Revista Mía

Primeros auxilios para problemas comunes

En accidentes y situaciones de emergencia, reaccionar a tiempo y hacerlo bien puede salvar la vida. Sigue nuestros consejos para practicar los primeros auxilios.

En accidentes y situaciones de emergencia, reaccionar a tiempo y hacerlo bien puede salvar la vida. Sigue nuestros consejos para practicar los primeros auxilios.

No se trata de alarmar, sino de estar preparado por si surge una situación ante la que haya que actuar con urgencia.

Tienes que conservar la calma y saber distinguir si una lesión es grave o no, cuándo buscar ayuda y qué hacer hasta que llegue y cuándo basta con tu actuación.

Actuar ante una insolación

Coloca a la persona afectada en un lugar seco y sombreado, dale de beber agua a pequeños sorbos y si está consciente, quítale la ropa y refréscale con agua. Si, además de insolación, se produce alguna quemadura, un ungüento antiséptico y con propiedades anestésicas mitigará el dolor y evitará las infecciones.

Sumerge la zona afectada en agua caliente 10 minutos y frota la astilla a contrapelo para que salga. Si no lo consigues, rasga con un alfiler esterilizado la piel que la cubre y extráela con unas pinzas. Limpia la herida con un desinfectante y coloca una tirita.

Inmoviliza la zona para evitar que se dañen los nervios y los vasos sanguíneos. Hazlo con tablillas o un cabestrillo (se puede utilizar para ello un pañuelo o tela), y lleva al afectado a un servicio de urgencias.

Para hacer un torniquete busca una tela elástica que te permita dar varias vueltas en torno a la extremidad afectada. Enróllala y ata los extremos. Atraviésala con un palo y gírala para hacer fuerza. Aflójala cuando el miembro herido se amorate y espera hasta recuperar el color normal.

Si se trata de una picadura de abeja, quita el aguijón con unas pinzas sin presionar sobre el picotazo porque se rompería al bolsa de veneno. Limpia la herida con agua y jabón y enfría la zona. Si es de avispa, aplica hielo.
En el caso de una picadura de medusa, ponte hielo y date una pomada antihistamínica. Ve al médico.

Para hacer el boca a boca, extrae cualquier objeto de la boca del afectado.

Colócale la cabeza hacia atrás con la barbilla levantada y los brazos a lo largo del cuerpo.

Sujeta la barbilla con una mano al tiempo que le abres la boca y pinzas la nariz con los dedos de la otra.

Coge aire e insúfalo despacio en su boca, mirando el tórax para comprobar que se eleva.

Repítelo 15 veces por minuto.

Límpialas con agua y jabón. Repasa la zona con una gasa estéril, Desinféctala con un antiséptico, tápala con una gasa y fíjala con esparadrapo. Si es profunda, el médico valorará si hay que poner la vacuna antitetánica.

Enfría la zona lesionada con agua. Si es superficial, puedes aplicar una pomada antiséptica yodada específica y cubrirla con una gasa estéril para evitar que se infecte, hasta que el médico la observe. Si es grave, hay que acudir urgentemente a un centro sanitario.

Si es un niño el que se ha tragado un cuerpo extraño, colócalo cabeza abajo y dale golpes pequeños y rápidos entre los omóplatos para facilitar que salga.

Si es un adulto, agárrale por detrás con fuerza, a la altura del estómago, y dale un apretón brusco.

Si te ha mordido un perro o un gato, lava completamente la herida con agua y jabón y aclárala con agua y sal tan caliente como puedas resistirla. Cúbrela con una tela gruesa esterilizada para que no se infecte. Acude rápidamente al médico para que la trate y diga qué vacunas poner.

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