¿Cómo elegir el exfoliante?

¿Por qué hay que usar estos productos?

Entre 21 y 28 días dura el proceso natural de recambio celular, pero a veces es necesario darle ‘vidilla’. ¿Su objetivo? Hacer la piel más permeable para que absorba mejor los principios activos. “Si quieres una actuación ligera elige un scrub o peeling mecánico o de arrastre; suelen tener formato crema e incorporan microgránulos (cristales de aluminio, perlite, huesos molidos de frutas), mientras que los químicos contienen ácidos (alfa hidroxiácidos, glicólico o mandélico) y los enzimáticos tienen enzimas proteolitícas derivadas de frutas”, explica el doctor Gabriel Serrano, fundador de Sesderma y director de la clínica Doctor Serrano en Valencia.

¿Hay uno para cada tipo de piel?

Hay uno para cada tipo de piel. Si la tienes grasa o mixta, elige uno oil free y en formato sérum o gel. ¿Normal o seca? Una loción o crema. También es fundamental, aclara Inmaculada Canterla, farmacéutica, skin coach y directora de Cosmeceutical Center, tener en cuenta el objetivo que se persigue. “Si tienes problemas de grasa busca uno seborregulador. En caso de manchas, un scrub que regule la función melánica y/o vascular, y cuando no hay luminosidad, uno estimulador del tono”.

¿Es mejor uno mecánico o químico?

Pues depende del caso y tipo de piel. “No es ni mejor ni peor, cada uno tiene sus propiedades e indicaciones, y su empleo va a depender del caso concreto del paciente”, asegura Inmaculada Canterla.

¿Puedo hacerlo si mi piel es frágil?

Si tu piel es sensible, tiene rosácea o cuperosis es probable que reaccione ante un estímulo (el exfoliante) que empeora los síntomas y los desórdenes inflamatorios de base. Elige uno específico para piel reactiva.

¿Siempre se deben aclarar o retirar?

Depende del modo de empleo de cada fórmula. Lo cierto es que sí es aconsejable neutralizarlos. Bien con un limpiador, agua termal o con tónico calmante.

¿Qué ‘pre’ y ‘pos’ cuidados hay que seguir?

Si es un peeling médico, como tratamiento previo, Inmaculada Canterla recomienda hacer una cura de dos a cuatro semanas con retinoides (derivados de la vitamina A). “Esta sustancia normaliza el estado del estrato córneo y favorece una penetración uniforme del agente exfoliante. Hay que interrumpir su aplicación dos o tres días antes del procedimiento. ¿Y después? “Los tres días posteriores al peeling es recomendable usar fórmulas hidratantes y calmantes, y después de este tiempo volver a aplicar ácido retinoico. Si el renovador es de uso domiciliario, el doctor Serrano aconseja, como paso previo, asear la piel con una crema espumosa sin jabón o usar un limpiador liposomado. ¿Y tras la actuación del exfoliante? “Aplica algún antioxidante o sérum de textura ligera y después hidratante de efecto antiaging con una textura más densa”.

¿Se puede exfoliar el contorno de los ojos?

La piel de esta zona es sensible y fina, así que la mayoría de los productos del mercado recomiendan dejarla a salvo. Aun así, hay técnicas eye peel. “Se realizan en cabina y mediante ácidos se consigue difuminar arrugas y líneas finas sin causar un eritema prologando”, dice Canterla.

¿Cómo lo debo utilizar en el rostro?

Es importante leer las indicaciones del fabricante y seguirlas a rajatabla. Como norma general, si es de arrastre, explica De Hoyos, ponlo una o dos veces por semana, con la piel humedecida, y potencia sus efectos haciendo movimientos circulares con un cepillo de limpieza. “Empieza por la frente, el mentón y pasa, por último, por las mejillas”. ¿Y si es químico? El doctor Serrano recomienda empezar a trabajar donde la piel es más resistente. “Extiende en la frente, baja a las mejillas y termina en el labio superior y la nariz”.

¿Tienen efectos secundarios?

En general, explica Canterla, cuanto más profundo es el peeling mayores mejoras se producen, aunque también aumenta el tiempo de curación, los riesgos, las complicaciones y las molestias. “Para minimizarlas, sobre todo en el caso de un peeling médico, es fundamental seguir las recomendaciones pautadas. “Evita la exposición solar y usa crema de protección solar de amplio espectro durante al menos dos meses”, precisa la doctora Maroto.

Mascarilla exfoliante

En la imagen: Mascarilla exfoliante Cleanance Mask (15,15 €), Avéne.

Exfoliante corporal

En la imagen: Crema Corporal de exfoliación profunda de la línea Rose Pepper (15 €), Apivita.

Discos exfoliantes

En la imagen: Discos Glycolic Exfoliating Pads (41,80 €), Bruno Vassari.

Exfoliante de café

Mezcla café molido (contiene cafeína, un ingrediente que actúa como quemador de la grasa y es imprescindible en cosméticos anticelulíticos y reductores), con sal y una cucharada de miel y aplica la preparación en las cartucheras con movimientos ascendentes y circulares. Combates los acúmulos grasos y reduces la antiestética piel de naranja.

Con microgranos

En la imagen: Crème à micrograins Doux Polissant (35 €), Clarins.

¿Y si es corporal?

También es fundamental hacer un barrido intensivo para dar luminosidad y tersura. “Procura, explica el dermatólogo de Valencia, ser cuidadosa en zonas delicadas como el escote y los senos y empléate a fondo en áreas rugosas del cuerpo, tales como codos, rodillas o tobillos”.

Peeling enzimático

En la imagen: Enzyme Peeling en polvo (14,95 €), Daytox (de venta exclusiva en Douglas).

Reductor de poros

En la imagen: Tratamiento tratamiento reductor de poros (58 €), dr.Brandt (en Sephora).

¿Se puede usar el mismo para cuerpo y rostro?

Aunque hay productos multiusos, lo ideal es usar uno específico. “La piel corporal es más gruesa (sufre la fricción de la ropa) y necesita un gránulo más grande, rugoso y abundante, mientras que la piel de la cara es más fina y necesita una composición y concentración adaptadas”, aclara Inmaculada Canterla.

Scrub&Mask

En la imagen: Scrub&Mask (39,90 €), Filorga.

Opciones lip scrub

En la imagen: Cepillo Issa para el cuidado dental y que también se puede usar para una suave exfoliación de labios (169 €), Foreo.

¿Con qué frecuencia se deben usar?

Depende de las necesidades de cada piel y de su tipología. “Como norma general, dice Serrano, se recomienda una exfoliación cada 7 días si se tiene la piel seca y dos veces por semana si es grasa”. “Si el procedimiento es en consulta, explica De Hoyos, será pautado de forma semanal, cada quince días o mensual”.

Para labios y el contorno de los ojos

En la imagen: Exfoliante para el contorno de labios y ojos (19,05 €), Germaine de Capuccini.

Producto de microdermoabrasión

En la imagen: Crema de microdermoabrasión Abradermol (22,50 €), Sesderma.

Toallistas exfoliantes

En la imagen: Toallitas micelares purificantes (14 €), Haute Custom Beauty.

Exfoliante facial

En la imagen: Exfoliante facial Essentials (14,20 €), Martiderm.

Mascarilla casera con avena

Forma una pasta consistente con 1 cucharadita de avena (tiene efecto calmante), dos fresas maduras machadadas y tres cucharadas de yogur natural sin azúcar. Extiende por el rostro, masajea suavemente, déjala reposar 5 minutos y retira con un tisú humedecido.

Exfoliante body care

En la imagen: Refining Body Care (48 €), Shiseido.

¿Se pueden combinar varios tipos?

Sí, explica el doctor Serrano, aunque hay que ser prudente y conocer bien los productos que estamos utilizando. “Usa cosméticos exfoliantes de calidad que estén asesorados por un profesional”. Para un procedimiento en cabina, los ciclos terapéuticos serán medidos. “El patrón y la combinación dependerá del problema que se trate, la indicación, las necesidades y el tipo de piel”, aclara Canterla.

Peeling con prescripción

Se realizan en la consulta de un dermatólogo o un médico estético mediante sustancias químicas y/o láser y tienen efecto a nivel superficial, medio o profundo. “El primero elimina pequeñas alteraciones, mejora arruguitas finas, cierra el poro y equilibra la piel grasa. El segundo está indicado para tratar las manchas solares, las cicatrices del acné y minimizar arrugas profundas. Los últimos se realizan con láser CO2 fraccionado y consiguen una renovación de la piel. En todos los casos hay que usar fotoprotección y evitar los baños de sol”, explica la doctora María Rosa García Maroto, de Clínica de la Fuente. Desde 150 €.