En este caso, las partes de las
piernas que más se resienten son las rodillas y la cara interna de los muslos. ¿La razón? Los músculos abductores, si no se trabajan, se acaban debilitando. “Además, la celulitis, enemiga de las piernas, también favorece la flacidez”, dice Crispín.Cosmética de apoyo. Alterna una loción tonificante con el
anticelulítico. Date la primera al salir de la ducha, los vapores del agua favorecen que el poro se abra y los activos penetran mejor. Deja el anticelulítico para la noche (la posición horizontal durante el sueño aumenta el flujo sanguíneo). Aplica ambos con pasadas envolventes e insiste en la zona de las ingles y las rodillas.Endurece con... un entrenamiento divertido. “Se trata de la actividad Made in Brasil. En ella se practican coreografías que se realizan llevando tobilleras”. Tratamiento. “Lo ideal es abordar el problema desde varios frentes: sesiones de radiofrecuencia con LPG (75 €, sesion), una tecnología que tensa mediante la producción de calor, y combinarlo con
electrofitness (39 €, sesión), unos impulsos eléctricos que contraen y relajan el músculo”, dice Ibarreche. La opción quirúrgica.
Consiste en lo siguiente: tras retirar la grasa y recoger
la piel descolgada, se corrige
el contorno de los muslos.
La cicatriz queda camuflada en los pliegues de la ingle o del glúteo.