Mitos y verdades sobre la depresión y la ansiedad
Un 20 % de la población tiene síntomas depresivos, pero es el género femenino el más afectado por este mal. Damos claves para prevenir la depresión.
Un 20 por ciento de la población tiene síntomas depresivos, pero es el género femenino el más afectado por este mal típico de la sociedad actual. Te mostramos las claves para prevenir ladepresión y la ansiedad.
1 - Una de cada cuatro mujeres tiene una depresión durante su vida
Verdadero. Tristes y aisladas, muchas depresiones pasan desapercibidas sin ser diagnosticadas ni tratadas.
Verdadero. Hasta hace poco se pensaba que era un trastorno propio de edades maduras; hoy sabemos que afecta también a los jóvenes.
Verdadero. Existen estudios psicológicos y biológicos que demuestran la importancia de los desarreglos hormonales en los cambios de humor y carácter.
Verdadero. Al tiempo que se altera la producción de estrógenos, la mujer se replantea su vida y el mundo que la rodea, lo que en muchos casos facilita la aparición de un trastorno depresivo cuando llega la menopausia.
Verdadero. Además de disminuir la energía vital general del individuo, al perder la esperanza, el deprimido pone en funcionamiento mecanismos que desconectan todos sus deseos.
Falso. La genética puede ser un factor de predisposición, pero nunca la causa.
Verdadero. Uno de los factores que nos conducen a una depresión es la frustración. Tenemos que proponernos metas alcanzables y motivantes.
Verdadero. El deprimido desplaza la agresividad hacia sí mismo, desde las opiniones negativas sobre su persona hasta los casos extremos en los que acaba con su vida.
Verdadero. La ansiedad se manifiesta de muchas maneras; pensamientos angustiosos y miedos, signos físicos como la taquicardia, sudoración, dificultad respiratoria y algunos comportamientos como el habla entrecortada.
Verdadero. La vida sana y dormir las horas necesarias son claves para prevenir la depresión
Verdadero. Lo provoca el estado de desmotivación y aislamiento y la falta de interés por uno mismo.
Falso. No es cierto que la ansiedad tenga que desembocar necesariamente en un cuadro depresivo. Es necesario establecer un claro diagnóstico para elegir tratamiento.
Verdadero. Las personas que cuidan su calidad de vida y buscan aquello que les hace disfrutar, parecen tener cierta inmunidad hacia los trastornos ansiosos.
Verdadero. Aunque no en todos los casos por igual, hay un tipo de trastorno de ansiedad, los ataques de pánico, que surgen de manera repentina y fulminante. De pronto, la persona siente que su cuerpo se dispara en un abanico de síntomas puramente ansiosos que desaparecen en unos minutos.
Verdadero. Guardan una relación bidireccional, es decir, por un lado los estados prolongados de ansiedad son elementos que provocan estrés; por otro, las situaciones estresantes pueden desencadenar trastornos de ansiedad.
Verdadero. En efecto, constituyen las formas de enfermar más características en la esfera de lo afectivo.
Falso. La depresión es una enfermedad, y no tratarla es como dejar a una persona abandonada en el océano durante una tormenta, intentando flotar hasta que pase sola.
Verdadero. Un fármaco modificará la percepción del estado de ánimo y amortiguará el sufrimiento, pero en ningún caso provocará un cambio psíquico.
Verdadero. Hay que atender a los dos aspectos, el biológico y el psicoterapéutico, para encarar el problema con éxito.
- El deprimido presenta sus síntomas de manera crónica.
Los síntomas del ansioso son, sin embargo, críticos o permanentes.
- Mientras que el deprimido mejora por las tardes, el ansioso se encuentra mejor por las mañanas.
- Duermen mal los dos: el deprimido porque se despierta precozmente. La ansiedad hace dormir mal porque no se concilia el sueño.
- Los sueños del deprimido son tranquilos y tristes. La ansiedad provoca pesadillas y terror nocturno.
- A menudo a un deprimido le asaltan ideas de muerte. El ansioso tienen un temor patológico a la muerte.
- El pasado despierta en el deprimido melancolía. El ansioso piensa en su futuro con incertidumbre.
- La depresión hoy tiene un mejor pronóstico de curación que la ansiedad.
- Disfruta de la vida y de las cosas que te rodean.
- Comunícate y relaciónate socialmente.
- Crea lazos afectivos (pareja, hijos, amigos…)
- Ten algún hobby para tu tiempo de ocio.
- Mantén hábitos saludables: come alimentos sanos, duerme, practica deporte.
- Conoce y acepta tus límites y errores como parte de tu personalidad.
- Potencia tus valores.
- Encara los problemas con calma y realismo.
- No te ancles en el pasado.