El Príncipe Harry se sincera en los Juegos Invictus

Hace tiempo, el príncipe Enrique de Inglaterra tuvo un sueño, crear unos juegos deportivos que aunara a veteranos de guerra lesionados, figuras del deporte, del mundo del entretenimiento y de la política.

Se trata de uno de sus proyectos solidarios más ambiciosos, pues con él quiere ayudar a los militares que ya no pueden trabajar por sus heridas mediante la rehabilitación y la recuperación.

“Creo que mi madre estaría increíblemente orgullosa”, explicó con referencia a su madre, Diana de Gales. “Espero que esté sentada allí arriba teniendo su propia fiesta y mirando abajo, pensando en lo que hemos logrado, porque esto es un gran esfuerzo de equipo. Lo que hemos conseguido es absolutamente brillante”.

En todo momento Enrique demostró estar de lo más comprometido con los juegos que él mismo ha creado. Saludó a los atletas con una sonrisa en la boda, y es que es un sueño hecho realidad.

El príncipe dejó a todo el mundo boquiabierto cuando repartió él mismo las medallas a los vencedores. Un acto que demuestra que el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra es un hombre de lo más comprometido.

Este es el segundo año que los juegos Invictus tienen lugar, pero no se quedarán ahí. Se trata de una experiencia en la que participan 15 países de Europa, América, Asía y Oceanía.

Durante el acto Enrique se mostró de lo más cercano, pero fue con los niños con los que más comprometido se mostró. Si bien todavía no tiene hijos, el hijo de Diana de Gales demostró que será todo un padrazo.

En medio da la emoción también hubo hueco para el recuerdo, sobre todo a Diana. “Es una gran pena que ella no pueda estar aquí”, dijo, “pero creo que se sentiría increíblemente orgullosa por lo que hemos conseguido”.