Jane Fonda está cada vez más cerca de cumplir los 80 años y su mirada permanece imperturbable. La actriz sigue siendo una de las mujeres más admiradas del mundo por su espectacular actitud frente al paso del tiempo (física e interiormente). Repasamos su trayectoria del blanco y negro al color en unas imágenes que no dejarán indiferente a nadie. ¿Ha hecho realmente un pacto con el diablo?
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La niña mimada de Hollywood
El nombre de Jane Fonda nunca fue indiferente para el mundo de Hollywood. Su nacimiento marcó profundamente su futuro dentro del mundo del cine. Hija del actor Henry Fonda y Frances Ford Seymour, Jane creció rodeada del aire artístico de su familia. De hecho su hermano y una de sus sobrinas también son actores.
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Su padre
Aunque en sus comienzos como actriz, su apellido pesó y no precisamente para bien, Jane Fonda no necesitó desligarse de su familia para labrar su propio camino y pronto fue reconocida por sus grandes dotes interpretativas. Era muy común, de hecho, ver a Jane posando feliz junto a su padre.
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Sus inicios
Jane Fonda debutó en los años 60 con papeles en los que fue descrita como "la más joven encantadora actriz" por parte de la crítica. Poco tiempo después (1965) una publicación especializada (Havard Lampoon), la nombró peor actriz del año. No parecía un buen comienzo para Jane.
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Barbarela
Su historia no tardaría mucho en dar un giro de 180º y fue gracias a un papel gracias al cual hay un antes y un después en su vida. Barbarella, el conocido personaje de comic, cobró vida en el cuerpo perfecto de Jane Fonda en el año 1968. Había nacido un mito sexual.
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Defensora de la justicia
A partir de aquel momento nacio 'la nueva Jane Fonda', una mujer mucho más liberada de estereotipos tanto en su carrera profesional como en su vida personal. Fonda se convierte en una activista en contra de la guerra y una gran defensora de los derechos civiles. No era extraño verla en manifestaciones incluso en contra de la guerra de Vietnam.
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Grandes cambios
Su cambio interior vino acompañado de un gran cambio exterior. Jane Fonda abandonó temporalmente su melena larga y rubia por este atrevido cabello color negro y un moderno estilismo.
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Naturalidad ante todo
Con los años, Jane Fonda abandonó su aire más duro y volvió a la imagen más suave con la que la conocimos. Eso sí, apostando en todo momento por una gran naturalidad fuera cual fuera su look. Durante finales de los 70 y principios de los años 80, Jane comenzó a explotar su faceta más espiritual, según ella, uno de los fuertes de su belleza exterior.
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Reina del fitness
Al mismo tiempo que continuaba con su faceta como actriz y escritora, Jane apostaba por otra de sus grandes pasiones. El deporte se convirtió en uno de sus grandes fuertes y, durante la década de los 80 Jane promocionó el aerobic por medio de la práctica del mismo en casa.
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Una ganadora
Lejos de descuidar su faceta como actriz, Jane Fonda fue creciendo en popularidad y en éxito. La actriz llegó a ganar dos Oscars de la Academia. Uno por la película 'Vuelta a casa' en 1978 y otro por la película 'Klute' en el 71. Sin embargo, su palmarés no termina ahí. Tiene cuatro Globos de Oro, dos premios Bafta, un Emy, además otras numerosas distinciones.
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Amigos Vip
Jane Fonda ha tenido muy buenos amigos. Precisamente con Michael Jackson y su visión sobre la muerte, existe una curiosa anécdota que ella misma contó en su biografía: "En la década de 1970 llegó a visitarme en Santa Bárbara el cantante Michael Jackson. Le señalé un punto al borde de un acantilado que dominaba el océano Pacífico donde pensé que me gustaría que me enterraran. Me sorprendió que, invadido de pánico, exclamara: "¡No, no!" . Le resultaba incomprensible y aterrador que yo aceptara mi propia muerte con tanta naturalidad".
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Una imagen insólita
Jane Fonda no siempre ha proyectado esa imagen de salubridad que hoy en día seguimos conociendo. En el año 2009, la actriz fue sometida a una operación de rodilla que la mantuvo postrada en una silla de ruedas durante semanas.
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Pacto con el diablo
Superada aquella etapa, Jane Fonda siguió adelante erigiéndose como una de las mujeres maduras más hermosas del mundo. Tras retirase de la actuación en 1991, Jane no ha perdido interés desde el punto de vista mediático. Tres matrimonios fallidos y una posición feminista ante la vida, han convertido a Fonda en una de las mujeres más admiradas por el público femenino a lo largo de los años y que se acrecienta ahora que se acerca tan peligrósamente a los 80.
