Revista Mía

Cirugía estética, ¿de qué nos operamos?

El 14 % de los españoles confiesa haberse sometido alguna vez a operaciones o tratamientos estéticos. Al parecer, las mujeres optan por el bisturí porque les mueve la esperanza de sentirse mejor con su nueva imagen.

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El 14 % de los españoles confiesa haberse sometido alguna vez a operaciones o tratamientos estéticos. Al parecer, las mujeres optan por el bisturí porque les mueve la esperanza de sentirse mejor con su nueva imagen. Ellos lo hacen para resolver algún problema funcional o estético.

Empieza la cuenta atrás para hacerse un arreglito y estar perfecta cuando haya que dejar mucha piel a la vista. Descubre las técnicas quirúrgicas más demandadas, opciones perfeccionadoras poco invasivas y algún aliado cosmético de altas prestaciones. Si estás decidida, no esperes a que se acerque el ‘plan destape’. Algunas intervenciones es mejor hacerlas durante el invierno para evitar una sobreexposición solar. En la primera visita a la consulta del cirujano, te hará una historia clínica exhaustiva y te realizará una exploración y medición de las zonas a tratar.

Blefaroplastia: mirada fresca

Tener descolgamiento de los párpados o bolsas inferiores pone años y proporciona un aspecto triste y apagado a la mirada. Su corrección es la técnica más solicitada dentro de los retoques para el rejuvenecimiento facial. ¿Por qué? Porque, bien indicada y utilizada, ofrece excelentes resultados. Además, cada vez resulta menos invasiva. Es una técnica de microprecisión que mejora el aspecto y elimina cualquier signo de cansancio en la mirada.

-Está indicada para: corregir la flacidez de los párpados superiores y/o las bolsas de los inferiores. Es una técnica que revitaliza la mirada y obra auténticos milagros. ¿La clave? Ponerse en buenas manos para evitar secuelas posteriores. “Si se retira demasiada piel, puede haber retracciones. El ojo no cierra como debiera, se seca, y esto interfiere en la visión”, explica Marta García Redondo, secretaria general de SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética).

-En qué consiste: mediante unas pequeñas incisiones en el surco del párpado superior y/o a ras de pestañas (inferior), se retira cualquier exceso de piel, músculo o grasa. “En estos últimos años, también se ha popularizado la técnica transconjuntival: el corte se hace por dentro del ojo y cualquier cicatriz queda oculta”, aclara Gustavo Sordo, portavoz de la Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica (AECEP).

-Ventajas: aunque es una técnica quirúrgica, no es agresiva ni larga. “Se hace de forma ambulatoria, con anestesia local y sedación, y tras un rato de recuperación el paciente puede irse a casa”, explica la dra. García Redondo. “Además”, prosigue, “la cicatrización en esta zona es muy buena (por la vascularización) y los resultados son permanentes, aunque no frena el envejecimiento”.

-Inconvenientes: “Durante unas semanas, puede haber hematomas, pero se tata de una inflamación pasajera”, explica la dra. García.

-Tras la intervención: mantén la cabeza elevada, aplica compresas frías, usa gafas de sol, no fuerces la vista y extrema la higiene. “Es conveniente lavar los ojos varias veces al día con suero fisiológico”, explica el dr. Antonio de la Fuente, de la Clínica de la Fuente (clinicadelafuente.es).

-Precio: desde 3.000 €.

-Y si no quieres pasar por el quirófano... Siempre que el exceso de piel no sea redundante o cuando las bolsas sean acuosas, una opción es recurrir al activo de moda: el ácido hialurónico. “Mediante unas infiltraciones, se recupera la vitalidad de la mirada”, explica el dr. Ernesto J. Pérez, de Hedonai (hedonai.com). A partir de 380 €, y se puede combinar con bótox (desde 495 €).

-Herramientas cosméticas: Sérums y cremas específicas. Aunque tienen un efecto pasajero, son claves para difuminar ojeras, drenar bolsas acuosas y frenar el avance de las patas de gallo. La constancia con el tratamiento será clave para alcanzar el éxito. Eye Contour Idealizer Idéalia (22 €), Vichy. Timexpert SRNS Eyes Fórmula Detox Iluminadora (36 €), Germaine de Capuccini.

Un 45 % de las personas que sufren dismorfofobia (fobia a la deformidad) centra su obsesión en la nariz. Quizás por eso es una de las remodelaciones (rinoplastia) más pedidas en las consultas de cirugía.

-Está indicada para: los que quieren mejorar el aspecto de la nariz. La preferencia en gustos se inclina por una recta, tanto de frente como el dorso (sin caballete), y con una punta suave. “Hay una evolución clara -señala la secretaria de SECPRE- y se busca una remodelación armoniosa, sujeta a los cánones de belleza y a la vez saludable, que no provoque problemas de insuficiencia respiratoria (taponamiento de las válvulas nasales)”.

-En qué consiste: se puede realizar con una técnica cerrada o abierta. En la primera, la cicatriz queda en el interior, y en la abierta, la sutura está en el exterior, aunque no es perceptible. En esta última se ven mejor las estructuras nasales, pero el uso de una u otra va a depender del gusto del cirujano y del alcance de la intervención. “En muchos casos, el paciente entra en consulta demandando un pequeño retoque y nada más y, para cumplir sus expectativas, hay que tocar hueso, estrechar el cartílago, hacer un pequeño injerto...”, explica la experta.

-Ventajas: “En una sola intervención, se pueden modelar las estructuras nasales, solucionar una insuficiencia respiratoria y mejorar la fisonomía de todo el rostro”, aclara el dr. Sordo. -Inconvenientes: requiere anestesia general, los hematomas duran de dos a tres semanas y los resultados definitivos se aprecian a largo plazo (en 6 meses aproximadamente).

-Tras la intervención: hay que llevar una pequeña escayola, con el objeto de mantener el hueso y el cartílago con su nueva forma, y unos tapones nasales. La férula se retira a la semana y el taponamiento al día siguiente. “También conviene controlar el edema posoperatorio, durmiendo con la cabeza elevada y poniendo frío en la zona”, precisa el dr. De la Fuente.

-Precio: entre 3.000 y 5.000 €. y si no quieres pasar por el quirófano... La alternativa es someterse a una rinomodelación. “Se usa un material de relleno, la hidroxipatita de calcio, que funciona muy bien para corregir irregularidades”, explica el dr. Ángel Martín, director médico de Clínica Menorca (clinicamenorca.com). Desde 400 €.

-Herramientas cosméticas: Polvos de sol + base. En caso de que tengas la nariz grande, unifica el tono con una BB Cream o base y oscurece el tabique con polvos de sol. Si es aguileña, aplícalos en la zona de los orificios. Y si es pequeña y respingona, date unos bronzer (polvos bronceadores) en la punta. Con efecto mosaico, polvos de sol (9,90 €), deborah.BB Dream Fresh (8,99 €), maybelline.

-Está indicada para: eliminar los depósitos de grasa localizados en distintas partes del cuerpo. “La candidata ideal para una liposucción o lipoaspiración es alguien sin sobrepeso, con buena calidad de piel, pero que tiene unos acúmulos localizados de grasa, que no se han podido eliminar ni con dieta ni con la práctica de ejercicio”, dice la dra. García.

-En qué consiste: “En extraer la grasa haciendo unas pequeñas incisiones en la piel mediante unas cánulas finas conectadas a un dispositivo de aspiración”, precisa la doctora. El volumen de grasa extraída dependerá de la elasticidad de la piel. “Si se tienen problemas de flacidez no es aconsejable aspirar demasiado, porque se podrían ocasionar asimetrías, ondulaciones...”, precisa el portavoz de AECEP. La operación puede realizase con anestesia local acompañada o no de sedación, regional (epidural, si es en miembros inferiores) o general, dependiendo del volumen y áreas a tratar.

-Ventajas: tiene indicaciones muy amplias y es el mejor complemento a otras cirugías como la abdominoplastia, el lifting de papada, la reducción de mamas o la rinoplastia.

-Inconvenientes: el paciente no debe confiarse y darse luego la gran vida. “Hacer ejercicio, llevar una alimentación sana y mantener la báscula a raya es indispensable para asegurar un resultado duradero”, dice la dra. García.

-Tras la intervención: hay que llevar una faja ortopédica para contribuir al modelaje.

-Precio: depende de la zona. Desde 1.500 €.

-Y si no quieres pasar por el quirófano... Desde Clínica Planas (clinicaplanas.com) recomiendan Ultrashape, aparatología con ultrasonidos que destruye las células grasas y reduce el volumen. Se precisan 3 sesiones y el precio varía en función del área tratada.

-Herramientas cosméticas: Tratamientos liporreductores. Son productos con efecto frío-calor que activan la microcirculación y contribuyen a mejorar la turgencia de la epidermis. Tratamiento para vientre y cadera (36 €), Somatoline. Crema Silhoussence (37 €), Sensilis.

El aumento mamario ocupa el puesto número dos en el ranking de intervenciones más solicitadas en nuestro país, tras la liposucción, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) del año 2009. ¿Las buenas noticias? Se impone la naturalidad. Las prótesis se adaptan a la fisonomía y las necesidades del paciente.

-Está indicado para: aquellas que quieren recuperar el volumen perdido, tras el embarazo o por un cambio hormonal, o las que desean aumentar una o varias tallas. “Ahora bien, antes de plantear la intervención, es vital asegurarse de que las mamas están sanas, valorar el deseo de la paciente y ofrecerle una solución satisfactoria y realista que esté sujeta a un estudio anatómico (altura, estructura ósea...)”, dice la doctora García.

-En qué consiste: en introducir una prótesis mediante una incisión bajo el pecho, la areola o la axila. “En cuanto al modelo, hay un acuerdo generalizado de que las que ofrecen un resultado más natural son las prótesis anatómicas, de gel cohesivo de silicona y con forma de gota”, precisa la doctora.

-Ventajas: los resultados se ven de inmediato y, bien realizada, es una cirugía mínimamente invasiva.

-Inconvenientes: el implante no dura de por vida. Hay que ser consciente de que necesitará un recambio y de que precisa un control médico exploratorio periódico.

-Tras la intervención: hay que llevar puesto un sujetador específico (1 mes) y después, en ocasiones, una banda mamaria.

-Precio: en torno a los 6.000 €.

-Y si no quieres pasar por el quirófano... Se puede aumentar ligeramente el tamaño del pecho mediante la infiltración de la propia grasa (previamente se extrae de otras zonas, como las cartucheras, y se enriquece con factores de crecimiento y células madre). La realizan en las Clínicas S&O (clinicasyo.com)y cada sesión cuesta 1.800 € (se pueden necesitar dos).

-Herramientas cosméticas: Productos reafirmantes. Contienen activos rejuvenecedores, moldeadores y alisantes que favorecen la tersura y la tonificación del tejido mamario. Bust Firming Complex (55 €), Shiseido. Gel Busto Super Tensor (54 €), Clarins.

 Firme, sin michelines, y a ser posible con la ansiada ‘tableta de chocolate’: estas son las aspiraciones que suelen expresar las personas cuando visitan al cirujano plástico. Su sueño está muy cerca.

-Está indicada cuando: hay un descolgamiento y/o abultamiento de los tejidos del abdomen (la famosa curva de la felicidad). “Pueden ser mujeres que han pasado por un embarazo que ha comprometido la firmeza de los músculos del abdomen, personas que han bajado mucho de peso o que tienen flácida la piel que bordea el vientre y el tórax”, explica la doctora García.

-En qué consiste: “Mediante una fina incisión por encima del pubis, se accede al faldón abdominal y se extirpa la grasa y la piel excedente. Luego se reconstruye la pared abdominal y, por último, se recoloca el ombligo en su lugar”.

-Ventajas: en poco tiempo, se nota un vientre más plano y firme. Los resultados se prolongan bastante, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y de ejercicio frecuente.

-Inconvenientes: cuando se pasa el efecto de los analgésicos se sufre dolor intenso, “como si se tratara de unas agujetas fuertes”, dice la experta.

-Tras la intervención: hay que llevar faja de compresión media durante un mes como mínimo. precio: entre 3.500 y 6.000 €.

-Y si no quieres pasar por el quirófano... Acude a la mesoterapia (desde 30 €) y los hilos tensores (150 € / sesión). “La primera ataca la grasa con unas microinyecciones de extractos naturales y la segunda consigue tensar la zona”, afirma la dra. Manuela Sánchez-Cañete, de Corporación Dermoestética (corporaciondermoestetica.com).

-Herramientas cosméticas: Soluciones ‘disuelvegrasas’. Reducen los ‘rollitos’ de grasa, pero por sí solos no pueden acabar con ellos. Combina su uso con entrenamiento diario y una dieta cardiosaludable. Perfect Slim (15,39 €), L’oréal Paris. Reductor Abdoglúteos ( 17,50 €), Yves Rocher.

1. Ponte en buenas manos. Selecciona un médico que posea la especialidad de cirugía plástica, reparadora y estética. Consulta la web de la SECPRE o la de la AECEP.

2. Busca atención personalizada. El cirujano responsable de la operación tiene que atenderte en todo momento.

3. Resuelve todas tus dudas. Pregunta y consulta todo lo que se te ocurra.

4. Valora. Cualquier intervención por pequeña que sea entraña un riesgo.

5. Pide un preoperatorio que certifique que no tienes ningún problema de salud.

6. Infórmate sobre la clínica en la que se va a realizar la operación. Tiene que ser un lugar reconocido y que cuente con medios.

7. Conoce los cuidados posoperatorios. Son claves para minimizar el impacto de la intervención.

8. Exige un consentimiento personalizado. Léelo con calma, no es un mero trámite.

Por: Sonia Coronel.

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