No se entienden unas vacaciones plenas sin disfrutar de la gastronomía local, para lo cual es fundamental documentarse bien previamente, sobre todo en destinos como este, poco conocidos por su recetario.
Uno de los mayores atractivos que tiene viajar es poder disfrutar de la gastronomía autóctona. Incluso en destinos como Irlanda, donde la comida no parece su fuerte a priori, se pueden pasar grandes ratos alrededor de una mesa degustando recetas tradicionales.
Aunque todo el mundo vuelve de vacaciones presumiendo de haber probado esto típico o aquello, en realidad no son tantos los que de verdad han buceado en la cultura alimentaria del destino del que acaban de regresar. Comerse un crepe en Estrasburgo por mucho que sea Francia o una paella valenciana en Salamanca no es disfrutar de la comida local, por poner dos ejemplos. La primera fue parte de Alemania durante muchos años y su gastronomía tiene mucho más de germánica que de francesa, y la segunda… bueno, de la segunda no hay nada que aclarar que no sepas.
Para que no cometas los errores que tanto criticamos a los extranjeros que nos visitan, es fundamental documentarse previamente. Si lo hacemos sobre los monumentos, museos o paisajes naturales imperdibles, ¿por qué no hacerlo también de la gastronomía local? En países pequeños como la República de Irlanda es más sencillo porque además el clima es más o menos similar en todo su territorio, lo que da una forma más homogénea a su recetario clásico, con una regionalidad menos marcada.
El cerdo y el cordero, los productos del mar, especialmente mariscos y salmón, el pescado por excelencia de la gastronomía de las islas británicas y, sobre todo, los guisos y sopas de invierno, además de la presencia protagonista de las patatas, alimento profundamente relacionado con la historia del país desde su introducción en Europa, son elementos característicos de sus platos más conocidos.
Nosotros hemos rescatado seis imprescindibles que no puedes dejar de probar cuando vayas. Como verás, en general poco tienen que ver con los nuestros, pero eso es una dosis extra de motivación para comprar mañana mismo un billete a Dublín. Al fin y al cabo, lo que más apetece al viajar es desconectar de lo que vives cada día en casa por mucho que esto te guste. Coge papel y boli y toma nota. Si los riegas con una buena Guiness o no it's up to you!
Pan de soda (Foto: despositphotos)
Pan de soda
Es uno de los panes más fáciles y rápidos del mundo de hacer porque la levadura se sustituye por bicarbonato sódico y está listo antes que nuestros panes tradicionales pero esto no va de hacerlo en casa, sino de conocer por qué es un pan típico de Irlanda. Y eso, por el detalle del bicarbonato y por el otro ingrediente estrella de la masa, buttermilk, conocido también como suero de leche, que no es otra cosa que el líquido que se consigue de la nata al ser batida y convertida en mantequilla. Encontrarás recetas muy variadas: clásico, con semillas, dulce, incluso con cerveza, así que aprovecha para probarlas todas ellas. En rebanadas y con mantequilla untada, por supuesto.
Coddle (Foto: depositphotos)
Coddle
En Dublín, ciudad que pisarás seguro si visitas la República de Irlanda, hay un plato típico que se llama coddle. Su nombre proviene de la cocción lenta, con mimo, que se le dan a los ingredientes de este estofado cuyas sobras se asan junto a rebanadas de salchicha de cerdo que pueden estar rebozadas con tocino, cebolla y patatas. Se condimenta con alguna hierba y en algunos restaurantes pueden añadir un chorro de cerveza Guiness pero no es así en la receta tradicional.
Boxty (Foto: depositphotos)
Boxty
De nuevo la patata al poder. En este caso, hecha masa en forma de bola o tortita que se come de forma similar a los pancakes. Se puede hornear o freír y se acompaña de distintos alimentos típicos de las islas británicas como el bacon, el salmón, las salchichas o los huevos.
White and black pudding (Foto: depositphotos)
White and black pudding
Aunque es verdad que podemos presumir de tenerlo excelente en España, el embutido de cerdo se come en muchas otras partes del mundo. En Irlanda, por ejemplo, hacen una especie de morcilla que llaman black pudding que conviene que conozcas para no equivocarte cuando la pidas para desayunar. Muy similar es el white pudding, otra especie de salchicha de cerdo que en su elaboración no lleva sangre, de ahí la diferencia de color entre ambas. Suelen usarlas también en restaurantes más allá de los desayunos, en platos más originales como risottos, recetas con marisco e incluso como guarnición de sopas.
Estofado irlandés (Foto: depositphotos)
Estofado irlandés
El cordero es quizá la carne que más se consume en Irlanda después del cerdo y con ella se prepara un guiso tradicional que sería algo así como su versión del clásico ragú. Patata, cebollino, zanahoria, cebolla, perejil u otras variedades vegetales se guisan muy despacio junto al cordero troceado. Está muy rico y tiene mucho alimento, por lo que es posiblemente el plato más completo de la gastronomía irish.
Colcannon (Foto: depositphotos)
Colcannon
Un plato tradicional tanto en Irlanda como en algunas zonas de Escocia es este puré de patatas aromatizado del que también existen distintas versiones, si bien todas ellas -las tradicionales al menos, ya que las vanguardistas utilizan kale, por ejemplo- llevan repollo o col rizada, cebolleta, mantequilla. Un plato que es más bien un acompañamiento propio de hogares humildes que forma parte de la esencia de la cocina irlandesa, sobre todo del sur del país. También puedes probar el champ, similar al colcannon, pero más propio del norte del país.