Revista Mía

¡Escápate a Vitoria!

Nos vamos de caminata por el anillo verde, de paseo por el casco antiguo y de ‘pintxo-pote’ con Amaia, nuestra guía en esta preciosa capital vasca. ¿Nos acompañas a descubrir sus rincones favoritos? Lo...

Nos vamos de caminata por el anillo verde, de paseo por el casco antiguo y de ‘pintxo-pote’ con Amaia, nuestra guía en esta preciosa capital vasca. ¿Nos acompañas a descubrir sus rincones favoritos?
Lo dicen todas las encuestas: Vitoria-Gasteiz es una de las ciudades españolas con mayor calidad de vida. Tiene un tamaño perfecto, alrededor de 230.000 habitantes y todo lo necesario para vivir cómodamente y ofrecer al viajero una experiencia inolvidable. Para comprobarlo, la recorremos de la mano de Amaia Sustatxa, una bilbaína de 52 años reconvertida en vitoriana desde hace 26 (cuando se casó con un donostiarra). Tiene dos hijas de 23 y 19 años y es ama de casa. Vitoria ya es su ciudad de adopción. De ella le gusta todo: “Sólo le falta el mar”, dice con humor. Amaia nos hace de anfitriona para esta escapada especial. Con ella, respiramos oxígeno por su impresionante anillo verde (fue European Green Capital en 2012 por su compromiso con el medio ambiente), callejeamos por el recio casco antiguo y vamos de pintxos para saborear la riqueza de su cocina, justo ahora que es  Capital Española de la Gastronomía 2014.
LA CIUDAD VERDE
De fuera adentro, Vitoria es verde.  Tiene más de diez millones de metros cuadrados de parques y jardines para disfrutar andando, en bici e incluso a caballo. Es todo un orgullo para sus habitantes, por eso el primer plan que propone nuestra amiga es precisamente en su cinturón verde. “Mi ruta preferida es la del bosque de Armentia. Si tienes ganas de andar, se puede llegar paseando desde el centro de la ciudad a través del Paseo de la Senda, que arranca en la plaza de la Virgen Blanca”. Es un recorrido que linda con el Parlamento Vasco y atraviesa dos parques, el de la Florida y el del Prado, con relajantes terrazas en las que a Amaia le gusta sentarse bajo los árboles en los meses de verano. A lo largo de los 2,5 km de esta ruta, podemos ver algunos de los edificios más bonitos de la ciudad. Para Amaia, hay dos que destacan sobre el resto: el palacio de Ajuria Enea, residencia oficial del lendakari, y el Museo de Bellas Artes. Casi al final del paseo, en el alto de Armentia, se erige la estatua de San Prudencio, patrón de Álava, cuya romería se celebra el 28 de abril en las campas que rodean la Basílica de Armentia (siglo XII).
¡A CALLEJEAR!
Para conocer a fondo Vitoria hay que adentrarse en su casco viejo, que los vitorianos llaman Almendra. “Merece la pena callejearla, porque hay rincones muy bonitos, como la antigua muralla, los caños (patios vecinales ajardinados), los murales modernos de las fachadas, las antiguas neveras (que abastecían de hielo a la ciudad), museos, tiendas...”, detalla Amaia. De nuevo, el mejor recorrido empieza en la plaza de la Virgen Blanca –el corazón de la ciudad– hacia la calle Correría, en la que al final nos topamos con la catedral de Santa María, que se puede visitar a pesar de que está en restauración. Amaia sugiere subir a su torre, “desde donde se divisa toda Vitoria”. A un paso de la catedral se encuentra el Portalón, antigua casa de postas medieval donde se realizan cenas teatralizadas. “Hay que verlo y tomarse un vinito, si no se quiere ir a cenar”. Desde allí y a través de la calle Chiquita se llega a la calle Cuchillería, que todo el mundo llama la ‘Cuchi’, en la que se encuentran edificios medievales como la Casa del Cordón, que tiene una bóveda gótica policromada digna de verse.
DE PINTXOS Y POTES
Si bien todos los días son buenos para ir de pintxos en Vitoria, si sales los jueves a partir de las siete de la tarde te encontrarás con media ciudad disfrutando de sus delicias gastronómicas. “La tradición es salir de pintxo-pote... ¿Que qué es esto? Pagando de 1 a 2,5 €, puedes degustar un vino y un pintxo. Cada bar tiene su especialidad. Esta costumbre surgió en los bares de la calle Gorbea y se ha ido extendiendo por toda la ciudad”, cuenta nuestra anfitriona. Precisamente en esta calle están el Verdi, en el que ponen un riquísimo champiñón, y el Batela, con una croqueta como para repetir. En la calle Sancho el Sabio esta el Txiki, “famoso por su tortilla de patatas”. Otra buena zona de pintxos es el casco viejo. Allí están La Malquerida, Toloño, Zabala y Barron, entre muchos otros. “Aparte del pintxo-pote, hay bares con una barra que no tienen nada que envidiar a las donostiarras, como el Sagartoki, Aurrera, Rincón de Luis Mari, Usokari...”, enumera Amaia.
Buena conocedora de la gastronomía de su ciudad, nuestra guía también propone una serie de restaurantes para “comer en plan serio con variedad de precios”. Desde el Zaldiaran, con una estrella Michelin, Don Producto y Tú, que ofrece “excelente carne y atún de almadraba”, a El Machete o la Bodeguita de Lanciego, de cocina más tradicional. “A mí personalmente me gusta El Clarete, con platos más elaborados, y el Dolomiti, pizzería con un excelente risotto de bogavante”.
Lo más dulce.
Para los golosos, Vitoria es una ciudad repleta de delicias. “La repostería es estupenda”, asegura nuestra guía en la capital vasca. A Amaia le gustan la pastelería Goya, “famosa por sus Vasquitos y Nesquitas y sus trufas”, y la pastelería Sosoaga, “por los chuchitos y los canutillos rellenos”.
DE COMPRAS
Amaia recomienda visitar el mercado de la Almendra, que se celebra el primer sábado de cada mes, para comprar artesanía. También en la calle Correría, en el casco viejo, hay tiendas de diseñadores locales. Y, en la calle Cuchillería, ”una tienda de productos típicos alaveses, Victofer”. Otra de las zonas con más animación es la que forman las calles Dato, General Álava, San Prudencio y San Antonio. “Son peatonales y estupendas para comprar ropa”.
CÓMO LLEGAR
La capital alavesa está a 360 km en coche de Madrid y a 65 km de Bilbao. Si optas por el tren, Renfe tiene seis servicios diarios ida y vuelta desde Madrid.
DÓNDE DORMIR
-Silken Ciudad de Vitoria. Céntrico y confortable, su arquitectura está inspirada en los hoteles franceses del siglo XIX.
Con un restaurante muy recomendable. Doble, desde 75€/noche.
-La Casa de los Arquillos. Un bed & breakfast con encanto. Antigua sastrería reconvertida en alojamiento urbano, sus 8 habitaciones se encuentran en la segunda planta de un edificio centenario del casco histórico. Desde 69 €/noche la habitación doble.
-NH Canciller Ayala. Este 4 estrellas tiene una excelente situación. Su cóctel bar es punto de reunión de músicos y aficionados durante el Festival de Jazz que organiza la ciudad cada mes de julio. Doble, desde 70 €/noche.
+ INFO
En estas webs: www.vitoria-gasteiz.org y www.capitalespanoladelagastronomia.es.
Por: Raquel Mulas.

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