¿Cómo ahorrar al utilizar los electrodomésticos?

Hay determinadas horas en las que el uso de los electrodomésticos es más económico si apostamos por la tarifa con discriminación horaria (hay que solicitar a la compañía que nos instale un contador). En esta tarifa existe el periodo valle que va desde las 22.00 a 12.00 horas en invierno y de 23.00 a 13.00 horas en verano y es la franja de consumo moderado y en el que la luz es más barata, y el periodo punta que comprende desde las doce de la mañana hasta las 22:00 horas en invierno y desde las 13:00 horas a las 23:00 horas en verano y es el de máximo consumo (y la luz es más cara). Utilizar los electrodomésticos en el periodo valle puede rebajar bastante la factura, pero si optamos por este sistema, es muy importante estar muy atentos a los horarios, conocer bien los tramos y tener cuidado con el horario punta.

Es el electrodoméstico que más energía gasta y, por tanto, que más encarece nuestra factura. Es conveniente no dejar la puerta de la nevera abierta más tiempo del necesario, asegurarnos de cerrarla bien y evitar meter alimentos muy calientes, ya que con ellos, este electrodoméstico debe hacer mayor esfuerzo para enfriarlos y gasta más. Si vamos a comprar un frigorífico nuevo, es interesante saber que los marcados con las letras A,B y C en el etiquetado energético son de bajo consumo. Debe estar en un lugar bien ventilado, lejos de fuentes de calor y en buenas condiciones.

La lavadora es otro de los electrodomésticos que más elevan la factura, por lo que, si queremos ahorrar, es importante ponerla siempre llena (nada de media carga), con programas en frío siempre que sea posible y ciclos cortos. Además, con estos trucos también ahorraremos agua.

Si no los estamos utilizando o no estamos prestando atención, lo mejor es apagarlos. Las pantallas LED ahorran más energía y ojo con dejarlos en ‘stand by’: siguen consumiendo, lo que se debe hacer es apagarlos por completo.

Es de sobra conocido que es importante llenar el lavavajillas antes de ponerlo a funcionar, ya que así ahorraremos en la factura. Además, es importante ponerlos a baja temperatura, ya que calentar el agua supone un importante gasto de energía. También ayuda a ahorrar seleccionar programas cortos de lavado.

Abusar del uso del horno también incrementa la factura energética. Algunos trucos para ahorrar al utilizar este electrodoméstico son sencillos: si vamos a hornear varias comidas, mejor hacerlo a la vez, es importante no abrir con frecuencia la puerta del horno cuando está encendido para ver cómo van los alimentos, ya que cada vez que abrimos la puerta se pierde bastante energía acumulada y el gasto es mayor.

La plancha necesita mucha energía para producir calor en poco tiempo, por lo que debemos moderar su uso si queremos ahorrar. Una buena forma de bajar la factura al utilizar este electrodoméstico es no hacerlo de manera frecuente para prendas puntuales, si no ir amontonando ropa para plancharla toda de golpe. Además, la mejor manera de ahorrar, es utilizarla lo menos posible: si cuando sacamos la ropa de la lavadora, la tendemos bien estirada, nos ahorraremos el planchado de muchas prendas. También tenemos la opción de comprar la mayoría de prendas que necesiten poco o nada de planchado: en los últimos años, ha salido al mercado mucha ropa de este tipo.

Cuando llegan los meses de frío, el uso de la calefacción puede disparar los gastos. Una buena idea para ahorrar con este electrodoméstico es instalar termostatos programables, ya que a la larga suponen un ahorro. Además, según la OCU, por cada grado que bajemos la temperatura se puede ahorrar hasta un 8%, por lo que es importante poner la calefacción a la temperatura adecuada en cada momento (no conviene poner la temperatura por encima de 20ºC, ya que es demasiado para una habitación normal). Para las calefacciones eléctricas son convenientes los acumuladores, ya que almacenan el calor para el día siguiente. Revisiones periódicas para que la calefacción esté en estado óptimo y utilizar en casa ropa gruesa para el invierno también ayuda.