Revista Mía

Cocina a domicilio en el País Vasco a la que seguir la pista

Las terrazas y comedores abiertos con aforo limitado no han frenado las ganas delivery y take away.

Estos meses de confinamiento han significado el verdadero despegue del delivery de calidad, un servicio al que se han adaptado muchos hosteleros para poder amortiguar las pérdidas ocasionadas por el cierre obligado. Ahora, mientras los locales comienzan a retomar su actividad tímidamente, es lógico que la fiebre por la cocina a domicilio caiga un poco, pero ciertamente todo apunta a que ha llegado para quedarse. Después de repasar los más recomendables en Barcelona, Madrid o la Comunidad Valenciana, ponemos rumbo al norte para compartir contigo algunas pistas del País Vasco que no debes pasar por alto.

Sergio Humada regresaba de Barcelona a su Gipuzkoa natal el pasado verano para poner en marcha un ambicioso proyecto en Lasarte. Primero abrió Txitxardin, su espacio dedicado a la brasa y la tradición, y esta primavera todo estaba listo para Shuma, su gastronómico. Su apertura de momento queda aparcada mientras sigue trabajando terraza y comedor, así como un delivery de cocina tradicional que puso en marcha durante el confinamiento y que ha sido muy bien acogido en la zona. Txangurro, paletilla de cordero lechal asada o pastel de pescado no faltan en su carta, ahora también disponible para recoger en el local.

El de Ama Taberna es uno de los servicio delivery más originales que han surgido en el País Vasco. Desde Tolosa, Javi Rivero y Gorka Rico proponen un sistema por el cual tú te conviertes en chef y rematas el plato en tu propia cocina. Unos espárragos con papada, una ensaladilla de bogavante o un arroz con carabineros para sentirse orgulloso y no dejar de chuparse los dedos.

Iñake Azkue también se lanzó con una carta de cocina tradicional cortita como prueba en pleno confinamiento, que tuvo que ampliar porque sus clientes más fieles tenían ganas de más. Ha llegado a casas que no conocían su restaurante de San Sebastián y ha conquistado paladares que ahora llaman para reservar en su terraza y comedor ya abiertos. Le ha traído muchas alegrías y es un concepto que está explorando y abriendo nuevas ideas. Entre sus apuestas, clásico como sopa de pescado o kokotxas al pil pil.

Edorta Lamo puso patas arriba la parte vieja de Donosti con su A fuego negro, un local de tapas descaradas con un punto de locura que fue un antes y un después para una zona adormilada por la costumbre y la tradición. Recientemente se trasladó a la montaña alavesa desde donde ha puesto en marcha un concepto delivery más desenfadado que el que se sirve en sala pero siempre recomendable. Entre sus apuestas, costilla de jabalí o alitas de pollo Lumagorri.

Otro que se ha subido a la ola de ‘tú te lo acabas de guisar’ es esta casa, con locales en Bilbao y en Getxo. “Inyectar la pipeta” o “pinchar la bolsa y al micro” son algunos de los mensajes que anotan a mano en las cajas, invitándote a rematar la jugada. Su carta ofrece platillos como las vieiras a la brasa, sopita de maíz, alga codium y huevas o unos takitos de pato al pastor con salsa de tamarindo.

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