Victoria Federica, protagonista VIP en los toros de San Isidro

La plaza de toros de las Ventas en Madrid abrió sus puertas como cada año para que los aficionados taurinos empezasen a disfrutar de la Feria de San Isidro. La jornada del domingo tuvo invitados de excepción entre los que se cuentan el rey emérito Don Juan Carlos, la infanta Elena y su hija Victoria Federica. Esta última aprovechó muy bien la ausencia de su hermano, Felipe Juan Froilán, que se encuentra estudiando en Estados Unidos, para encandilar a su abuelo, Don Juan Carlos I.

La nieta de Don Juan Carlos debutó hace dos meses en la plaza de toros de Illescas, en la que la vimos acompañada de su padre, Jaime de Marichalar, y su hermano. Sólo tuvieron que pasar dos semanas para que volviese a pisar una plaza de toros, esta vez una grande: La Maestranza de Sevilla.

Victoria Federica presidió el palco real junto a su madre, la Infanta Elena y su abuelo Don Juan Carlos. Sin embargo, no fueron los únicos rostros conocidos del día. También pudimos ver a Esperanza Aguirre, Rappel, Jaime Ostos, José María Michavila y sus hijos,sin Genoveva Casanova, Ana Botella y Feliciano López.

La nieta de Don Juan Carlos disfrutó a lo grande de la corrida de toros celebrada en la plaza de Las Ventas de la capital madrileña. Incluso la vimos emocionada con unas banderillas que la regalaron como recuerdo de este día.

Además de heredar el gusto por los toros como su abuelo, también lo ha hecho con la moda como su abuela, la Reina emérita Doña Sofía. Y es que Victoria Federica llegó a la plaza de las Ventas luciendo ya su propio bolso en el que ya guarda todas sus pertenencias.

Como buena aprendiz, Victoria Federica puso atención a todas las indicaciones de los mayores que estaban a su alrededor, principalmente a las de su madre, la Infanta Elena, y las de su abuelo, Don Juan Carlos I.

A sus quince años, Victoria Federica ya demuestra el mismo temple que una persona adulta. Y es que su saber estar y su madurez ya la hacen parecer toda una señorita. Algo de lo que está muy orgulloso Don Juan Carlos, del que se está convirtiendo su ojito derecho.