¿Importa el color de lo que comemos?
Para seguir una alimentación sana y equilibrada, una práctica sencilla es guiarse por los colores de los alimentos que comemos.
La frase “comer por los ojos” tiene mucha ciencia, y es que nuestro cerebro identifica ciertos colores como apetecibles y sanos, mientras que otros los rechaza por no asociarse a algo natural. En la actualidad existe una forma de comer basada en los colores, la denominada Dieta del Color. ¿Qué beneficios tienen los alimentos morados? ¿Y los verdes? Kaiku Sin Lactosa comparte los 6 colores que deben estar presentes en el menú del día a día.
Morados y azules. Dentro de estos colores encontramos frutas que en otoño están en temporada: las uvas, arándanos, moras o ciruelas. Tienen un alto contenido en antocianinas, unos pigmentos naturales que son los que aportan ese característico color y que además convierten a estas frutas en los mejores antioxidantes, imprescindibles para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y mejorar el funcionamiento del cerebro.
Rojos. Incluimos en esta gama de color los tomates, pimientos rojos y los pomelos. Perfectos para llevar una dieta rica en vitamina C y gozar de buena salud intestinal. El pomelo además es perfecto por sus cualidades depurativas.
Verdes. Entran aquí los alimentos menos apetecibles para la mente, pero de los mejores para nuestro cuerpo. Brócoli, coliflor, espinacas y un largo etcétera, en el que también se incluyen frutas como las peras o el kiwi, están llenos de vitamina A, perfecta para prevenir el envejecimiento celular, además de vitamina C.
Blancos. Los productos lácteos como el queso, la leche y los yogures son básicos para llevar una alimentación saludable y equilibrada. Los probióticos, presentes en los yogures, ayudan a mantener la flora intestinal a raya; y su alto contenido en calcio, para cuidar los huesos. En la Dieta del Color, si además empleamos lácteos sin lactosa, las digestiones serán más ligeras.
Amarillos. Plátanos, ajos, jengibre, limones, etc. Este grupo de alimentos contienen antoxantinas, las cuales reducen la presión sanguínea y el colesterol. Los limones además son fuente de Vitamina C, fibra e incluso potasio, lo que le hace la fruta perfecta para tomar en ayunas a modo de depurativo.