Consejos para prevenir la flacidez cuando adelgazas
¿Tienes más de cuarenta años y has perdido algunos kilos? Te damos unos consejos para que tu piel recupere la tersura y brillo que tenía.
¿Tienes más de cuarenta años y has perdido algunos kilos? Te damos unos consejos para que tu piel recupere la tersura y brillo que tenía.
La flacidez es recuperable siempre y cuando la trates desde el interior hacia el exterior.
Desde el interior
- Al perder volumen no solo eliminas grasas y toxinas, también pierdes proteínas, vitaminas y líquidos ricos en minerales y oligoelementos que son los grandes pilares que sostienen a los tejidos.
- Posiblemente, al adelgazar por nuestra cuenta, cometemos los tres errores básicos:
1 - Hacerlo muy deprisa.
2 - No tomar los complementos nutricionales para reequilibrar el organismo.
3 - No cuidar ni la piel ni la musculatura con un buen tratamiento y algunos ejercicios tonificantes.
- En general, da excelentes resultados la ingesta de un complejo de minerales y oligoelementos, así como la aportación, en dosis medias, de vitaminas A, E y C.
- Come diariamente fruta y ensaladas verdes, muy especialmente, apio, brócoli y espinacas. También zanahorias y todo tipo de hortalizas, siempre poco cocidas y al vapor.
- Adereza con sal marina, hierbas aromáticas, aceite de oliva virgen y un poco de zumo de limón.
- El queso fresco y el yogur te aportarán el calcio necesario, y los cereales integrales ricos en salvado, proteínas y minerales potenciarán esta recuperación. Tómalos para desayunar y conseguirás tener un día lleno de energía.
- No olvides beber al menos dos litros de agua a lo largo del día, ya que es la mejor fuente de hidratación que se conoce.
- Comienza el día tomando una tisana depurativa en ayunas. Esto mejorará el color de tu piel, actualmente cargada con parte de las toxinas que el riñón y el hígado se negaron a filtrar por exceso de trabajo durante el adelgazamiento.
Desde el exterior
- Calcula un mes de recuperación por cada kilo perdido, aunque al cabo de quince días ya se nota la mejoría general.
- Empieza por hacer una buena exfoliación de células muertas en cara y cuerpo. La primera vez es mejor acudir a un centro de estética, y después, una vez a la semana, realizarla una misma en casa con un producto suave.
- Los productos cosméticos contribuyen a revitalizar tu piel. Lo primero que debes hacer es activar la circulación con un guante de crin en el cuerpo y un cepillito en el rostro. Humedece tu piel, aplica el producto y termina con una ducha tibia.
- Dos veces por semana aplícate una ampolla reafirmante en las zonas más afectadas. El resto de los días será suficiente con que realices un buen masaje con una emulsión reafirmante.
- El masaje es la clave de la firmeza, pero es preciso saber incidir en las zonas concretas el tiempo justo y con la presión adecuada. Lo mejor es acercarte a un centro para que te den un curso de automasaje. 3 o 4 sesiones serán suficientes para conocer la técnica correcta.
- El broche de oro para un completo programa de reafirmación es la gimnasia. Practicar algunos ejercicios durante unos minutos todos los días, ayuda en gran medida a corregir la flacidez.
- La gimnasia más adecuada es la de estiramiento, ya que con los años el cuerpo tiende a encogerse. Pero también es válida la de tonificación a través de una resistencia muscular, combinada con unas respiraciones profundas.
- Con constancia y paciencia, y evitando el estrés, conseguiremos resultados muy positivos.