Revista Mía

El resurgir de Winona

Atrás quedan cotilleos y sornas: Winona ha vuelto por todo lo alto gracias a su 'papelón' en la serie de tinte ochentero 'Stranger things'. Y nos encanta.

A Winona uno no se la quita de encima así como así. Y si no -chiste fácil- que se lo digan a Johnny Depp. O como seguramente soltaría su ‘ex’ mejor amiga y después archienemiga Gwyneth Paltrow: “Mala hierba nunca muere”. Ambas se acusaron de intentar robarse el papel en Shakespeare in love, y después, Paltrow insinuó que ella era “peligrosa y venenosa”. Y eso que ya había ganado el Oscar.

Cómo choca esa imagen con la de la Winona que le envió una carta a Natalie Portman disculpándose porque su personaje la hubiera tratado tan mal en Cisne negro. Pero esa es la gracia que la convirtió en el símbolo goth de los 90: la pícara esperanza de que su cara inocente pudiera esconder una historia mucho más emocionante.

Infancia hippy

El icono que no podía con la fama

Pero marcar la diferencia, haber vivido el hippismo y ser el icono de toda una generación no tiene por qué ser tan cool. En el colegio solo pensaban que era "una freak", a los 20 años ya sufría ansiedad y depresiones y a los 30 pasó a ocupar más titulares por su humillación pública (al ser pillada dos veces robando) que por sus películas. Y, sin embargo, se olvidó: “No dije una palabra. No hice nada. Solo esperé a que todo hubiese acabado”, dijo ella, demostrando que, aunque nunca se acostumbró a la fama, sabía de sobra cómo funcionaba.

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