Revista Mía

Álex González: "Lo malo de que crean que tengo novia es que no hay forma de ligar"

El actor madrileño nos lo cuenta todo sobre su vida profesional y nos desvela algunos detalles muy íntimos. ¡No te lo pierdas!

Causa sensación allá donde va desde que da vida al inspector Morey en la exitosa serie El Príncipe (Telecinco). Álex González tiene una larga lista de romances, desde la cantante Chenoa a Mónica Cruz, y estos últimos meses se le ha relacionado con su compañera de El Príncipe Hiba Abouk, aunque ambos han desmentido el rumor en varias ocasiones. Su última adjudicación es la actriz Kimberley Tell, pero él lo niega y asegura que sigue “solo y entero”.

Creo que tu familia te reprocha que no desconectas, que los gestos y actitudes de Morey te acompañan en tu día a día...

ÁLEX GONZÁLEZ: Mi hermana me decía el otro día que tengo doble personalidad, y la verdad es que no puedo desconectar. Tengo ganas de terminar la serie, pero sé que voy a echar mucho de menos a Morey. El Príncipe me ha cambiado la vida.

El amor entre tu personaje y Fátima ya no es el amor adolescente de la primera temporada.

Ambos han sufrido y les han roto el corazón, por eso desarrollan un amor más maduro y también más altruista por parte de Morey. Está convencido de que nunca va a volver con ella, pero retorna a Ceuta para protegerla.

Parece que te has hecho muy amigo de José Coronado, aunque en la serie ejerces de jefe. 

Nadie puede ser el jefe de Coronado, porque es un pedazo de actor y un hombre muy capaz, abarca muchísimas cosas, y encima es supergeneroso. Trabajar de nuevo con él es uno de los mayores alicientes de esta segunda temporada. Al principio no nos tratábamos de tú en la serie y yo estaba un poco envarado con él, pero he perdido poco a poco ese excesivo respeto que sentía gracias a la inteligencia de José. En la vida real, la evolución ha sido parecida y hemos acabado siendo buenos amigos.

¿Cómo te sientes cuando tocan escenas de sexo con Hiba Abouk?

Las escenas físicas siempre son difíciles, sean de sexo o violentas, porque tienes que pactar con tu compañero hasta dónde puedes llegar. En las escenas de cama, paso vergüenza por estar desnudo delante de todo el mundo y también porque tengo una relación de amistad con Hiba y, de repente, tengo que estar desnudo con ella. Pero llega un momento en el que ese pudor se queda a un lado y hablan los personajes.

¿Te agobia la fama que has conseguido con tu personaje?

Lo mejor que le puede pasar a un actor es que le reconozcan por el trabajo que hace. Al final de la primera temporada, estuve tres semanas en Estados Unidos y volví justo al día siguiente de que se emitiera el último capítulo de El Príncipe, y fue un choque muy grande. Pasé de ser un completo desconocido en América a pasear por Madrid y que todo el mundo me parase y me mostrara su cariño. La gente es muy cariñosa y muy educada conmigo.

¿Qué tal llevas el acoso de la prensa?

Mejor de lo que esperaba. Cada día tengo a varios fotógrafos en la puerta de casa y hasta nos hemos hecho amigos. Lo malo de que te persigan es que no puedes equivocarte nunca, ni cometer ninguna torpeza como ser humano, porque todo se amplifica con la lupa de una revista. Pero creo que es un peaje que tengo que pagar en compensación de los muchos beneficios que me da mi trabajo como actor.

¿Estás solo o tienes nueva novia, como se ha publicado?

He aprendido a no sufrir por las cosas que no puedo manejar. Y que se publiquen cosas falsas, o que bese a una chica y que eso signifique que sea mi novia, no puedo evitarlo. Simplemente diré que estoy bien y solo. No me molesta que me tachen de conquistador, porque entiendo que hay medios a los que les interesa y es imposible luchar contra eso. Lo malo es que, si las chicas creen que tengo novia, no hay manera de ligar [ríe].

¿Y Kimberley Tell?

Kimberly y yo somos vecinos y nos conocimos en una papelería: ya está. La pobre estará alucinando también, como yo.

¿Ya se te ha quitado el temor a que dejen de llamarte para trabajar?

Sigo teniéndolo todo el tiempo. Cuando acabé la primera temporada de El Príncipe, pensaba: “¿Ahora qué?”. Antes tenía claro que si hiciera falta volvería a poner copas sin problemas (también he trabajado de electricista y en la construcción); ahora buscaría salidas que tuvieran que ver con la creatividad. Soy muy consciente de que son rachas y que no sólo depende de uno mismo, por muy buena intención que pongas.

¿Ser guapo es una ventaja?

Creo que cualquier actor joven, independientemente de la belleza o de que algunos piensen que si te quitas la camiseta es porque quieres jugar a ser sexy, tiene el problema de demostrar que es buen actor.

¿Cómo vives la moda?

No le presto mucha atención ni me desvivo, siempre tiro de básicos, pero es verdad que, cuando me hacen un estilismo y me ponen ropa que nunca se me hubiera ocurrido ponerme, me gusta.

¿Qué proyectos tienes después de El Príncipe? ¿Qué te gustaría hacer?

De momento hay algunos proyectos de cine, aunque ninguno firmado. Y tengo muchas ganas de hacer teatro. Me gustaría hacer un personaje que me permitiera alejarme de la sobriedad de Morey. Estaría bien una drag queen, por ejemplo.

tracking