Cómo combatir la astenia primaveral
La astenia primaveral afecta a muchas personas nada más entrar la primavera, en teoría es un transtorno transitorio, pero su duración cada vez es mayor.
La astenia primaveral es un trastorno temporal y transitorio ante el que no es necesario ningún tratamiento médico y que dura, como máximo, dos semanas. La fatiga y apatía que algunas personas sienten en la entrada de la primavera se debe, fundamentalmente, al cambio de luz, humedad, temperatura y presión atmosférica.
En esta época se desencadenan una serie de cambios químicos que afectan, sobre todo, a la glándula pineal, que hace que se libere o no, más o menos, serotonina -conocida como la “hormona de la felicidad”-, mientras que se suprime o no melatonina, la “hormona del sueño”.
Los niños, los ancianos, los alérgicos al polen, personas con trastornos afectivos, enfermos de psoriasis y los enfermos de úlceras de estómago, son los colectivos más propensos a sufrir astenia primaveral.
Qué hacer ante la astenia primaveral
Hay personas que toman vitaminas porque, en cierta manera, ejercen un efecto placebo y les ayudan a sentirse mejor, pero realmente si no padecen anemia de ningún tipo y siguen una dieta variada no las necesitan. No hay que olvidar que la hipervitaminosis también provoca problemas de salud.
Mantener unos hábitos de vida saludables contribuye a resituarse, por lo que se aconseja llevar un horario regular de sueño y de comidas. Asimismo, también es bueno fomentar actividades suaves y ejercicio moderado, ya que motivan y estimulan la adaptación al aumento de temperatura primaveral.
Por: Sabina García Gramser, psicóloga de diversos hospitales de referencia en la costa de Levante y miembro de Top doctors.