Conoce el lifting endoscópico
A la cabeza de las intervenciones miniinvasivas se encuentra el lifting endoscópico. Descubre en qué consiste.
Uno de los síntomas de la edad que peor llevamos está en los ojos. Con el tiempo, y a veces en edades tempranas, las cejas tienden a caer y se produce un exceso de piel en el párpado superior. El resultado óptico de este proceso natural es el de unos ojos más pequeños, tristes y cansados. Por eso, son muchas las mujeres (y los hombres) que se plantean recurrir a la cirugía para solucionar este problema.
Un 84 % de los pacientes que acuden para rejuvenecer un párpado superior necesitan una elevación de la ceja, y el lifting endoscópico se coloca a la cabeza de las intervenciones quirúrgicas miniinvasivas para el rejuvenecimiento orbitario, es decir, para párpados y cejas. El Dr. Javier de Benito, experto en Cirugía Endoscópica frontal, nos cuenta que las ventajas de esta intervención son grandes: cicatrices mínimas, resultado natural y una rápida recuperación.
Para este experto, "la mayoría de las personas que acuden a consulta presentando párpados caídos o exceso de piel en párpados superiores suelen tenerlo por el descenso de las cejas, que produce un exceso de piel en la parte externa del ojo y una mirada triste. Por lo tanto, cuando se realiza una blefaroplastia o cirugía de párpados y necesitamos resecar la piel sobrante en el párpado superior, debemos levantar las cejas. El lifting endoscópico, a diferencia del lifting coronal (con incisión de oreja a oreja dentro del cuero cabelludo), es una intervención miniinvasiva, en la que la paciente se puede incorporar a la vida diaria enseguida, y además de resecar el músculo que producen las arrugas del entrecejo, mejora las arrugas de la frente y la zona de las patas de gallo".
¿Y cómo se hace exactamente? Basta con una sola incisión de 1 cm en la zona del cabello. Con endoscopia y con la ayuda de una cámara, las cejas vuelven a recolocarse en la zona deseada.
Además de la ceja, hay pacientes que aprovechan la intervención para tratar las arrugas de la frente, el entrecejo y la zona periorbital. Se trata de una intervención muy rápida y nada traumática gracias al endoscopio. El cirujano trabaja con una cámara de video que tiene el diámetro de un bolígrafo. Para ello se necesitan pocas y pequeñas incisiones, que siempre se hacen bajo el pelo y apenas se notan después.