Aprende a hacer un presupuesto doméstico
Prefecto para ti si eres de las que no llega a fin de mes.
Si no llegas a fin de mes o gastas por encima de tus posibilidades..., ¡apunta y controla! Porque revisar de forma crítica tus pautas de consumo es la mejor forma de corregirlas.
¿Estás entre ese 11% de la población que no llega a fin de mes? ¿O perteneces a ese 32% que, según Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros), ocasionalmente acaba el mes sin un euro?, o peor aún, ¿pertecenes a ese otro 40% que no tiene ninguna capacidad de ahorro? Si eres una de estas personas, quizá deberías plantearte organizar mejor tu economía, conocer tus ingresos y controlar tus gastos.
La mejor manera de lograrlo es realizando un presupuesto familiar.
Repasa tus finanzas
Lo primero es convencerse. Puede parecer aburrido o complicado repasar de arriba a abajo tus finanzas, pero adquirir esta costumbre te permitirá descubrir en qué se te escapa el dinero, no gastar más de lo que ganas e incluso llegar al 10% de ahorro que los expertos recomiendan, como Jorge Campos, experto en economía doméstica y creador de la página web www.mieconomiafamiliar.com.
Campos afirma que "este ahorro deberíamos destinarlo a ir construyendo poco a poco un fondo de emergencia que nos permita cubrir imprevistos y gastos extraordinarios”. Pero no puedes estar sola en esto: convence al resto de tu familia para colaborar, o el esfuerzo no valdrá la pena.
Hay cientos de aplicaciones digitales para hacer un presupuesto doméstico, pero si vas a tirar de papel y calculadora la estructura es básica: una parte para los ingresos y otra para los gastos. “En columnas iríamos poniendo los meses del año, desde enero hasta diciembre y una más para el total”, explica Campos. La columna de ingresos debe contener todas las entradas de dinero, como la nómina, prestaciones por desempleo, jubilación, pagas extra, incluso los intereses generados de cuentas o depósitos. Y ahora viene el paso más difícil: contabilizar los gastos.
Deberás apuntar tres tipos: los fijos obligatorios (hipoteca, alquiler o préstamos bancarios), los variables necesarios (como el gas, la luz, la comida o el transporte) y los variables prescindibles (tabaco, viajes, ocio). “Debemos coger el hábito de anotar día a día todos nuestros gastos”, aconseja el experto. “Una cosa es que al elaborarlo apuntemos -por ejemplo- que vamos a emplear 200 € en alimentación cada mes, y otra diferente controlar lo que nos gastamos cada vez que hacemos la compra en el supermercado. Así tendremos un dato real de cuánto es y nos daremos cuenta de que en muchas ocasiones es más de lo que pensábamos”, explica.
Lleva una libreta siempre encima para apuntar hasta el precio del café de media mañana y guarda los recibos y los tiques de compra. “Según mi experiencia, hay bastantes hogares en los que llevar con rigor un presupuesto familiar les ayuda a disminuir de forma significativa sus gastos corrientes”, asegura Campos. “Lo más importante es ser constante y metódico”, puntualiza.
Por Álex Izquierdo