Revista Mía

Claves para no Arruinar una Boda

Septiembre, como mayo, es un mes de bodas. ¿Y quién no tiene dudas sobre qué ponerse o regalar? Además, las costumbres cambian. Por eso no está de más seguir los consejos de una experta en bodas como...

Septiembre, como mayo, es un mes de bodas. ¿Y quién no tiene dudas sobre qué ponerse o regalar? Además, las costumbres cambian. Por eso no está de más seguir los consejos de una experta en bodas como Verónica Alonso de Pablo, wedding planner de Oh!MyWedding. Aquí tienes una guía completa para quedar muy bien y disfrutar más.
REGALOS
-¿Un detalle o dinero? “Es muy importante la relación que tengamos con los novios, ya que es totalmente diferente el regalo que se hace a un familiar o a un amigo íntimo que el que realizamos en una boda a la que asistimos por un compromiso laboral, por ejemplo”, explica Verónica Alonso de Pablo, wedding planner de Oh!MyWedding  (ohmywedding.es). Sólo en caso de conocer muy bien a la pareja, ser un amigo íntimo o un familiar muy cercano, se puede estar seguro de que el detalle va a gustar. Además, “hay regalos que tienen un valor sentimental que es imposible igualar económicamente”. No obstante, regalar dinero es la tendencia más habitual y “es la mejor opción si no se tiene claro o se duda”, dice Alonso.
-¿Cuánto dinero hay que dar? “Es verdad que hay una regla no escrita que establece que el valor del regalo debe cubrir el del cubierto, pero ahora se entiende la dificultad económica y casi nunca se cubre”. Si no se puede, no pasa nada: “Si has sido invitado a una boda es porque los novios quieren contar con tu presencia, no con tu dinero”. Éste es una ayuda para empezar esa nueva etapa y “dependiendo de la situación de cada invitado se acepta lo que con buena intención pueda aportar”.  Y, entonces, la pregunta siguiente es: ¿ingreso bancario o dinero en metálico? “Sin duda, un ingreso bancario”, afirma la experta. El sobre es una tradición antigua que va desapareciendo. “Además, es un compromiso para los novios ir recibiendo sobres en la ceremonia. Es su día y han de disfrutar de él sin preocuparse de dónde los dejan”.
-¿Cuándo lo entregamos? Antes de asistir a la boda; desde el momento en que se recibe la invitación, se puede hacer el obsequio en cualquier momento. “Hoy no está bien visto adjuntar un número de cuenta bancaria en la invitación, aunque es totalmente respetable que se haga.” Pregúntaselo cuando recibas la invitación. Otra opción son las listas de boda. Las hay de dos clases: en las que reciben el regalo que cada invitado compra para ellos y en las que reciben el importe de ese regalo para gastarlo en lo que deseen.
VESTIMENTA
Según Verónica Alonso de Pablo, "La clave es ir a gusto. Busca siempre la comodidad: estar guapa no está reñido con ella. No estrenes zapatos el mismo día: casi siempre caemos en el mismo errror, así que intenta calzarlos antes para aguantarlos bien hasta el último momento; no uses una talla ina-propiada de ropa: te sentirás incómoda todo el tiempo; ojo con las manicuras de última hora, pueden jugarte una mala pasada; si es verano, no elijas un vestido que descubra las marcas del moreno".
-¿De corto o de largo? “Si tienes dudas y no quieres que el resultado sea una catástrofe, mejor de corto siempre. Aunque todavía hay quien piensa que el corto es para la mañana y el mediodía y el largo para la tarde-noche, no es cierto. El largo, sí o sí, queda reservado para las madrinas, las hermanas de los novios y las amigas íntimas, si así lo piden las novias. La regla es ir cómoda y no sentirse disfrazada.?Con el corto, estilizamos nuestras piernas y figura y lucimos los estupendos taconazos que seguro que llevamos. Pero, ojo, un vestido corto no debería subir más que justo por encima de la rodilla”.
-¿Influye si es una boda religiosa o civil? Es muy importante saber si es formal o informal. “En una boda por la iglesia, quedan terminantemente prohibidos los escotes pronunciados y los palabra de honor. Además, se suele seguir al pie de la letra el protocolo que dicte el sacerdote”. ¿Mantilla? Sólo si es una boda religiosa y únicamente si eres la madrina.
-¿Está bien ir de negro? Olvídate de este color. “Hay que evitar el total black: se asocia al luto. Si es una boda religiosa, nada de llevarlo”. No obstante, si se trata de una cuestión de seguridad, de querer verse más estilizada, combínalo con complementos de color u opta por un vestido bicolor en el que sea esa zona que te preocupa la que vaya en negro. Tam-?bién descarta los ves-?tidos con paillettes y brillos: restan elegancia.
-¿Y de blanco, como la novia? Rotundamente, no, por mucho que Pippa Middleton lo hiciera en la boda de los duques de Cambridge. “El blanco sigue reservado para las novias; es una cortesía. Si llevas un dos piezas, alguna de ellas puede ser en marfil, nude, beis..., combinada con otro color”. Pero ¿y si es una boda en la playa? “Ahí seguro que en la invitación te piden expresamente que vayas de blanco”.
-Las medias...  “Ante todo, sin brillo ni costuras. A partir de ahí, como te sientas más cómoda. Existen modelos para verano pero, si estás morena y vas de corto, unas piernas bien hidratadas serán tu punto fuerte. Sobre todo, nada de usarlas dos tonos por encima de tu piel para simular un bronceado: perderás naturalidad. Y, evidentemente, en invierno, con ellas”.
-¿Tocado o pamela? Suele confundirse su utilidad, pero el tocado no es más que una versión de la pamela y ésta sirve para evitar el sol. Por eso, se llevan de día. Nunca lleves una pamela por la noche; en todo caso, puedes recurrir al tocado, pero una observación: “Su tamaño se reduce conforme pasan las horas del día”. ¿Y nos los quitamos al comer o cenar? Nunca la pamela, “pero, si es una boda de noche, lo correcto es quitarse el tocado para cenar”.
-Nada de ‘maquillaje de guerra’. No vas de emboscada, recuerda. “Opta por un maquillaje discreto, natural, que haga resaltar tus facciones, y evita los peinados recargados; una melena suelta bien peinada puede resultar perfecta”. Y tampoco una boda es el momento para sacar toda la artillería de tu joyero; no te recargues de complementos: menos es más, ya sabes. ¿Todo conjuntado? Evítalo. “No se llevan los zapatos y bolsos a juego. En definitiva, hemos de acordarnos del no rotundo a los excesos”. Respecto a los complementos, no a los maxibolsos ni a los bolsos cruzados: “Mejor, pequeños y de mano”.
-Y ellos, ¿se pueden quitar la chaqueta? ¿Y corbata o pajarita?  “Nunca. El protocolo dicta que un hombre no debe quitarse la chaqueta durante la comida: para eso existen los trajes de verano. Y hablando de chaquetas, ¡nada de brillos ni estampados!”, dice Alonso (vamos, nada de estilo Messi). Respecto a si corbata o pajarita, la experta afirma que corbata siempre: “Aunque, si nos dejamos llevar por la moda hipster, se diría que pajarita”. Y es que la pajarita es exclusiva del esmoquin. “Resulta divertida y chic como complemento festivo, pero no ceremonial. Por eso, se deja para ceremonias informales”.
COSTUMBRES
-Eso de cortar la corbata está desfasado y es de mal gusto (ni que decir tiene lo de la liga). “Es mejor sorprender a los novios de una forma que no sea vulgar”.
-Entre plato y plato... Charla con los compañeros de mesa, sé tú misma, relájate y disfruta. “Respecto a los grupos que se forman cuando varias personas se levantan a la vez, hay que tener en cuenta que se puede entorpecer el trabajo de los camareros y ralentizarlo todo. Si se desea saludar a los novios, es mejor esperar a que se acerquen a la mesa. Y, por supuesto, cuidado con la exaltación de la amistad combinada con el alcohol: puede dejarte en mal lugar”.
-¡Fuera el arroz al acabar la ceremonia! "Está pasado de moda, para los novios es incómodo, ensucia y, además, es demasiado convencional. Es mejor elegir cosas biodegradables, como flores de manzanilla, lavanda, rosa..., que además dejan un aroma muy especial. Si se desea ir un poco más allá, puede prepararse un corner de confetti, con cacitos o cucuruchos con diferentes flores, para que cada invitado elija el confetti que desea 'tirar' a los novios", aconseja Verónica Alonso.
Texto: Carmen Sabalete.
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