Para estar guapa ¡ponte aceite!
Regresar a la botica de la abuela y recuperar los productos naturales de belleza que ella utilizaba, es una magnífica idea, sobre todo en estos tiempos de crisis y modas ecológicas. El aceite de oliva es uno de ellos.

Aceite de oliva. Poder mediterráneo
El aceite de oliva es una de las grasas más saludables y beneficiosas para el organismo. Fueron los fenicios los que trajeron a la Península Ibérica su cultivo y los árabes los que modernizaron su producción. Están claros sus múltiples beneficios culinarios, por su sabor, aroma, olor y beneficios nutricionales (reduce el riesgo de enfermedades cardiacas, baja la presión arterial...) pero en el terreno de la belleza también tiene un sin fin de ventajas. Es poderosamente hidratante en piel, uñas y pelo y evita la formación de arrugas y el envejecimiento prematuro de la piel. El llamado 'oro líquido' tiene un gran poder regenerante, pocas cremas dejan la piel tan sedosa y luminosa como un buen aceite. Su composición libre de agua lo convierte en uno de los mejores nutrientes de la naturaleza para cuerpo, rostro, manos o pies, así como para cabello, uñas o pestañas. De argán, rosa mosqueta, almendra, avellana, oliva, aguacate, germen de trigo, etc., , los diferentes tipos de aceites son el mejor cosmético natural. Quizás por eso se ha convertido en un must de ">belleza.
-Para un cuerpo suave. Nada mejor que exfoliar la piel con una mezcla hecha con sal, una parte de aceite de oliva y otra parte de agua. Se aplica tras la ducha frotando bien.
-Uñas fuertes. Metiéndolas durante 15 o 20 minutos en una mezcla del zumo de un limón y una taza de aceite de oliva.
-Masaje relajante. Podemos hacer un sencillo aceite para masaje mezclando el zumo de medio limón, 20 dl de aceite de oliva y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
-Mascarilla hidratante. Con una cucharada de zumo de limón, dos de miel y tres o cuatro de aceite de oliva. Se deja que actúe entre 15 y 25 minutos.
-Manos agrietadas. Se combaten con una pasta hecha con zumo de limón, dos cucharadas de arcilla y otras dos de aceite de oliva. Aplicada sobre las heridas o grietas, y dejando que actúe media hora, alivia y regenera la piel.
-Exfoliante. Eliminaremos las pieles muertas masajeando la piel del cuerpo, los pies y las manos con una mezcla de aceite de oliva y sal gorda o azúcar. Estimula la circulación e hidrata y es especialmente eficaz con las durezas.
-Para el cabello seco. Antes del lavado aplicamos durante media hora una mascarilla de zumo de limón, aceite de oliva y medio aguacate. Si el cabello está cansado y sin vida podemos recuperarlo con una mascarilla hecha con dos cucharadas de limón, dos de aceite de oliva y una yema de huevo. Se masajea y se deja actuar diez minutos.
-Para un cuerpo suave. Nada mejor que exfoliar la piel con una mezcla hecha con sal, una parte de aceite de oliva y otra parte de agua. Se aplica tras la ducha frotando bien.
-Uñas fuertes. Metiéndolas durante 15 o 20 minutos en una mezcla del zumo de un limón y una taza de aceite de oliva.
-Masaje relajante. Podemos hacer un sencillo aceite para masaje mezclando el zumo de medio limón, 20 dl de aceite de oliva y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
-Mascarilla hidratante. Con una cucharada de zumo de limón, dos de miel y tres o cuatro de aceite de oliva. Se deja que actúe entre 15 y 25 minutos.
-Manos agrietadas. Se combaten con una pasta hecha con zumo de limón, dos cucharadas de arcilla y otras dos de aceite de oliva. Aplicada sobre las heridas o grietas, y dejando que actúe media hora, alivia y regenera la piel.
-Exfoliante. Eliminaremos las pieles muertas masajeando la piel del cuerpo, los pies y las manos con una mezcla de aceite de oliva y sal gorda o azúcar. Estimula la circulación e hidrata y es especialmente eficaz con las durezas.
-Para el cabello seco. Antes del lavado aplicamos durante media hora una mascarilla de zumo de limón, aceite de oliva y medio aguacate. Si el cabello está cansado y sin vida podemos recuperarlo con una mascarilla hecha con dos cucharadas de limón, dos de aceite de oliva y una yema de huevo. Se masajea y se deja actuar diez minutos.

Aceite de almendras. Esencia natural
El aceite de almendras es rico en Vitaminas A, B y E y contiene propiedades muy nutritivas, hidratantes, regenerantes y desinflamantes que le hacen ideal para suavizar la piel. Está especialmente indicado tras exposiciones prolongadas al sol y también es bueno utilizarlo durante el embarazo para ayudar a que la piel se conserve elástica y evitar la aparición de estrías.
-Mascarilla para pieles mixtas. Muy equilibrada y muy purificante, se elabora mezclando cinco cucharaditas de agua de azahar, una de aceite de almendras dulces y tres de arcilla blanca (puede ser roja o verde también). Se aplica sobre el rostro y se deja que actúe media hora.
-Para pestañas fuertes. Aplicado directamente sobre ellas con los dedos y un suave masaje, favorece su crecimiento y fortalecimiento.
-Como desmaquillante. Al no ser agresivo con la piel, el aceite de almendras permite retirar fácilmente los restos de maquillaje (especialmente en los ojos). Es muy eficaz mezclado a partes iguales con vaselina y zumo de limón. Se aplica con la ayuda de un algodón.
-Mascarilla para pieles mixtas. Muy equilibrada y muy purificante, se elabora mezclando cinco cucharaditas de agua de azahar, una de aceite de almendras dulces y tres de arcilla blanca (puede ser roja o verde también). Se aplica sobre el rostro y se deja que actúe media hora.
-Para pestañas fuertes. Aplicado directamente sobre ellas con los dedos y un suave masaje, favorece su crecimiento y fortalecimiento.
-Como desmaquillante. Al no ser agresivo con la piel, el aceite de almendras permite retirar fácilmente los restos de maquillaje (especialmente en los ojos). Es muy eficaz mezclado a partes iguales con vaselina y zumo de limón. Se aplica con la ayuda de un algodón.

Aceite de argán. El tesoro de Marruecos
El aceite de argán se extrae de un árbol que crece, casi exclusivamente a lo largo de la costa marroquí. Probablemente sea el aceite más caro del mundo y desde tiempos remotos se asocia con múltiples beneficios alimenticios, estéticos y dermatológicos (en tratamientos para el acné, las arrugas y las heridas leves).
-Relaja, hidrata, regenera. Con zumo de limón y unas gotas de agua de azahar fabricamos un aceite perfecto para masajear y relajar los pies antes de ir a dormir. También ablanda las durezas e hidrata las grietas. Esta misma mezcla sirve para recuperar uñas estropeadas, quebradizas y con pieles alrededor, pero habremos de calentarla un poco primero y meter los dedos en ella durante 20 minutos.
-Calma la piel del rostro. Si mezclamos una cucharada de este aceite con dos de arcilla blanca y agua obtenemos una mascarilla de cara para pieles muy secas. La aplicamos durante 20 minutos.
-Pestañas largas y fuertes. Mezclado con aceite de ricino es un buen tratamiento para las pestañas que se hidratan, nutren y brillan más. Con agua de rosas es un buen desmaquillante.
-Recuperar un pelo fino o castigado. El alto contenido en ácidos insaturados del aceite de Argán hace que el pelo se hidrate en profundidad y recupere su brillo natural. Está especialmente recomendado para cabellos castigados por el sol, los tintes, los baños de mar y el cloro pero también es ideal para cabellos finos, secos o quebradizos por su alto contenido en vitamina E que hace que el cabello crezca más fuerte y brillante. También está indicado para problemas en el cuero cabelludo (eccemas, caspa...) pues hidrata y evita los enrojecimientos. Podemos añadir unas gotas a nuestro champú habitual o aplicarlo directamente sobre el pelo dejando que actúe al menos media hora. No usarlo en pelos grasos.
-Relaja, hidrata, regenera. Con zumo de limón y unas gotas de agua de azahar fabricamos un aceite perfecto para masajear y relajar los pies antes de ir a dormir. También ablanda las durezas e hidrata las grietas. Esta misma mezcla sirve para recuperar uñas estropeadas, quebradizas y con pieles alrededor, pero habremos de calentarla un poco primero y meter los dedos en ella durante 20 minutos.
-Calma la piel del rostro. Si mezclamos una cucharada de este aceite con dos de arcilla blanca y agua obtenemos una mascarilla de cara para pieles muy secas. La aplicamos durante 20 minutos.
-Pestañas largas y fuertes. Mezclado con aceite de ricino es un buen tratamiento para las pestañas que se hidratan, nutren y brillan más. Con agua de rosas es un buen desmaquillante.
-Recuperar un pelo fino o castigado. El alto contenido en ácidos insaturados del aceite de Argán hace que el pelo se hidrate en profundidad y recupere su brillo natural. Está especialmente recomendado para cabellos castigados por el sol, los tintes, los baños de mar y el cloro pero también es ideal para cabellos finos, secos o quebradizos por su alto contenido en vitamina E que hace que el cabello crezca más fuerte y brillante. También está indicado para problemas en el cuero cabelludo (eccemas, caspa...) pues hidrata y evita los enrojecimientos. Podemos añadir unas gotas a nuestro champú habitual o aplicarlo directamente sobre el pelo dejando que actúe al menos media hora. No usarlo en pelos grasos.

Aceite de rosa mosqueta. El aliado de las pieles sensibles
El aceite de rosa mosqueta es muy ligero, pues se absorbe rápidamente, y muy beneficioso para la piel por su poder antiinflamatorio y regenerante que, además, favorece la cicatrización de heridas (cortes, quemaduras...). Proviene de una planta silvestre originaria de Europa Central (aunque se encuentra también en África e India) y está especialmente indicado para pieles sensibles y con rojeces.
-Regenerador. Este aceite se recomienda durante el embarazo (especialmente en el último trimestre), aplicado con suaves masajes en los pechos y abdomen, para evitar las estrías.
-Alisador. La rosa mosqueta atenúa las arrugas, las líneas de expresión (patas de gallo) y el fotoenvejecimiento. Su continuo empleo genera diversas acciones positivas en la belleza del cutis: rejuvenecimiento, acción antiarrugas, antibolsas y antiojeras.
-Nutriente. Al ser rico en ácidos grasos esenciales, actúa en la regulación de la elasticidad cutánea y en el restablecimiento de la hidratación. Y es que previene de forma eficaz la pérdida de agua a través de la epidermis.
-Reafirmante. Además de sus efectos en las capas externas de la piel, el aceite de rosa mosqueta también revitaliza las células de las capas más interiores, los fibroblastos, células dérmicas productoras de colágeno, elastina y ácido hialurónico, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.
-Regenerador. Este aceite se recomienda durante el embarazo (especialmente en el último trimestre), aplicado con suaves masajes en los pechos y abdomen, para evitar las estrías.
-Alisador. La rosa mosqueta atenúa las arrugas, las líneas de expresión (patas de gallo) y el fotoenvejecimiento. Su continuo empleo genera diversas acciones positivas en la belleza del cutis: rejuvenecimiento, acción antiarrugas, antibolsas y antiojeras.
-Nutriente. Al ser rico en ácidos grasos esenciales, actúa en la regulación de la elasticidad cutánea y en el restablecimiento de la hidratación. Y es que previene de forma eficaz la pérdida de agua a través de la epidermis.
-Reafirmante. Además de sus efectos en las capas externas de la piel, el aceite de rosa mosqueta también revitaliza las células de las capas más interiores, los fibroblastos, células dérmicas productoras de colágeno, elastina y ácido hialurónico, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.

Aceite de aguacate. 'Puritita' hidratación
El aceite de aguacate es extremadamente rico en proteínas y vitaminas y tiene propiedades penetrantes que permiten su fácil absorción. Es muy beneficioso para hidratar todo tipo de pieles y para revitalizar y dar brillo al cabello débil y fino (mejora su estructura). Restaura la epidermis (es un buen protector solar), favorece la circulación sanguínea y la oxigenación de la piel, favorece la generación de colágeno y es un excelente antioxidante.

Aceite jojoba. El poder de de las semillas
El aceite jojoba es en realidad una cera líquida. Se díce que es el aceite cosmético más fino que pueda conseguirse y que tiene tantas proteínas que en Japón se utiliza como alimento. Está indicado para los problemas de la piel tanto por sequedad extrema como por desequilibrios de grasa (retarda la aparición de sebo en personas de piel grasa). Hidrata las pieles secas, nutre el cabello, es eficaz para aliviar la psoriasis y controlar los accesos de acné, actúa directamente contra el envejecimiento (su uso habitual facilita la regeneración celular y aumenta tanto la elasticidad como la suavidad y firmeza de la piel). Aceite de germen de trigo. Aplicado con un algodón directamente sobre la piel (también del rostro) la hidrata profundamente y le da elasticidad. En las embarazadas previene y reduce las estrías ya que es un vasodilatador. Añadiendo unas gotas al champú evitamos los problemas de caspa.