Revista Mía

¿Se pueden controlar los tics?

Estos movimientos repetitivos e involuntarios, se pueden eliminar con técnicas de autocontrol y psicológicas. Te ayudamos a controlarlos.

Estos movimientos repetitivos e involuntarios, se pueden eliminar con técnicas de autocontrol y psicológicas. Te ayudamos a controlarlos.

Los tics son movimientos sobreañadidos que se hacen de forma involuntaria y repetitiva, y que implican la movilización coordinada de una serie de grupos musculares.

Como ocurre con otras alteraciones, no existe una causa definitiva que explique su origen, aunque sí pueden señalarse algunos factores que influyen en su aparición:

- Sufrir estrés o trastornos de ansiedad

- Ser una persona nerviosa, inquieta, intranquila e impaciente.

- Vivir en el seno de una familia de normas rígidas, donde se exigen determinados tipos de conducta y se tiene poca permisividad en la expresión social.

- Por un trauma emocional, como enfrentarse a un examen difícil, la muerte de un ser querido o una situación violenta en casa.

- Por imitación.

- Un problema médico ya corregido. De una faringitis puede quedar carraspera, por ejemplo.

- Por la práctica excesiva de un movimiento habitual, como echarse el pelo hacia atrás, sin que la persona sea consciente de ese hábito.

Los más comunes

La costumbre de morderse las uñas la adoptan muchos niños y se extiende hasta la edad adulta.
El origen puede estar en la dificultad para expresar sentimientos, la inseguridad, la timidez o un ambiente familiar castigador.

Se muerden las uñas:

- Un 45% de los niños durante la pubertad.
- Un 25% de los estudiantes universitarios.
- Un 10% de los adultos mayores de 35 años.

Se tira del pelo del cuero cabelludo, las cejas, las pestañas, la barba o el bigote.
Puede ser transitorio, si dura algunas semanas, o crónico, cuando supera el año.

Se tiran del pelo:

- Un 4% de la población lo hace actualmente.
- Un 10% lo ha hecho en alguna época.

El bruxismo consiste en el hecho de hacer rechinar los dientes apretando la mandíbula.
Es bastante frecuente en personas nerviosas y situaciones de estrés, como verse implicado en un atasco de tráfico.

- Lo padece un 1% de la población.

Para eliminar el problema, puedes recurrir a estos métodos:

- Fármacos tranquilizantes. Ayudan a reducir el nerviosismo, pero no son muy eficaces en el tratamiento de los hábitos nerviosos.

- Terapia aversiva. Consiste en exponer a la persona con un tic, a un estímulo al mismo tiempo que se le hace experimentar alguna sensación desagradable. Como por ejemplo, aplicar sustancias con mal sabor en las uñas para terminar con la costumbre de mordérselas.

- Práctica negativa. Obliga a la persona que padece un hábito a repetir éste con una cierta frecuencia y sin ninguna pausa. Esto produce cansancio y un deseo de no volver a repetir este hábito.

- Autocontrol. Con ayuda de especialistas, quienes padecen un tic cobran conciencia de la situación en que tienden a practicarlo. Después, aprenden una reacción que sea totalmente incompatible con él y la ponen en marcha cada vez que caen en el hábito.

La enfermedad de los tics nerviosos por excelencia es el Síndrome de Tourette.

Se trata de un trastorno neurológico crónico que se manifiesta con movimientos convulsivos, problemas psicológicos obsesivos y alteraciones de la conducta.

Esta dolencia se inicia en la infancia, a menudo con movimientos simples, pero progresa hacia movimientos complejos, que influyen parpadeos contínuos, muecas faciales, giros de cabeza y tics respiratorios y vocales.

Requiere un tratamiento farmacológico, ya que viene originada por un exceso de dopamina, un neurotransmisor del cerebro. Los ansiolíticos suelen reducir la frecuencia de los tics.

Para eliminar los trastornos obsesivos asociados, se recurre a la psicoterapia individual o familiar.

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