Revista Mía

Celíacos, así es la vida sin gluten

El 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celiaco. Te damos las claves básicas sobre la celiaquía. Toma nota.

¿Qué es la celiaquía?

El doctor Juan Ramón Pineda Mariño, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, nos lo aclara: "La enfermedad celíaca  es una intolerancia permanente al gluten, proteína presente en el trigo, centeno y cebada. En algunas personas se manifiesta también intolerancia a la avena. Esta intolerancia provoca una reacción inflamatoria de la mucosa del intestino delgado, que termina atrofiándose, lo que condiciona una  inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos, como proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas".

Ser celíaco se evidencia por múltiples síntomas: diarrea, dolor abdominal y pérdida de peso son los síntomas más frecuentes en los niños menores de 3 años. En los adultos son más frecuente la anemia ferropénica, osteoporosis, cansancio, pérdida de la menstruación, dolores osteomusculares, aumento de las transaminasas y cambios en el  comportamiento.

No. "Esta enfermedad no tiene relación con nuestro  estilo de vida, porque es una enfermedad congénita (se nace con ella), que es debida a una alteración genética, es decir, aparece a consecuencia de una alteración en un gen, por lo que puede afectar a varios miembros de la misma familia", explica el doctor.

"El tratamiento de la enfermedad celíaca se basa en una dieta libre de gluten, y como ya hemos comentado, el gluten está presente en algunos cereales (trigo, cebada y centeno), por lo que el paciente tendrá que evitarlos de por vida. Además, esta enfermedad puede provocar un mala absorción de algunas sustancias, y como consecuencia  puede ser necesario que tenga que recibir tratamiento con hierro, calcio y diferentes complejos vitamínicos", apunta.

Una persona celíaca puede comer cualquier producto que lleve gluten, presente en cereales como trigo, centeno y cebada. Es decir que pueden consumir sin ningún problema alimentos frescos, como la carne, el pescado, la leche, los huevos, las frutas y los frutos secos crudos.

Con respecto a los productos procesados y derivados de estos últimos, aunque habrá que comprobar la etiqueta, no debería haber problemas con carnes congeladas y en conserva al natural, pescados y mariscos congelados o en conservas (al natural o en aceite), derivados de la leche como yogures, mantequillas, cuajadas y quesos. También se puede consumir sin problema embutidos, cereales como el arroz o el maíz, aceites, infusiones, refrescos, vinos, aceites…

Por su parte, un celíaco no podrá consumir ningún producto que lleve entre sus ingredientes trigo, centeno y cebada. En este grupo está el pan, los bizcochos y bollos, pasteles y prácticamente todos los productos de repostería, en este grupo también están algunas bebidas como la cerveza y algunos licores, bebidas combinadas, sangrías y tintos de verano ya preparados.

Con algunos alimentos procesados hay leer cuidadosamente las etiquetas porque, aunque no lo parezca, pueden contener gluten. Hay que fijarse muy bien en la composición de los caramelos y golosinas, patés, salsas, colorantes alimentarios, conservas de pescados o carnes en salsa, hamburguesas y mix de carne picada, quesos de untar… Incluso algunos cacaos en polvo pueden llevar harina entre sus ingredientes y algunas mantequillas fáciles de untar también. Muchos productos dietéticos tienen germen o salvado de trigo y, por tanto, también tienen gluten.

En la web de FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España) encontrarás una lista detallada con los productos que se pueden consumir.

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