Falsos mitos del embarazo
Ni tienes que comer por dos ni los alimentos picantes dañarán a tu bebé. Adapta ligeramente tus hábitos alimentarios... y cuídate sin obsesionarte.
Ni tienes que comer por dos ni los alimentos picantes dañarán a tu bebé. Adapta ligeramente tus hábitos alimentarios... y cuídate sin obsesionarte.
La naturaleza por sí sola va a hacer que en los nueve meses que te quedan por delante, todo lo que comas lo aprovechéis tu bebé y tú mucho más. ¿Qué precauciones nutricionales son necesarias? Ingiere de 150 a 340 calorías diarias más (siempre que no sufras de sobrepeso), consume alimentos ricos en hierro y calcio y, antes de quedarte embarazada, toma suplementos con ácido fólico. El resto son falsas creencias que no deben confundirte.
- Una copa de vino al día es buena. “Las mujeres que están intentando quedarse embarazadas o ya lo están no deben beber ninguna cantidad de alcohol, pues no es seguro para el feto”, explica la nutricionista Leticia B. Carrera.
- No se puede comer jamón. Hay más posibilidades de contraer toxoplasmosis si estás en contacto con excrementos de gato, tomas ensaladas sin lavar o manipulas carne cruda sin una correcta higiene que dándote un capricho de ibérico. De todas formas, recuerda que, como explica la experta, “la frecuencia de la transmisión de toxoplasma aumenta a medida que avanza la gestación, mientras que la gravedad de la afectación va disminuyendo”.
- Si eres vegetariana, debes dejar de serlo durante la gestación. "En absoluto: una dieta vegetariana puede aportarte lo que necesitas. Eso sí, coméntalo con tu médico y no tomes por tu cuenta suplementos dietéticos o vitaminas (pueden dañar al feto).
- La cafeína está contraindicada. Ningún estudio ha demostrado que el consumo de esta sustancia, con moderación, tenga efecto sobre la madre o el feto. Eso sí, “se recomienda a madres gestantes y en periodo de lactancia que tomen sólo dos tacitas de café al día”, señala la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.
- Los antojos no tienen base científica. “Según los investigadores, los antojos pueden deberse a deficiencias de ciertos nutrientes, cambios hormonales, bajadas de glucosa en sangre propias de las embarazadas o una forma de desviación de la ansiedad. Así que sí que tienen su razón científica.
- Mejor prescindir de la sal. Durante la gestación, la recomendación de la ingesta de sal no cambia (no exceder los 6-8 g al día), porque el sodio de la sal es necesario para la transmisión de impulsos nerviosos, la contracción muscular y la hidratación. Por eso, no es recomendable bajar su consumo bruscamente, podrías tener un niño con menos peso.
- Hay que ganar un kilo por mes. El aumento de peso medio a lo largo del embarazo debe ser distinto según el índice de masa corporal (IMC) de la madre al inicio de éste: entre 1-2 kg de media en el primer trimestre; el resto (de 5 a 16 kilos, según tu IMC) se distribuye equitativamente entre los dos últimos trimestres (unos 300 o 400 g semanales).
- Tienes que tomar alimentos que te ayuden a tener leche. La única forma de producir más leche es que el bebé succione mucho. Comer o beber determinados alimentos no influye en que tengas más o menos cantidad.
Por Toni A. Neila.