Revista Mía

Otoño y depresión, dos realidades que van de la mano

¿Por qué decae nuestro estado de ánimo en esta estación?

La astenia otoñal es un periodo de depresión leve que afecta a muchas personas con la caída de la hoja. Pero ¿realmente el otoño y la depresión siempre van de la mano? Aunque el estado anímico depende de cada persona, su situación y las acciones que lleve a cabo, sí es cierto que hay un componente físico que hace que nuestra energía decaiga al llegar el otoño.
En esta estación, y más especialmente cuando hacemos el cambio al horario de invierno, las horas de luz de las que disfrutamos son mucho más escasas que en verano. Además, por lo general, los días son más nublados y lluviosos, por lo que en muchas regiones apenas sentimos los rayos de sol sobre nuestra piel.
Esto tiene un efecto directo en nuestro estado de ánimo, ya que los rayos del sol nos proporcionan vitamina D, una de las responsables de la liberación de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
De hecho, cuando estamos a oscuras, o la luz solar escasea, nuestro cuerpo libera más  melatonina, una sustancia encargada de relajarnos e inducirnos al sueño, por lo que es normal que nos sintamos más soñolientos y desganados que en verano.
Sin embargo, nuestras acciones tienen mucho que ver en nuestro estado de ánimo. Por tanto, podemos hacer que nuestro cuerpo segregue más serotonina por otros medios, como haciendo deporte, y tomando una dieta equilibrada con frutas, verduras, hidratos de carbono y lácteos. También es común, sobre todo en países nórdicos donde apenas ven la luz del sol durante varios meses, tomar un suplemento de vitamina D durante los meses más oscuros.
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