
Recetas con patatas originales y deliciosas
Este tubérculo tiene mucho que ofrecernos y con estas ideas que te proponemos te vas a chupar los dedos. Fíchalas todas... ¡y a cocinar!
La patata es uno de esos alimentos básicos que no puede faltar en ninguna cocina. Son bastante económicas, muy versátiles y gustan a prácticamente todo el mundo (de hecho, es raro encontrarnos con alguien que no disfrute de este manjar.) Por no hablar de sus muchas sus bondades para la salud, y es que aunque su aporte de calorías es alto (en esto influye mucho el modo de prepararlas), también tienen un montón de beneficiosas propiedades.
Originaria de Sudamérica, la patata es rica en vitamina C (la piel), así como vitaminas B1, B2 y B6. Asimismo nos aporta proteínas, fibra, ácido fólico y sí, también muchas calorías, sobre todo si las tomamos fritas. Esta deliciosa guarnición es realmente irresistible, y es que, ¿quién puede decir que no a unas patatas fritas bien crujientes y con el punto ideal de sal? Si acompañan a unos huevos fritos ya es el súmmum del placer. Ahora bien, lo más recomendable es consumirlas al vapor y sin retirar la piel.
Lo mejor de la patata es que va bien con un montón de alimentos como carnes, pescados, verduras o legumbres. No hay ingrediente que se le resista a este tubérculo, pues es el acompañamiento perfecto de multitud de preparaciones en cualquier versión, ya sea cocida, guisada, asada o rellena. Estamos acostumbradas a consumirla a modo de guarnición, pero también puede ser la protagonista perfecta de multitud de deliciosas elaboraciones, entre ellas, el pastel de patata.
En lo que a este tubérculo respecta, lo cierto es que no solemos innovar mucho y siempre recurrimos a las mismas elaboraciones. Pero ya es hora de innovar. Si eres de esas que adora merendar, entonces los gofres salados de patata pueden ser una buena idea (si todavía no los has probado, ya estás tardando) También tienes que probar las patatas duquesa o las patatas Hasselback, esta última receta de origen sueco que nos tiene conquistadas.
¿Sabías que hay incluso postres que llevan patata? El bizcocho de patata o los buñuelos de patata dulces, por ejemplo. Hay quien también la emplea como sustituto de la harina en el pan, probando que a versátil no le gana nadie. Si quieres descubrir más recetas originales con este tubérculo, no te pierdas nuestra galería.

Los gofres salados son una deliciosa alternativa a los clásicos de sabor dulce que solemos tomar. Aceptan multitud de variantes distintas, pero una de las más ricas es la de patata. Es, además, una estupenda receta de aprovechamiento, pues podemos elaborarlos con un poco de puré de patata que nos haya sobrado.

Las patatas Hasselback son unas patatas asadas típicas de Suecia a las que se les realizan unos cortes como si de un acordeón se tratara y se rellenan con mantequilla y otros condimentos como ajo u orégano. La mayoría de veces se sirven como plato principal, pero también se pueden consumir a modo de guarnición. Sea como sea, tienes que probarlas porque son una verdadera delicia.

Las tortitas de patata son una estupenda alternativa a las típicas tortitas dulces que acostumbramos tomar como merienda o desayuno de domingo. Se preparan con patata natural triturada en la batidora y en pocos minutos están listas.

Los tater tots son típicos de Inglaterra y Estados Unidos, y consisten en unos deliciosos bocaditos de patata crujientes por fuera y cremosos por dentro. Se pueden acompañar de infinidad de salsas, aunque las más típicas son la crema agria y la salsa de queso. ¡Ñam!

Típicas de Francia, las patatas duquesa (pommes duchesse) no son más que una variación del clásico puré de patatas, al que se le añade yema de huevo y pimienta negra. En realidad, lo más llamativo de estas patatas no es tanto su receta, que es de lo más sencilla, sino su vistosa presentación.

Típico de Reino Unido, el Pastel de pastor o Shepherd's pie no es más que un pastel de carne y patata gratinado. Por lo general se elabora con ternera y vegetales, a los que por encima se les añade una buena capa de puré de patata que acaba formando una deliciosa costra en el horno.