Corazón de Tela
Los corazones de tela como elemento decorativo son muy típicos en los países del norte de Europa. Rara es la ventana o el pomo de puerta que no tiene uno en las casas de Noruega, Suecia o Alemania. Son...
Los corazones de tela como elemento decorativo son muy típicos en los países del norte de Europa. Rara es la ventana o el pomo de puerta que no tiene uno en las casas de Noruega, Suecia o Alemania. Son muy fáciles y baratos de hacer y pueden dar un toque más hogareño a cualquier habitación.
Lo divertido es combinar telas de distintos colores o estampados, utilizar todo tipo de materials, desde arpillera a seda pasando por plástico o tela de algodón y ponerles algún elemento que los persobalice. Todo vale y la técnica es siempre la misma.
Materiales que necesitamos:
-Un corazón dibujado en papel y recortado. Será nuestra plantilla y puede tener la forma y tamaño que queramos.
-Lápiz
-Tijeras.
-Hilo blanco, agujas, alfileres y dedales.
-Cintas de seda, terciopelo, algodón, raffia…
-Tela de dos colores combinables. En este caso una tela blanca y otra de cuadros vichy rosa.
-Relleno para cojines.
-Iniciales grabadas.
Colocamos la plantilla del corazón sobre una de las telas y lo dibujamos.
Repetimos la operación en la otra tela.
Recortamos los corazones de tela dejando unos dos centímetros entre el dibujo y el corte.
Cortamos un trozo de cinta cuyo largo sea el doble de lo que mide el corazón de largo.
Fijamos la cinta con un alfiler, teniendo en cuenta que los bordes cortados deben quedar en la parte de arriba del corazón (en la V de arriba).
Ponemos encima el otro corazón de tela (la cinta quedará oculta entre los dos corazones de tela. Hay que asegurarse de que al poner un corazón sobre otro, las caras de las telas que tienen dibujado el corazón con lapiz queden hacia fuera. Conviene fijarlas en dos o tres o tres puntos con alfileres.
Con hilo blanco y aguja fina, cosemos los dos corazónes con puntadas cortas y siguiendo el dibujo de lapiz. Conviene empezar en mitad de uno de los lados más largos del corazón.
Terminamos de coser unos cinco centímetros antes de encontrarnos con la primera puntada, de modo que quede una abertura por la que nos resulte fácil introducir el relleno.
Recortamos un poco más el borde sobrante del corazón y hacemos unos pequeños cortes en la parte de arriba (la que tiene fortma de V) para que la tela no haga un pliegue cuando le demos la vuelta.
Damos la vuelta al corazón, de modo que las costuras queden por dentro y la cinta de color por fuera.
Comezamos a rellenarlo con la espuma para almohadas hasta que esté bien lleno y al presionarlo no se nos hunda el dedo. Hay quien para reciclar y ahorrar, utiliza como relleno retales de telas viejas cortados en trozos muy pequeños.
Cerramos la abertura de nuevo con puntadas pequeñas lo más invisibles posible.
Para personalizar el corazón podemos coser en el centro una inicial bordada, una flor, un lazo…