¿Funciona la hipnosis para dejar de fumar?
Dejar de fumar puede convertirse en una tarea complicada entre unas cosas y otras. Por eso te proponemos la hipnosis, suena raro, sí, pero funciona.
La mayoría de los fumadores son conscientes de los problemas de salud que produce el tabaco, como el aceleramiento del envejecimiento de la piel y la distorsión del gusto y el olfato. Además es el responsable del 95 % de los cánceres de pulmón y el 30 % de las cardiopatías coronarias. A pesar de todo, siguen fumando porque no creen en su capacidad para dejarlo o el miedo al síndrome de abstinencia.
En realidad, fumar aumenta la ansiedad, no la reduce. La adicción se mantiene como una manera de afrontar el estrés, atribuyéndole efectos placenteros que generalizan la conducta aprendida. Además de la necesidad de mantener los niveles de nicotina en sangre.
Para afrontar este problema existen tratamientos psicológicos eficaces que se adaptan individualmente en cada caso. Entre ellos, la hipnosis, es una técnica que puede ayudar a aumentar la motivación y las expectativas con gran eficacia.
Cómo funciona la hipnosis
El terapeuta hipnotizador intenta influir en la percepción, sentimientos, pensamientos y conductas del sujeto pidiéndole que se concentre en ideas e imágenes que puedan evocar los efectos que pretende conseguir (el bienestar de no fumar y el convencimiento de su autocontrol, por ejemplo).
Se trata de controlar las emociones y sensaciones, reestructurando los pensamientos negativos que actúan como autosugestión (“soy incapaz de dejar de fumar”) por otros positivos.
Es importante aclarar que la hipnosis no es una técnica mágica, no actúa por sí sola o por los poderes del terapeuta sino que requiere colaboración y participación activa por parte del paciente. Es una habilidad que aporta autocontrol y se puede aprender. El sujeto es dueño de sí mismo en todo momento y hace aquello que acepta hacer y puede interrumpir el proceso cuando quiera.
Por Inmaculada Rodríguez Estaún, psicóloga y miembro de Doctoralia.