Revista Mía

Cómo Afrontar (sin Sustos) la Rentrée.

Los gastos que nos esperan tras las vacaciones pueden desestabilizar la economía doméstica, pero podemos afrontarlos si actuamos con previsión, buscamos una solución estructural y evitamos...

Los gastos que nos esperan tras las vacaciones pueden desestabilizar la economía doméstica, pero podemos afrontarlos si actuamos con previsión, buscamos una solución estructural y evitamos los parches. Manejar con acierto el dinero que gastamos en casa no depende de grandes cosas, sino de pequeños detalles. Vicens Castellano, escritor, empresario, experto en Economía y director de la Escuela de Inversión (en la que enseña educación financiera a gente corriente) nos da algunas buenas claves.

Desde el punto de vista financiero, hay tres formas básicas de afrontar la vuelta de las vacaciones. Algunas personas (pocas) han hecho las cosas bien, tienen una previsión sobre las necesidades especiales de este periodo y no están especialmente preocupadas por cómo hacer frente a los pagos. Recibos, colegios, material de estudio para los niños, cambio de armario..., no son retos inasumibles, sino algo que sabían que iba a llegar y para lo que están preparadas.

Otro grupo, que suele ser más numeroso, no ha previsto los gastos al detalle y, aun a sabiendas de que iban a llegar, no dispone de ahorros ni de presupuesto para ello; estas personas se centrarán, sobre todo, en encontrar la manera de hacer frente a los pagos, y buscarán formas creativas de conseguir tirar hacia delante.

Finalmente, los integrantes del tercer grupo ni siquiera han pensado en los gastos que vienen, así que improvisarán sobre la marcha. Tal vez utilicen una tarjeta de crédito para pagar otra, o quizás unifiquen sus deudas, soliciten un préstamo o pidan dinero a algún incauto.

Y tú, ¿en qué grupo estás?

Si perteneces al primero, las finanzas personales no suponen un problema para ti. Quizás tengas inquietudes sobre cómo conseguir una mejor rentabilidad para tus ahorros, pero eso no es algo que te quite el sueño. En cambio, si eres el tipo de persona que, o bien no ha previsto cómo hacer frente a los gastos de la vuelta de las vacaciones, o ni siquiera ha pensado en ello, necesariamente vas a tener que dedicar algo de tiempo y energía a solucionar ese tema, porque tarde o temprano los pagos van a llegar. Ante este escenario de falta de previsión, hay que hacerse una pregunta importante: ¿queremos una solución parcheada o un remedio definitivo y estructural? El problema habrá que solucionarlo en cualquier caso y, ya que vas a tener que hacer el esfuerzo de afrontarlo, ¿por qué no hacerlo bien de una vez por todas?

Además, si te limitas a escapar del problema, quizás tengas éxito y consigas llegar a todos los pagos, pero seguirás siendo responsable de las ideas que te han llevado ahí en primer lugar, así que es fácil que te encuentres en un escenario parecido cuando lleguen las fiestas navideñas o ante un imprevisto con el coche, una boda o un accidente.

En busca de soluciones

¿Prefieres resolver el problema con parches? Entonces, lo que debes hacer es reducir el monto de gastos, apostar por opciones de bajo coste, prescindir de lo superfluo, pedir dinero prestado a algún familiar o vender algo que no utilices. Pero si lo que deseas es eliminar de raíz ese tipo de situaciones agobiantes, porque no quieres ir siempre con la lengua fuera, deberás centrarte en adquirir nuevos pensamientos e ideas. Ten en cuenta que cualquier cambio pasa por asumir que somos nosotros, con nuestras decisiones, los responsables de nuestros resultados.

La mayoría de las personas se centrará en tapar los agujeros de sus economías domésticas. Es la opción más familiar y conocida, pero no genera un cambio verdadero. Por otro lado, una minoría se decidirá a cambiar su forma de actuar errónea y se esforzará por ahorrar antes para poder afrontar los gastos que puedan presentarse después; de esta forma, en el futuro sufrirá menos sobresaltos. Es una cuestión de marco temporal: si nuestro foco de atención está en lo más inmediato nos cuesta prever, y si no prevemos siempre tendremos la sensación de tener que correr para solucionar nuestros problemas financieros.

Decisiones acertadas

Siempre hay un grupo minoritario de personas que hace las cosas bien. No es que sean especiales, es que han decidido apostar por un cambio estructural y no parcheado. Quizás han tenido la suerte de tener modelos de referencia de los que aprender a actuar a favor de sus intereses, o quizás, después de haber soportado múltiples 'palos' financieros, han pensado que ya tenían suficiente y que iban a hacer todo lo necesario para cambiar de verdad, ¡y lo han hecho! ¿Te has cansado ya de tener siempre dificultades económicas? Cuando decidas que estás dispuesto a asumir tu responsabilidad, entonces habrás dado el primer paso para salir definitivamente de esa situación. Con el deseo claro e inamovible de apostar por ti y por tu familia, podrás aprender a tomar mejores decisiones de ahora en adelante.

Generalmente, lo que marca la diferencia no son las grandes cosas, sino los pequeños detalles:

-Llevar una relación de gastos durante un tiempo y revisarlos para ver por dónde se escapa el dinero.

-Eliminar de forma sistemática las deudas de elevado tipo de interés.

-Ahorrar todos los meses (pagándote a ti antes que a tus proveedores).

-Diseñar un plan encaminado a incrementar tus ingresos de forma sistemática, un plan realista que te ayude a aumentar tu nivel de ingresos.

Éstos son excelentes hábitos que cualquier persona puede adoptar. Pero, recuerda, lo primero es asumier tus errores. Cuando decidas que estás dispuesto a aceptar tu responsabilidad, habrás dado el primer paso para salir de las dificultades económicas.

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