Revista Mía

No te Líes con el Papeleo Médico

La burocracia de la sanidad pública puede resultar algo complicada si no tienes las cosas muy claras. Te contamos cuáles son tus derechos y cómo realizar tus gestiones para poder ejercerlos. SOLICITA...

La burocracia de la sanidad pública puede resultar algo complicada si no tienes las cosas muy claras. Te contamos cuáles son tus derechos y cómo realizar tus gestiones para poder ejercerlos.

SOLICITAR UNA SEGUNDA OPINIÓN.

Es posible pedirla cuando se padece una enfermedad diagnosticada como de pronóstico fatal, incurable o que compromete gravemente tu calidad de vida, o bien cuando el tratamiento propuesto conlleva un elevado riesgo vital. “Aunque, según la Ley de Autonomía del Paciente, también podrías solicitarla en casos menos graves cuando haya diversidad de abordajes de tratamiento”, explica Antonio Navarro, abogado especializado en derecho sanitario y árbitro del Colegio de Abogados en la Sala de la Salud.

Cómo hacerlo. En cada comunidad autónoma es diferente, pero muchas de ellas (Andalucía, Madrid y Cataluña, por ejemplo) tienen una unidad específica de tramitación de segunda opinión médica. Sólo tienes que preguntar el teléfono de la de tu comunidad en tu centro de salud.

ACCEDER A LA HISTORIA CLÍNICA.

Todos tenemos derecho a una copia completa de nuestra historia clínica (o de la de un familiar directo fallecido). “Y no necesitas aducir ningún motivo, sino simplemente solicitarla, porque es una propiedad tuya, aunque las autoridades sanitarias la tengan en guarda y custodia”, afirma Antonio Navarro.

Puedes solicitarla en tu centro de salud (tardarán 72 horas) o en el servicio de atención al paciente del hospital donde te hayan tratado.

CAMBIAR DE DOMICILIO Y NO DE MÉDICO.

Todo aquel que quiera ser atendido en un centro de salud que no le corresponda (porque está cerca de su trabajo, le gustan más los doctores que pasan consulta allí, etc.) puede pedirlo, pues es un derecho recogido en la Ley General de Sanidad, explican desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. En la práctica, no todas las ciudades tienen infraestructura para facilitar el cambio, aunque lo que sí es fácil es conservar tu médico de siempre aunque te mudes de domicilio.

Debes acudir al centro de salud que tengas asignado actualmente: allí te facilitarán los impresos para realizar el traslado (o para permanecer en ese mismo aunque ya no te corresponda).

No te olvides de pedir una copia de tu historia médica para poder llevarla a tu nuevo centro de salud o médico de cabecera.

VIAJAR SEGURO.

Si vas a visitar otro país, infórmate antes sobre tu cobertura sanitaria. Para la Unión Europea basta con solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea o E-111, pues todos los países comunitarios tienen un sistema sanitario público de calidad. Además, ya se puede pedir por Internet.

Los seguros médicos que ofrecen las agencias de viajes merecen la pena, sobre todo, si vas a EE UU o Canadá, porque allí cualquier pequeña urgencia puede salir muy cara. Para un viaje corto no suelen costar más de 100 euros, y a veces pueden incluir otros conceptos, como la pérdida de equipaje.

Revisa las condiciones de tus tarjetas de crédito. Si has pagado con ellas el viaje, muchas veces cubren los gastos médicos y otros imprevistos por motivos de salud.

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