¿Eres una Runner?
El crecimiento del running está viendo como cada vez más y más mujeres se calzan las zapatillas y salen a correr. En solitario o en grupo, ser ‘runner’ es tendencia. Pero ¿qué tiene el deporte...
El crecimiento del running está viendo como cada vez más y más mujeres se calzan las zapatillas y salen a correr. En solitario o en grupo, ser ‘runner’ es tendencia. Pero ¿qué tiene el deporte más antiguo del mundo para enganchar compulsivamente?
Dos caras de la misma moneda: para muchas, correr es un ejercicio sumamente aburrido; para otras, no sólo es barato y práctico (puede realizarse en casi cualquier parte), sino, simplemente, una actividad que engancha. ¿Por qué? Quizá en la vorágine cotidiana sea de los pocos momentos para dedicarse a una misma, pone en forma como pocos deportes y, además del cuerpo, te arregla la mente. Así, como suena. Liberar endorfinas a tutiplén te conecta automáticamente con las buenas sensaciones y regala un buen rato de felicidad.
Claro que, todo hay que decirlo, también esclaviza. Si eres runner y no corres, sufres. Y es ahí, precisamente en este baño de serotonina, donde las amantes del deporte más viejo del mundo nos movemos, para hacer de él una droga saludable pero necesaria.
Hasta hace poco, los corredores entrenaban en solitario o en grupos formados en los polideportivos de barrio; hoy se añaden a la lista las clases en el gimnasio con un entrenador para grupos o para uno solo, si el bolsillo no ahoga, y apuntarse a carreras populares se ha hecho casi tan habitual como quedar a tomar un café. José Manuel Martín es el creador de Events Thinker, una empresa dedicada a las carreras populares de base solidaria: “Nos dedicamos a la organización de carreras populares, aunque poco a poco queremos ir haciendo más amplio nuestro portfolio de eventos. Los cuatro que hemos creado la empresa somos deportistas y hacemos triatlón, atletismo, natación, etc. Yo llevo corriendo 20 años y las cosas han cambiado mucho. Desde hace unos cinco o seis años está de moda, cada vez se ve más gente por la calle y hay mayor número tanto de carreras como de corredores; de hecho hay varias en Madrid, por ejemplo, cada fin de semana”.
RECETA ANTIDEPRESIÓN
El doctor Jasper Smith, de la Universidad Metodista del Sur (EEUU), quien ha dirigido varias investigaciones centradas en la relación entre ejercicio y salud mental, afirma que: “Con sólo 25 minutos el ánimo mejora, el estrés disminuye y las personas tienen más energía. Eso los motiva a continuar haciendo ejercicio”. Además, el running “ayuda incluso a que los pacientes con depresión restablezcan sus comportamientos positivos y a que las personas con trastornos de ansiedad disminuyan sus miedos”. A nivel físico, es uno de los ejercicios más completos: como actividad aeróbica, mejora el sistema cardiovascular, incrementa la capacidad pulmonar, quema grasa y tonifica la musculatura.
Algunos ejemplos reales:
-Cristina Mitre, colega y directora de Belleza de la revista Elle, sólo lleva cuatro años, como dice ella, dándole a la zapatilla: suficientes para declararle su amor incondicional a la carrera y haber pasado de nada a mucho. Hoy no sólo completa sin sofocos cualquier carrera popular de 10 kilómetros (habitualmente son de 5 o 10), sino que vuela a San Francisco para hacerse media maratón: ¡21 kilómetros! Más de 25.000 mujeres corriendo por una causa solidaria. “Fue muy emocionante”, apostilla. ¿Correr yo? Cristina Mitre empezó por casualidad. “Siempre había hecho ejercicio pero jamás se me había pasado por la cabeza correr. Siempre pensaba: ‘¡Ufff, qué pereza!’. Y aquí estoy, cuatro años más tarde, completamente enganchada. Empecé de forma casual. No tenía ningún gimnasio cerca de casa, ni del trabajo, y en el polideportivo local quedaban plazas en corredores populares. Me apunté sin mucha fe, pero había tan buen ambiente que me fui animando poco a poco. El primer día corrí 20 minutos y pensé que iba a morir. Desde entonces mi afición no ha hecho mas que crecer y en mi twitter y mi blog (thebeautymail.com) comparto muchas experiencias”.
-Las hay que llevan aún menos tiempo y ya están batiendo récords. Es el caso de Ana Belén Paredes, enfermera y compañera del colegio desde la más tierna infancia. No fue, ni de lejos, la clásica niña deportista, pero hace poco nos encontramos y supe que había empezado a correr. “Llevaba haciendo Pilates tres años, lo que me permitió aumentar la tonificación después de haber tenido un hijo, pero me fallaba la parte cardiovascular. Notaba que con 36 años no era capaz de subir una escalera sin fatigarme. El primer día aguanté cinco minutos y comencé a subir poco a poco el tiempo de entrenamiento. Un año después hice mi primera carrera de 10 kilómetros, que acabé en 55 minutos”.
-A quien escribe no le ha quedado otra que ponerse las pilas: después de la friolera de 15 años corriendo religiosamente, pero sin sacrificios, me siento en desventaja. A mi favor diré que nunca fue mi intención ponerme medallas: sólo me ha movido la necesidad de sentirme en forma y liberar mi estrés, aunque medio país dando zancadas y dejándome a la altura del betún y a velocidad de tortuga, han hecho efecto: desde hace unos meses corro más y mejor, y siendo poco original, me apunto a carreras cada vez de más distancia. Acudir a una de ellas tiene algo especial: te empapas de un sentimiento compartido de euforia, aderezado por la certeza de que te hará sentir bien y contribuirás, además, a una causa solidaria. Al ser a primera hora de la mañana, al terminar, saboreas el triunfo del atracón de endorfinas y sientes que vas a comerte ese día que aún tienes, enterito, por delante.
A NIVEL EMOCIONAL
Correr se convierte en el momento especial de la corredora. No piensa en nada, simplemente se evade y disfruta de estar al aire libre. También es estupendo correr con amigas y hacer un poco de terapia. Parece que los problemas dejan de serlo y, al terminar, tienes una sensación de superación, del trabajo bien hecho y de haber cumplido... Lo cierto es que te sientes orgullosa de ti misma. Respecto al cuerpo, no siempre se baja de peso pero, probablemente, sí de volúmen, lo que te hace sentir más ligero. Ya no te ahogarás al subir las escaleras.
Otra cosa buena de ser runner es que con este deporte se conoce a mucha gente. Se hacen un montón de amigos a través de las redes sociales (las quedadas se hacen mayoritariamente vía Facebook o twitter) pero también a través de los foros de páginas webs: Runners, Runnin girls, Run Ban Club, Club corredores, EasyRunning, Dones Runners o a través de grupos como Gacelas de Madrid o Barcelona Running Services.
A BAJO VOLÚMEN
Cómo no, el factor “buen cuerpo” influye, aunque no siempre determina. Para Ana Belén, los objetivos cumplidos eran “bajar de peso, sobre todo volumen. Entreno dos o tres días por semana, seis o siete kilómetros, y, aunque muchos días tengo que hacer un esfuerzo para salir a correr, después del trabajo y cuidar a dos niños, tengo la certeza de que me voy a sentir bien. Aumenta la vitalidad y milagrosamente disminuye el cansancio”. Ella, como yo, prefiere correr sola. “Escuchando música, es el momento de relax dedicado exclusivamente a mí al final del día. Lo combino con Pilates, lo que me permite mantener el peso y darme lujos en la dieta. ¿Mi objetivo? A corto plazo mejorar el tiempo que hice en la carrera de 10 kilometros (55 minutos), y más adelante, cuando mis hijos sean mayores y disponga de más tiempo libre, preparar media maratón, lo cual exigirá unos entrenamientos más largos.”
LA VACUNA UNIVERSAL
Fernando Pascua, entrenador de Trainido (entrenadores personales ‘online’), aconseja lo siguiente a la hora de apuntarse a una carrera popular: ”Realizar un chequeo médico después de un periodo de sedentarismo. Se comienza corriendo a ritmos cómodos durante largo tiempo, para que se produzcan las adaptaciones necesarias en nuestro organismo. Debemos iniciarnos a una intensidad que ronde el 60% de nuestra frecuencia cardiaca máxima (FCM), que para los principiantes puede calcularse a través de esta sencilla fórmula: FCM = 220 – edad. (Por ejemplo, una mujer de 40 años, a 180 pulsaciones) Progresivamente podemos aumentar la velocidad y alcanzar pulsaciones más altas, alrededor del 70-75% de la FCM. Bastan tres días por semana, para después pasar a cuatro”.
Por: Silvia Capafons