Dale brillo a tu cuerpo
Aunque la piel del cuerpo es más gruesa y sufre menos, también necesita combatir el tono mate.
Si quieres tener una piel luminosa y que tu cuerpo brille rebosante de salud hay que empezar por utilizar un buen exfoliante corporal. Hazlo una vez a la semana y elige uno adecuado al problema que deseas tratar (seborregulador si necesitas limpiar los poros, drenante para las que sufren retención de líquidos...)“.
Aplícalo con suavidad y mediante un masaje circular sobre la piel húmeda, emulsionando el producto para darle mayor untuosidad”, explica Leticia Carrera, directora técnica de los centros Felicidad Carrera. Felicidad Carrera
Si quieres una buena opción exprés, ponte en manos profesionales, porque van a llegar a esas zonas que tú no alcanzas (ya sabes, la espalda). “Recomiendo”, precisa Carrera, “el protocolo exfoliante y nutritivo a base de aceite de melocotón de nuestro centro”.
Nutre a conciencia
Después del aseo diario, hidratar en profundidad es fundamental. La limpieza, por suave que sea, deja desprotegida la piel, y es básico restablecer su función barrera. “Así que, -explica Carrera-, no hay excusas que valgan ("qué pereza", "me dejan pringosa", "no tengo un minuto"...); incorporar este cuidado a la rutina diaria es fundamental para evitar el aspecto seco y cuarteado, dos síntomas que roban la luz”.
Si eres de las que no tienes tiempo y quieres una hidratación rápida, elige una hidratante en spray (vaporizas y se absorbe al momento) o, si deseas economizar aún más tiempo, algún acondicionador de los que se aplican bajo la ducha.
Las cualidades de los aceites esenciales son muchas. Son multifunción (revitalizan, equilibran, tratan...), se absorben fácilmente y no obstruyen los poros, lo que propicia la luminosidad. ¿Los más euforizantes? “Romero, ylang-ylang, geranio, rosa, hinojo, mirto y salvia”, precisa Carrera. Nuestro consejo es que añadas unas gotas al gel de baño de tu bálsamo corporal. ¡Una excelente estrategia para ‘encender’ la piel!

Dale brillo a tu cuerpo
Gruesa, seca y, a veces, oscurecida (la antítesis de la luminosidad), la piel de codos, rodillas, manos y planta de los pies necesita un ‘alumbrado’ especial. “Primero, retira las células muertas con un producto enzimático. Es un exfoliante suave, porque no incorpora partículas de arrastre (lo que evita posibles erosiones). Después, masajea con aceite corporal para proporcionarle lípidos y aporta jugosidad con una crema hidratante”, aclara Leticia Carrera.
Para una solución exprés, recurre a un producto multitarea que trate y repare en un solo paso.
“La actividad deportiva estimula la circulación, tonifica y fomenta que la piel se oxigene y luzca espléndida”, dice Mariano Martín, director de Caroli Health Club, personal trainer y experto en terapias orientales.
Una buena solución es hacer deporte con un leggin cosmético. Incorporan sustancias activadoras que remodelan y reafirman mientras te mueves.
Por la mañana. “Activa la microcirculación con principios estimulantes (rusco, vid, cafeína...) que suelen estar presentes en anticelulíticos y completa el mimo con fórmulas hidratantes a base de rosa mosqueta, aloe vera...”, precisa Inmaculada Canterla.
Por la noche. Al salir de la ducha y sin secarte, extiende un aceite rico en antioxidantes. ¿Tienes una cita? Nutre con un bálsamo que incorpore partículas reflectantes. “Son pigmentos de óxido de titanio o mica que realzan el resplandor natural de la piel”.
Por: Sonia Coronel.