Revista Mía

Piernas Ligeras

El calor del verano puede ser una tortura para las piernas. Bien lo sabes: hinchazón, pesadez, dolores, calambres... aparecen año tras año y afectan a un 80 % de las mujeres mayores de 35 años. Pero este...

El calor del verano puede ser una tortura para las piernas. Bien lo sabes: hinchazón, pesadez, dolores, calambres... aparecen año tras año y afectan a un 80 % de las mujeres mayores de 35 años. Pero este verano, no. Sigue los consejos de la dra. Marisa Navarrete, responsable de Salud Vascular en la Clínica Planas (Barcelona), y notarás un gran cambio que tus piernas agradecerán.

¿POR QUÉ SE HINCHAN MÁS LAS PIERNAS EN VERANO?

Las venas tienen unas válvulas que funcionan como compuertas para que, cuando la sangre regresa al corazón, no se acumule en las extremidades y los pies. Con el calor, sin embargo, las venas se dilatan, las válvulas dejan de presionar lo suficiente y la sangre se acumula formando edemas (acumulación de líquidos) y, en el peor de los casos, varices.

¿Cómo puedes saber si es tu caso? Haz la prueba: observa tus tobillos a última hora de un día caluroso. Si están hinchados, debes poner remedio.

Claves para evitarlo: intenta que no te dé el sol mucho en las piernas. Si estás en la playa o la piscina, refréscalas con agua de vez en cuando; si pasas sentada mucho tiempo, con las piernas hacia abajo, procura levantarte y caminar para activar la circulación; date duchas de agua fría, alternándola con templada; aprovecha si estás en la playa y camina por la orilla, con los pies dentro del agua; las cremas y los geles fríos para activar la circulación pueden aliviarte también.

Cuida asimismo tu alimentación: reduce la sal de los platos, porque favorece la retención de líquidos (sustitúyela por plantas aromáticas y zumo de limón); aléjate de las grasas saturadas (carnes rojas, mantequilla, quesos curados, bollería...), porque son un riesgo cardiovascular (el colesterol puede acumularse en los vasos y dificultar la circulación); aumenta el consumo de ajo y cebolla, porque tienen efectos cardioprotectores; bebe dos litros y medio de agua al día; evita el café y el alcohol y aumenta la ingesta de infusiones de cola de caballo, diente de león y sauce, que ayudan a eliminar toxinas y fluidifican la sangre.

¿A QUÉ SE DEBEN LAS VARICES?

“En condiciones normales, las paredes de las venas son elásticas. Si se debilitan, pierden su elasticidad normal. Entonces, se alargan y ensanchan y, al hacerlo, las válvulas no pueden realizar su función”, explica la doctora. Como la sangre se acumula, las venas se agrandan y se hinchan más. “Y a menudo se retuercen para caber en el espacio normal que les corresponde. Si esto ocurre, las venas ‘enferman’ y se convierten en varices”, apunta.

¿Influyen la genética o el sobrepeso? “Los antecedentes de varices en la familia, sobre todo en la madre, pueden elevar el riesgo de padecerlas”, dice la doctora Navarrete. Pero éste también aumenta con la edad, ya que el deterioro normal de las venas provoca que las válvulas se debiliten y no funcionen bien. Además, también afectan el sobrepeso y el embarazo, ya que los vasos sanguíneos tienen que soportar más presión. Así, en el embarazo, por ejemplo, “el crecimiento del feto aumenta la presión sobre las venas del abdomen y con ello sobre las piernas de la madre”, añade la doctora. Pero también influye la falta de movimiento, puesto que estar de pie o sentado mucho tiempo, especialmente con las piernas dobladas o cruzadas, hace que las venas se vean forzadas a trabajar más para impulsar la sangre al corazón, y ese sobreesfuerzo termina dilatando sus paredes.

Notarás que es un problema para ti “si tienes varículas o arañas vasculares; es decir, venas rojas o azules en forma de telaraña o de rama de árbol, visibles bajo la piel”, aclara la experta. Aunque sólo suponen un problema estético, indican que la circulación sanguínea no es eficiente y tienes que comenzar a cuidarte. “Cuando se comprometen vasos más grandes, se trata ya de un problema de salud cuyos síntomas son: notas venas inflamadas y grandes, visibles a simple vista; se te hinchan los tobillos y los pies; sientes dolor, pesadez, punzadas y picor en las piernas; cambia de color la zona en la que está la vena afectada.

Haz cambios en tu estilo de vida. Pueden evitar que el problema vaya a más y tengas que recurrir a métodos invasivos como la cirugía. Sigue estas pautas:

-Evita estar de pie o sentada por mucho tiempo. Cuando estés sentada, no cruces las piernas. Procura elevarlas cuando estés tumbada o duermas.

-Muévete. Camina media hora, por lo menos tres días a la semana. “Realiza actividades que te gusten para poner en movimiento las piernas y mejorar el tono muscular: ayuda a que la sangre circule por las venas”, dice la experta.

-Trata de adelgazar si te sobran unos kilos; así mejorará la circulación y las venas tendrán que soportar menos presión.  “No uses ropa apretada, especialmente prendas ajustadas en la cintura, la parte superior de los muslos y las piernas”.

-Evita los tacones altos. “Los zapatos de tacón medio pueden servir para tonificar los músculos de la pantorrilla (no superes los 3 cm)”.

-Aumenta tu ingesta de fibra (el estreñimiento es un factor de riesgo para las varices). Procura tomar 30 g al día de fibra soluble e insoluble: fruta, verdura, cereales integrales, salvado, legumbres...

TRATAMIENTOS EFICACES (Si ya es un problema mayor)

Hay diferentes procedimientos para eliminar o bloquear las varices. Por lo general, no causan problemas de circulación, ya que la sangre comienza a circular por otras venas. Los más usados son:

Microesclerosis: se bloquea la vena con una sustancia química esclerosante. Por su efecto, con el tiempo la vena termina desapareciendo. Se usa mucho para las arañas vasculares o varices pequeñas. Pueden necesitarse varias sesiones, en intervalos de 2 a 4 semanas.

Esclerosis con láser: se aplica de forma externa energía luminosa de un láser que elimina la vena.

Endoláser o radiofrecuencia: se basan en la oclusión del interior de la vena safena (lee el recuadro de la experta) a través de un dispositivo asociado a un catéter. El endoláser libera calor; la radiofrecuencia, ondas de radio para generar calor y conseguir el bloqueo. Con anestesia local.

Flebectomía ambulatoria: la variz se extirpa mediante microincisiones (es menos invasivo que la cirugía tradicional). Se emplea para varices pequeñas.

Fleboextracción y ligadura: es el clásico stripping (extirpar todas las venas varicosas visibles además de la vena safena, efectuando una pequeña incisión en el tobillo y otra en la ingle). Con anestesia en la columna vertebral. La recuperación depende de cada caso: 2-3 horas tras la intervención, pero hay que seguir un posoperatorio de varios días (la incorporación laboral se calcula entre 7 y 15 días).

Técnica chiva: se realiza una ligadura de las venas superficiales (se ‘atan’), de tal modo que la sangre comienza a circular por venas más profundas.

PLANTAS QUE AYUDAN

Castaño de Indias. Para las piernas hinchadas y las varices. También, contra los calambres musculares nocturnos, la insuficiencia venosa y las hemorroides.

Crisalina y meliloto. Alivian los hematomas y las manchas rosadas o rojas -hemorrágicas- que aparecen en la piel (petequias). Cada uno por su parte: la crisalina, para las hemorroides, y el meliloto, contra la inflamación de las venas (flebitis).

Hamamelis y rusco. Ambos van bien para las piernas cansadas, sobre todo cuando se debe a estar mucho de pie. El rusco también se emplea para la deficiencia venosa.

Cola de caballo y diente de león. Para la retención de líquidos.

¿CUÁNDO HAY QUE EXTIRPAR UNA VARIZ?

Nuestra experta, la Dra. Marisa Navarrete, responsable de Salud Vascular en la Clínica Planas, explica que “en la actualidad cada vez se realiza menos, ya que hay soluciones no quirúrgicas muy eficaces. La extirpación venosa generalmente se hace cuando una vena grande de la pierna, llamada safena, está gruesa y en forma de cuerda. La extracción puede recomendarse para venas varicosas que causan problemas de circulación (insuficiencia venosa); ante dolor en la pierna, que además se siente como pesadez o cansancio; úlceras causadas por una presión excesiva en las venas (úlceras venosas); frente a coágulos o hinchazón (inflamación) en las venas (flebitis); para mejorar la apariencia de la pierna; cuando el tejido graso bajo la piel se endurece con el tiempo debido a la hipertensión en una vena (el problema se conoce como lipodermatosis); o para corregir venas grandes similares a cuerdas que no se pueden tratar con otros procedimientos”.

DIRECCIONES ÚTILES

-Centro médico Caduceo Salud. En El Corte Inglés de Callao (Madrid). Telf.: 917 01 39 72; caduceosalud.es.

Clínica Massana. Telf.: 902 10 31 04, de Valladolid; clinicamassana.com.

-Clínica Virgen de la Luz. Telf.: 954 41 37 37, de Sevilla; clinicavluz.com.

Hospital Recoletas. Telf.: 921 14 60 15, Segovia; hospitalrecoletassegovia.es.

-Clínica Planas. Telf.: 932 03 28 12, de Barcelona; clinicaplanas.com.

Por: Carmen Sabalete

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