Revista Mía

Juana Acosta: "Vivo muy feliz en España"

La actriz colombiana, que acaba de estrenar Tiempo sin aire , habla con nosotras sobre su vida profesional y personal.

Juana, natural de Colombia, no quería quedar encasillada en los papeles típicos que dan en España a las actrices latinoamericanas (chicas metidas en drogas, prostitutas...), así que fue a un foniatra que le recomendó Leonardo Sbaraglia y al poco le ofrecieron su primer papel como española en Hospital Central (Telecinco). Luego la vimos en series como El comisario o Velvet. En el cine, ha estrenado Tiempo sin aire, coproducción hispanocolombiana en la que interpreta a María, una mujer que decide vengar la violación y muerte de su hija a manos de paramilitares en la Colombia del año 2000. En la vida real, su pareja es el actor Ernesto Alterio, con el que tiene una hija de ocho años llamada Lola.

En Colombia, una de las principales víctimas de la violencia fueron las mujeres.

JUANA ACOSTA: Sin duda, el cuerpo de la mujer se volvía botín de guerra. Tal vez por eso mi personaje opta por la venganza, aunque al final se da cuenta de que nada va a devolverle a su hija. Yo, en cambio, estoy totalmente en contra de la venganza, creo en el perdón.

¿María es una heroína?

No. Es una mujer que no ha tenido una familia que le ayudara a hacer el duelo por su hija de una forma más sana. Algo se ha secado en su interior. Ni siquiera el amor que se cruza en su camino, el papel que hace Carmelo Gómez, le permite ver otra salida que vengar a su hija.

¿Tiene que ver algo la Colombia de 2000 en que transcurre la película con la actual?

Nada. Hay que ubicar esta historia en aquel momento, antes de que empezaran las negociaciones de paz con la guerrilla, cuando vivíamos en una durísima guerra civil. Mi país, quince años después, pasa por un crecimiento brutal, tanto económico como social y cultural.

¿Echas en falta tu tierra?

Echo de menos a mi familia, sobre todo. Excepto mi madre, que vive aquí, todos mis hermanos siguen en Colombia. A veces, echo de menos ciertos platos y el hecho de poder ir a la playa cualquier día del año. Y cuando me entra la nostalgia, me cojo un avión y me voy. Pero también te digo que soy muy feliz aquí, en España. Siempre digo que yo soy una exiliada voluntaria, por amor. Y Madrid fue la ciudad que yo elegí para vivir. Amo este país y me siento agradecidísima con España por todo lo que me ha dado. Ya soy española desde hace muchos años, porque tengo la doble nacionalidad.

Tu madre está casada con un español...

Mi padre murió cuando yo tenía 16 años y mi madre, efectivamente, está casada con un español. Mi madre tiene una mente abierta, es inteligente, con una gran energía. Siempre me ha inculcado que si quieres algo de verdad, lo consigues.

No paras: tienes pendientes de estreno varias películas, vas a rodar 'Vientos de Cuaresma' en La Habana y has hecho para la televisión francesa 'Santuario', en la que te conviertes en terrorista de ETA. ¿Es difícil hacer de vasca siendo colombiana?

En Santuario interpreto a la mismísima Yoyes, cuando el País Vasco-francés y Bayona fueron escenario de una serie de atentados perpetrados por los GAL contra miembros de ETA. Es curioso porque soy colombiana, pero mucha gente me dice que me pega interpretar a una vasca, aunque ha sido difícil interiorizar a una terrorista. Al final, me han dado el premio a mejor actriz en Biarritz por esta tv movie.

¿Por qué cambiaste Bellas Artes por la interpretación?

Cuando terminé el colegio, me fui un año a Estados Unidos a estudiar inglés. Volví y entré en la Universidad para hacer Bellas Artes, pero conocí al dueño de una emisora de televisión y rodé mi primera serie con 18 años. Con lo que ahorré, viajé durante dos meses por Europa y luego volví a España para estudiar en la escuela de Juan Carlos Corazza. Fue un año tan maravilloso que regresé tres años después...y conocí a Ernesto. ¡Y ya llevamos once años juntos!

¿Cuál es el secreto?

No existe. Somos la única pareja de entre nuestros amigos que ha sobrevivido. Seguimos queriendo estar el uno junto al otro.

Estás estupenda y con tipazo...

Cuando nació mi hija, hace ocho años, engordé 25 kilos, así que tenía que adelgazar. Desde entonces he incorporado el ejercicio y la buena alimentación a mi vida. Salgo a correr y voy tres días a la semana al gimnasio, con un entrenador. Y practico yoga. Ahora me siento bien física y mentalmente; me veo mejor que cuando tenía 20 años.

¿Concilias bien la maternidad y el cine?

No es fácil. Mi madre es fundamental para compatibilizar los viajes de trabajo y la maternidad. También me ayudan mi suegra y mi cuñada. Y mi marido y yo nos combinamos para que uno esté pendiente de Lola.

¿Disfrutas con tu hija Lola?

Ahora la disfruto mucho; está en ese punto en que pregunta, es coqueta...Lo prueba todo. Se viste y le gusta decirme cómo quiere que la peine, aunque se deja manejar menos. Es muy cariñosa, como yo.

¿Te gusta vivir en el centro de Madrid o lo encuentras muy bullicioso?

Me encanta. Vivimos en La Latina en un piso antiguo, con seis balcones llenos de flores que me vuelven loca.

A Ernesto y a ti os atrae la moda...

Él tiene un punto extravagante que hasta a mí me sorprende; es arriesgado. En mi caso, me fijo en actrices a las que admiro, como Kate Winslet o Cate Blanchett, siempre impecables. Es parte del trabajo y disfruto. ¡Hasta he aprendido a usar tacones!

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