Revista Mía

Consejos para mantener una buena alimentación durante el confinamiento

El aumento del sedentarismo y la ansiedad estos días será inevitable, así que vamos a organizar nuestra dieta para aprovechar el tiempo que tenemos para cuidarnos.

Si somos responsables con las indicaciones de permanecer en casa para detener la propagación del Covid-19, va a ser inevitable que nos movamos menos y que tengamos más ansiedad. Muchos ya han bromeado con la idea de engordar durante este confinamiento, sin embargo está en juego algo más que ganar kilos: nuestra salud. Con algunos sencillos consejos, podremos conservar no solo nuestro peso sino que mantendremos fuertes nuestras defensas y en buen estado a nuestra salud, vital en esta crisis sanitaria.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que debemos hacer ejercicio cada día: ya sea subir o bajar las veces que fuere las escaleras de nuestro bloque, saltar a la comba en el salón o hacernos las rutinas de los vídeos de youtubers o intagramers que tengamos en nuestras redes. Paula Labeira, nutricionista deportiva de Medicadiet, nos recomienda dedicar entre media hora y una hora a movernos en casa, y nos recuerda la importancia de estar de pie, para no estar el día completo sentados o tumbados. Para quienes no tengan patologías, las rutinas hiit, de alta intensidad, son una buena opción para hacerlas en casa y mantenerse en forma estos días.

Respecto a la alimentación, Labeira recomienda organizar las comidas, entre 5 y 6 diarias, para no caer el bucle de acercarnos a la despensa motivados por la inercia de la ansiedad. Si se planifican los horarios de las ingestas será más fácil esperar a "nuestro momento". Una vez nos toque ponernos a la mesa, esta nutricionista deportiva nos aconseja que disminuyamos la cantidad levemente, no quitarse una porción significativa y que nos pueda agobiar no quedar saciados. Para ello, un truco efectivo es cambiar los platos que usamos habitualmente por recipientes más pequeños. Por ejemplo, si antes te servías tres cazos de lentejas, ahora ponte dos y en lugar de en un plato hondo, que pueda dar la sensación de vacío, tómalas en un cuenco. El gasto energético va a ser menor y necesitaremos menos cantidad de alimento.

Para nutrirnos de vitaminas y minerales que mantengan fuertes nuestras defensas priorizaremos las verduras en comidas y cenas, y las frutas mejor entre comidas. Aunque siempre serán la mejor opción en cualquier horario por delante de otro alimento, intentaremos que sean nuestro tentempié por su valor saciante y dejaremos para los postres otras opciones más ligeras como las infusiones u optaremos por piezas de fruta pequeñas como las mandarinas o las uvas. Mantendremos la ingesta de proteínas, como las legumbres y los cereales sin azúcares añadidos por su aporte energético y su carácter saciante. Disminuiremos los hidratos de carbono, sobre todo arroz y pasta, tomando mejor patata y boniato, y las grasas saturadas. Estas ni probarlas y para cuando la ansiedad nos pida azúcar, esta especialista en nutrición nos aconseja chocolate siempre de más del 70% o hacer repostería casera a base de harinas integrales.

Entre horas, los tentempiés que debemos priorizar serán alimentos saciantes y sanos, que son los que crujen y hay que masticarlos mucho como la zanahoria, el apio y las frutas con piel. Además del plátano, al que dice Paula Labeira que debemos perderle el mielo: "Es una fruta muy completa y saciante". Las infusiones serán también buenas aliadas en esta estrategia. Por contra, se deberán evitar los zumos y los batidos que apenas sacian y nos aportan azúcar.

Los buenos comportamientos alimentarios como practicar mindfulness mientras comemos o prestar atención a cómo masticamos nos ayudarán a controlar los picos de ansiedad. Recordemos que se trata de algo temporal y que podemos convertir esta coyuntura en una oportunidad para cuidarnos ahora que tenemos más tiempo para cocinar y para esforzarnos por comer mejor.

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