular apreciación.

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