Revista Mía

¿Y si no me desmaquillo?

¿Sabes qué le pasa a tu piel cuando te vas a la cama sin quitarte el maquillaje? Todas lo hemos hecho en alguna ocasión y pensamos que no tiene consecuencias.

¿Sabes qué le pasa a tu piel cuando te vas a la cama sin quitarte el maquillaje? Todas lo hemos hecho en alguna ocasión y pensamos que no tiene consecuencias.

Después de un día intenso, muchas veces nos da pereza dedicar unos minutos a limpiar e hidratar la piel. Sin  embargo, las consecuencias de no hacerlo, aunque solo sea una noche, las paga tu piel, que envejecerá.

Así funciona la piel

La noche es el momento del día en que la piel se regenera y renueva, si no está limpia se acelera el envejecimiento, apareciendo arrugas y falta de luminosidad.

Esa es la razón por la que es básico quitar de la piel los residuos de maquillaje y toda la suciedad que se acumula en la cara durante el día. De hecho, aunque lo hagas de forma ocasional, tiene consecuencias.

Una redactora del Daily Mail hizo una prueba con su propia piel que te hace ver lo que ocurre cuando no te quitas el maquillaje. Estuvo un mes sin desmaquillarse antes de dormir, directamente aplicándose crema y a la mañana siguiente volviéndose a maquillar. Su piel reflejó un envejecimiento de 10 años.

¿Qué ocasiona cada producto?

Los dermatólogos afirman que las consecuencias que tiene dejar los diferentes productos en la piel antes de irse a dormir varían en función de la cantidad de producto utilizada, la calidad de los cosméticos, el tipo de producto y las características de cada piel.

- Base de maquillaje: es un cosmético denso, por lo que otros productos, como ácaros, bacterias, contaminación…, se acumulan en la piel que lleva base de maquillaje. Impide la circulación de la piel y esta no se renueva. Al no quitarlo por completo la piel perderá luminosidad, colágeno, aparecerán arrugas, puntos negros y granos.

- Pintalabios: generará grietas y resequedad en los labios, así que es muy importante quitarlo bien antes de irse a dormir.

- Máscara de pestañas: muchas veces te desmaquillas, pero se queda algo de rímel. Esto hace que los párpados se resequen y se acumulen bacterias, lo que puede acabar derivando en una conjuntivitis. Las pestañas también sufren ya que se vuelven mucho más débiles.

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