
Cómo cuidar las manos
Las manos son las grandes olvidadas de la rutina de cuidados. Pero mimarlas resta años y da buena impresión.

Los expertos dicen que se puede saber la edad estimada de una persona con solo observar sus manos. Pero, aparte de delatar el paso del tiempo, también dicen mucho de ti. “Revelan la profesión, las aficiones e incluso la personalidad”, explica la doctora Josefina Royo, de Instituto Médico Láser. Incluso, juegan un papel muy importante en esa primera impresión. “La falta de cuidado puede transmitir dejadez o una imagen negativa”. ¿La buena noticia? Puedes hacer mucho por ellas (sí, hasta ahora no lo has hecho) y convertirlas en un objeto de deseo.

La piel del dorso de la manos es extremadamente fina y tiende a la sequedad. ¿La razón? “Las glándulas sebáceas son muy escasas y atróficas, lo que da lugar a un manto hidrolipídico débil que se resiente con los lavados, las agresiones externas y el roce continuo”, explican desde IML. Además, aclara Adriana Ribé, médico estético y andróloga del Institut Natalie Ribé, retienen menos agua y tienen menos colágeno, esa proteína reemplaza las fibras gastadas, y una menor vascularización, con lo que tiene menos opciones para autorrepararse”.

Como sufren tantas agresiones (frío, sol, lavados frecuentes, el contacto con químicos, detergentes y contaminantes) pueden tener un envejecimiento precoz. “De hecho, explica la doctora Royo, el paso del tiempo se aprecia antes en ellas que en los rasgos faciales. Hay un adelgazamiento del tejido, las venas y los huesos se hacen más visibles, y salen a luz las lesiones pigmentarias”.

No es cuestión de obsesionarse y de poner una alarma para echarse crema de manos cada 5 minutos. Sé inteligente y establece una rutina. “Hidrátalas, cada vez que te las laves, lleva un tubito en el bolso y ten otro en el trabajo”, explica la terapeuta Bika Shrestja, del centro Bika. “En cuanto a las fórmulas, no uses el body milk del cuerpo o el tratamiento para pies. Elige un producto tópico específico, aclara Royo, que aporte sustancias humectantes como glicerina o sorbitol, vaselina o parafina”.

Si las imperfecciones son muy visibles, hay tratamientos que pueden ayudarte. “Si la barrera de la epidermis se encuentra afectada y tiene un aspecto cuarteado, acude a un protocolo que hidrate en profundidad como la mesoterapia con ácido hialurónico, explica Royo. Desde 250 €. Otra técnica que les devuelve la turgencia es la carboxiterapia. “Se infiltra dioxido de carbono que oxigena la dermis y propicia la formación de colágeno y elastina”. En Intitut Ribé, por 110 € la sesión, se necesitan al menos seis. Si el problema es de firmeza, se puede levantar el tejido con ultrasonidos (Sublimlif). “Esta técnica calienta las capas más profundas de la piel, favoreciendo la recuperación de la elasticidad y la firmeza”. Desde 390 €. ¿Hay manchas? “El láser Elite MD permite estimular el colágeno y eliminar las huellas que ha dejado el sol y el tiempo”, aclara Ribé. Desde 200 €, sesión. Cuando las manos adquieren una apariencia huesuda ponen años sin remedio. Según Royo, hay un afinamiento hipodérmico que deja al descubierto tendones y venas. ¿La solución? “Un relleno subdérmico con ácido poliláctico”. 600 €.

¿Te pasas el día escribiendo whatsapps? ¿Trabajas muchas horas delante del ordenador? Para prevenir cualquier lesión, mantén el antebrazo apoyado cuando deslices el ratón, da descanso a los dedos (sobre todo si escribes un mail largo) y realiza estiramientos. Dobla la mano hacia arriba, apuntando con los dedos hacia el techo, mantén 20 segundos, y realiza el mismo movimiento con la mano apuntando hacia abajo.

Por la noche, pon una dosis extra de crema y cubre con unos guantes de algodón. Previenes la deshidratación y la formación de grietas. También es buen momento para acudir a mascarillas ad hoc.

Como otras zonas, pueden ser blanco de las manchas. “Es imprescindible, explica Royo, protegerlas de la radiación solar. Si haces deporte al aire libre usa un fotoprotector con SPF 50”.

Desentumécelas. Pon un aceite entre las palmas de las manos, presiona una contra otra y haz círculos hasta que adquieran temperatura y frota una contra otra.
Activa la circulación
Después, con el pulgar y el índice, realiza movimientos circulares primero desde la muñeca hasta la base de cada dedo y, luego, hasta la punta, incluyendo las uñas. A continuación, masajea la palma con el pulgar y realiza movimientos de vaivén sobre el dorso de la mano.
Relaja con pasadas
Aplica un crema o aceite mezclado con unas gotas de árnica (tiene propiedades analgésicas) y realiza un suave, largo y pausado movimiento ascendente. Repite el proceso en la otra mano.