Las dietas al descubierto
Durante años hemos escuchado y creído sin dudar algunas frases sobre los alimentos beneficiosos o perjudiciales para nuestra salud...
Durante años hemos escuchado y creído sin dudar algunas frases sobre los alimentos beneficiosos o perjudiciales para nuestra salud. ¿Es cierto que hay que evitar el chocolate si estamos a dieta? ¿Es positivo acostarse sin cenar para perder peso? La Dra. Amaro, directora médico en clínica Feel Good, nos lo aclara:
1. ¿Hay que evitar el chocolate para poder perder peso? FALSO
Existen muy pocos alimentos que gustan tanto como el chocolate y que están prohibidos en las dietas, pero numerosos estudios han demostrado que esta fama está totalmente injustificada. De hecho, el Método Dra. Amaro recomienda que tomar una onza de chocolate negro 20 minutos después de comer y cenar, ya que puede disminuir el apetito hasta un 50 %. Además, el chocolate negro contiene grasas saludables que retrasan la absorción de azúcares por la sangre. A su vez, evita picos de insulina, responsables de frenar los mecanismos de quemar grasa y provocar ganas de comer alimentos grasos, dulces o salados y reducir los efectos metabólicos con el estrés que esto provoca al organismo.
El chocolate no solo proporciona felicidad gracias a su contenido en teobromina, un estimulante natural que mejora el humor y lucha contra la depresión, sino que es ideal para la recuperación tras el ejercicio físico. Tomar un batido de chocolate después de hacer deporte ayuda a recuperar energía, agua y electrolitos, dado su alto contenido en proteínas, hidratos de carbono, azúcar, calcio y sodio.
El alcohol son calorías vacías, no aportan nutrientes ni vitaminas, pero es cierto que en el caso del vino, especialmente el vino tinto, por supuesto bajo un consumo responsable, aporta beneficios gracias al reverastrol. Esta sustancia ayuda en la prevención del cáncer (pulmón, próstata y mama). Además, previene enfermedades cardíacas, fortalece el sistema circulatorio, sirve para controlar el exceso de colesterol malo y los triglicéridos, mejora el control de la diabetes al reducir la elevación de la glucosa en sangre, disminuye el riesgo de formar cálculos renales, favorece la agilidad mental y ayuda a prevenir la demencia dado que mejora la circulación sanguínea cerebral y ayuda a combatir caries, gingivitis y dolor de garganta. Por supuesto, el consumo tiene que ser moderado; como máximo 2 copas al día.
Está demostrado que el deporte no solo es beneficioso para perder peso, sino también para mantener una buena salud física y mental. A pesar de esto, no es necesario ir al gimnasio todos los días. Con habituarnos a caminar 15-20 minutos es suficiente. Lo más importante es crear una rutina, adquirir un hábito saludable de ejercicio adecuado a nuestra edad, gustos y posibilidades, pero que sea eficaz.
El organismo no puede estar nunca más de 8-9 horas sin ingerir alimentos. Si nos acostamos sin cenar nada, lo que nuestro cuerpo ingiera en el desayuno se almacenará en forma de grasas. Además, al estar tantas horas sin comer, el organismo demandará productos más calóricos y comeremos alimentos menos saludables.
Cenar solo fruta es un error por varios motivos, principalmente porque estamos aportando exclusivamente hidratos de carbono a nuestro cuerpo; la fruta está compuesta por azúcares de absorción lenta. Lo ideal en una cena es que sea variada. Además, caemos en el error de pensar que tienen pocas calorías y consumimos más cantidad de la debida.
Un paciente nunca debe hacer una dieta tan restrictiva que le haga pasar hambre, ya que le conducirá no solo a abandonar la dieta sin obtener el objetivo previsto, sino también a someter a su cuerpo a un estrés innecesario.
Actualmente están muy de moda las dietas de adelgazamiento en función del color de los alimentos, pero no hay ningún argumento médico que sostenga dichas teorías.
En una dieta hay que comer de todo; tal y como afirma el Método Dra. Amaro, lo importante es aprender a tener unos hábitos de vida saludables que permitan al paciente a dejar de estar a dieta de por vida.
Lo único que se puede conseguir si hacemos ejercicio sin haber consumido ningún alimento antes es causar una bajada de azúcar o de tensión, dado que para hacer deporte se debe tener una buena alimentación previa.
El agua es necesaria para nuestro organismo, pero siempre en su justa medida. El consumo excesivo de agua puede ser perjudicial, ya que al aumentar la diuresis podemos perder electrolitos como el sodio o el potasio y sufrir patologías asociadas.
Es necesario hacer 5 comidas al día. Si no se hacen, se pasará más hambre entre horas y, además, se llegará a la siguiente comida con una mayor necesidad de ingerir alimentos.
Todos los alimentos con un 30 % menos de calorías que el alimento original se puede etiquetar como alimento light, pero hay que tener mucho cuidado con la ingesta de estos alimentos ya que solemos consumir más al pensar que no tienen calorías.