10 clásicos de la Navidad
Desplegamos el mapamundi para señalar 10 destinos que conservan las tradiciones más entrañables. Sin ellas estas fiestas no serían lo mismo.
Abeto de la Plaza de la Ciudad Vieja (Praga)
La Navidad checa comienza el 26 de noviembre, cuando se encienden las 100.000 bombillas que adornan este magnífico ejemplar de abeto que preside cada año la Staroměstské náměstí (Plaza de la Ciudad Vieja). A los praguenses les encanta hacerse fotos junto a él, es uno de los recuerdos más entrañables de las fiestas, así que las colas a los pies del árbol son larguísimas. Para aliviar la espera, nada mejor que entretenerse tomando un vánočka (bollo trenzado).
Belén de Salzillo (Bilbao)
Este año, el famoso belén realizado por el artista Franscico Salzillo a finales del siglo XVIII viaja del Museo Salzillo de la capital murciana al Museo de Bellas Artes de Bilbao, en donde se podrá contemplar hasta finales de febrero. Este conjunto de figuras policromadas que emulan a personajes murcianos de la época es una joya de la imaginería religiosa del Barroco español.
Panettone (Milán)
Hay varias leyendas alrededor de este pan dulce de origen italiano. Una de ellas cuenta que el Duque Ludovico Il Moro, señor de Milán, mandó preparar un banquete de Nochebuena, pero el postre se quemó. Para solventar el desastre, en la cocina decidieron presentar un pan dulce que un ayudante había preparado para su propia familia. Al Duque le encantó este humilde postre elaborado por este pinche llamado Toni, de ahí el ‘Pan de Toni’. Los italianos suelen toman este bizcocho navideño con chocolate y un vino dulce.
Luces navideñas (Londres)
Ver la ciudad brillar bajo las guirnaldas de luz es uno de los espectáculos gratuitos que ofrece la Navidad londinense. Las primeras se encienden en Oxford Street (el 6 de noviembre) desde 1959. Solo la recesión detuvo esa tradición durante dos años: 1976 y 1977. Este año, las de Carnaby Street homenajean la década de los 60, las de Covent Garden forman grandes esculturas brillantes y las de Bond Street se inspiran en plumas de pavo. No hay que perderse tampoco la iluminación que cubre el edificio del mítico Harrods o el gran lazo rojo que envuelve la sede londinense de Cartier.
Pista de patinaje del Rockefeller Center (Nueva York)
Icono navideño y cinematográfico (ha salido en más de cien películas). Esta pista de patinaje, situada entre las calles 49 y 50 y la 5ª y 7ª Avenida, está abierta de octubre a abril para todos aquellos que estén dispuestos a hacer cola (no se puede reservar) y pagar un poco caro el capricho de deslizarse por un lugar único (las sesiones de patinaje de 60 minutos cuestan entre 25 y 35 € dependiendo de la temporada).
Mercado navideño de la catedral (Colonia)
Juguetes de madera, preciosos adornos artesanales o un vino caliente especiado para contrarrestar el frío son algunas de las tentaciones navideñas que se asoman en los 150 puestos del mercado de Adviento que se sitúa cada año junto a la catedral de la ciudad. Y una curiosidad, en este imponente templo gótico se guardan las reliquias de los Reyes Magos.
Turrones de Casa Colomina (Barcelona)
Los Colomina son turroneros de Xixona desde 1908. Como temporeros del turrón, cada Navidad viajaban de esta ciudad alicantina a Barcelona para comercializarlo. Hoy, la nueva generación, ya asentada en la Ciudad Condal, vende en su tienda de la calle Cucurulla, 2, dulces navideños y turrones de crema, Jijona, Alicante, coco o nata-nuez que son auténticas delicias.
Uvas de la suerte de la Puerta del Sol (Madrid)
Se dice que la tradición de tomar las uvas en Nochevieja fue promovida por agricultores de Alicante y Murcia en 1909 para colocar el excedente de producción. Pero lo cierto es que esta costumbre se remonta a 1896. Hoy, más de 70.000 personas se acercan a la Puerta del Sol madrileña para despedir el año comiendo las doce uvas al ritmo de las doce campanadas de su reloj (este año ha cumplido 150 años), mientras millones de españoles siguen la tradición desde casa.
Concierto de Año Nuevo (Viena)
Escuchar la música de Strauss que la Filarmónica del Viena interpreta en el Musikverein cada 1 de enero es un privilegio al alcance de muy pocos. Sin embargo, asistir no es solo cuestión de dinero, ya que las entradas se sortean cada año entre las personas que se registran en la web de la Filarmónica entre el 2 y el 29 de enero. Eso sí, hay rangos de precio: las más baratas, de pie, cuestan 35 € y las más caras, más de mil.
Cabalgata de Reyes (Alcoy)
Tiene el honor de ser la más antigua de España y la que mejor guarda la tradición (sus Majestades llegan en camellos). Participan en ella todos los alcoyanos, unos haciendo de pajes reales, otros de antorcheros o campesinos. Un día antes, el 4 de enero, llega el Embajador Real acompañado por un grupo de borriquillos en cuyas alforjas van los buzones en los que los niños depositan sus cartas.
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