
Sácale todo el partido a la casquería con estas recetas
Antes eran consideradas las partes menos nobles de los animales, pero ahora la casquería puede llegar a ser un auténtico manjar. Entresijos, gallinejas, manitas... Te mostramos recetas con casquería con las que enamorar incluso a quien no le gusta. ¡Sigue leyendo para descubrirlas!
De ser considerados 'deshechos' destinados a las clases populares a convertirse en una auténtica tendencia culinaria. Los llamamos entresijos, vísceras, entrañas, casquería. Todos estos términos (y todavía existen más) para denominar las partes comestibles de los animales que no consideramos carne como tal. Pero, ¿sabes sacar todo el provecho a la casquería? ¿Sabes lo versátil que puede llegar a ser? Tanto como para ser un plato de lo más gourmet.
La casquería ha permanecido alejada de la cocina moderna pero ahora ha adquirido mayor importancia (quizá, la que siempre se ha merecido). Además de las recetas más tradicionales tales como las frituras de entresijos y gallinejas, los callos a la madrileña o el hígado empanado, puedes recrear platos innovadores y divertidos con la casquería. Esta es una importante fuente de proteínas sin un alto contenido en grasas, su alto contenido en hierro ayuda a prevenir la anemia y son ricos en triptófano y glicina.
Aparte de sus beneficios a nivel nutricional, su consumo promueve el aprovechamiento total del animal y no se desperdician recursos. Y es que pese a su aspecto, su sabor y beneficios deberían bastar para convencerte de incorporarlos a tu dieta. Te enseñamos recetas con casquería para conquistar incluso a quienes dicen que no les gusta.
Esta es una de esas recetas con las que vas a necesitar una ración doble de pan, porque esta salsita vas a querer untarla. La salsa, además, presenta un puntito picante perfecto si eres fan de todo lo spicy. Para preparar la salsa necesitarás salsa de tomate, cebolla, ajo, pimentón (dulce y picante), pimiento, aceite de oliva y sal. Y romero, por supuesto.
Este plato de origen latino va a conseguir que quieras repetir. La clave está en utilizar en su preparación cebollas de verdeo, también conocidas como cebolletas o cebolla china. Y como existen muchos tipos de mollejas (de pollo, de vacuno...) elige tus favoritas para recrear este recetón.
Dale una vuelta a tu receta de ramen y prepara el caldo con tuétano. Su sabor es particular, intenso pero con ciertas notas dulces. Añade panceta, cebolleta, algas nori (si son lo tuyo), huevo y tus setas de preferencia.
La lengua es una víscera rica en vitamina B12, hierro y por supuesto, proteínas. La clave para que quede perfecta es pelarla bien y asegurarnos de que esté bien cocida, y si tienes una olla rápida en tu poder, seguramente se convertirá en tu mejor aliada. Esta receta da un giro a la versión original y añade vermut, pimiento y tomate.
¿Creías que la casquería no se podía adaptar a platos divertidos como los tacos? Si es así, estabas muy equivocada. Pica muy bien una cebollita, añade tu salsa de preferencia... ¡Y el resultado será irresistible! También puedes recrear esta receta con otras vísceras como la lengua.