5 cosas que no sabes de la celulitis
Apunta estas 5 claves: debes conocerlas antes de intentar acabar con la celulitis.
Apunta estas 5 claves: debes conocerlas antes de intentar acabar con la celulitis.
De la celulitis sabemos muchas cosas, aunque estas quizá no. El cirujano estético Moisés Martín Anaya nos las da a conocer antes de que empecemos a tratarla.
1) No es un defecto estético asociado a la obesidad. Hay chicas muy jóvenes, en su peso normal, e incluso delgadas, con celulitis en glúteos y nalgas. ¿Por qué? Porque su origen no es graso, sino que está relacionado con la piel. La celulitis no es un acúmulo de grasa, según el doctor, sino un problema de los adipocitos las células situadas en la parte superficial de la piel. Durante el transporte de la grasa, estas células se hinchan y explotan. Al inundarse el espacio intercelular, se dificulta su alimentación y se originan esos pequeños nódulos de colágeno que originan la “piel de naranja”.
2) Los hombres pueden tener celulitis. Sí, aunque solo el 10 % (ellas, el 90 %). Ellos también pueden padecer ciertos desarreglos hormonales y presentar problemas en su epidermis. Hablamos de otras hormonas y de otro tipo de piel, de ahí el l balance desigual.
3) La celulitis es dolorosa. No es lo habitual, pero puede serlo si nos encontramos en el estadio más avanzado de la afección. La piel suele estar dura y se irrita, molesta y duela al rozarla.
4) Se trata de un problema crónico. Lamentablemente sí, y por eso es uno de los tema que más preocupan a las mujeres y que más consultas suscitan en los centros especializados. Una vez que aparece, lo único que se puede hacer es tratar de disimularla y evitar que vaya a más.
5) La liposucción no logra eliminar la celulitis. Verdad. Moisés Martín Anaya explica que, tras una intervención de este tipo, la celulitis se queda, pero disimulada. Se nota menos, explica el cirujano, puesto que la piel tendrá menos tensión y el volumen será menor. Por lo tanto, una vez que la celulitis hace su presencia, el tratamiento consiste en evitar que vaya a más. ¿Cómo? Con una alimentación lo más libre posible de azúcares refinados y baja en sal; y ejercicio moderado, localizado en la zona, como las sentadillas para piernas y glúteos y los abdominales hipopresivos para vientre.